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«BOMBA INTELIGENTE» SB-1 - DESARROLLO DE VEI

 

Alexander Mijáilovich Kirindas

 

Tu-2 en vuelo con la SB-1M anclada. 1945.

 

Entre julio y agosto de 1941, un grupo de empleados del VEI - Instituto Electrotécnico de la Unión Soviética (Svecharnik D.V., Arjangelsky V.I., Vulfson K.S., Ratner E.S., Feldbaum A.A. y el profesor Lebedev S.A.) propuso diversos proyectos para crear «municiones de combate autoguiadas». Estos proyectos se enviaron el 26 de agosto de 1941 al Consejo de Comisarios del Pueblo de la URSS, adjuntos a la carta ¹660s.

 

Tras revisar los materiales presentados, el vicepresidente del Consejo de Comisarios del Pueblo para la Ingeniería Eléctrica y de Combustibles, M.G. Pervujin (ahora conocido como uno de los principales organizadores del proyecto atómico), ordenó el inicio de los trabajos relativos a la bomba autoguiada, encargándolos al VEI. Más tarde, el proyecto recibió el nombre «SB-1», que puede descifrarse como «bomba autoguiada de la primera versión». Sin embargo, debido a la evacuación de la industria hacía el Este, las obras se suspendieron. Un grupo de trabajadores encargados de organizar la producción de motores eléctricos para la flota partió hacia Gorki. La Oficina de Maquinaria y Aparatos del VEI se convirtió en el núcleo a la hora de constituir la Fabrica ¹627, que en febrero de 1942 pasó a depender directamente del Comisario del Pueblo, encargado del sector en cuestión.

 

Maqueta de laboratorio, 1942

 

Comenzó la movilización de los empleados al frente. Las instalaciones del VEI resultaron dañadas por un ataque aéreo y se perdió parte del equipo.

 

Solamente en febrero de 1942, en Sverdlovsk, el grupo de trabajadores del VEI, que seguía las instrucciones de Pervujin, pudo continuar el desarrollo de los principios y prototipos de laboratorio. Cabe destacar que las empresas relacionadas y los proveedores, que estaban al cargo de suministrar componentes para la SB-1, también se encontraban en estado de evacuación y perdieron parte de sus capacidades y parte de sus empleados. Por ello, en 1942, el trabajo relacionado con la SB-1 se llevó a cabo a un ritmo lento.

 

Los autores informaron sobre el progreso del trabajo:

 

«La parte más importante y más difícil resultó ser el desarrollo del sistema de autoguiado automático: un sistema de control cerrado sin intervención humana, que, al recibir un impulso indicador de cualquier tipo (óptico, térmico, radar, etc.), actuaría sobre los órganos de control de tal manera que no solo el eje de la munición (por ejemplo una bomba) se tenía que dirigir continuamente al objetivo, sino que también la dirección de la tangente a la trayectoria se tenía que alinear continuamente a la dirección al objetivo.

 

Al mismo tiempo, se debe garantizar la completa estabilidad estática y dinámica de la munición en vuelo. Además, era necesario garantizar un buen control automático de la munición, teniendo en cuenta tanto las maniobras que realiza el objetivo, como las posibles perturbaciones que podrían desviar la munición de su rumbo hacia el objetivo.

 

Para poder lograr el desarrollo de tales sistemas, inventamos un sistema con las llamadas «coordenadas independientes». La patente pertenece a Svecharnik D.V., Lebedev S.A., Chebyshev P.V., Boyarov A.I., Feldbaum A.A., Karasev V.A., Vasiliev A.I.

 

La implementación del principio de «coordenadas independientes» requirió la creación de una nueva forma aerodinámica de la munición, la denominada «aerodinámica simétrica»; es decir, el desarrollo de un planeador en el que la magnitud de la fuerza de sustentación en los planos longitudinal y lateral sea la misma y, en general, no dependa del ángulo de alabeo.

 

Tres medias alas idénticas, situadas en un ángulo de 120 grados entre sí, o cuatro medias alas a 90 grados entre sí, o seis medias alas a 60 grados entre sí, etc., serían las opciones para crear una configuración aerodinámica adecuada».

 

No se disponían de materiales experimentales ya preparados, ni de modelos matemáticos de las formas aerodinámicas simétricas del planeador (excepto para las bombas y minas con estabilizador, pero sin alas). Por lo tanto, se organizaron pruebas de modelos en los túneles de viento del TsAGI y del GK NII VVS. Además, se realizaron pruebas de prototipos mediante caída libre, registrando la trayectoria de vuelo con un cineteodolito. Para 1943, se había acumulado suficiente material experimental sobre aerodinámica para realizar cálculos prácticos a la hora de diseñar modelos reales.

 

Ciertos problemas surgieron a la hora de elegir el método de indicación del objetivo, así como con la creación de un sistema de seguimiento automático, y además garantizar la selección de un objeto que pudiera servir como blanco. Posteriormente, en 1947, Svecharnik escribió: «Era necesario seleccionar un blanco lo suficientemente importante para justificar el gasto de una munición tan cara y compleja». Tras una serie de consultas y reuniones, una de las cuales contó con la presencia del académico S.I. Vavilov, se optó por un sistema de indicación por contraste contra la superficie del mar y se seleccionó un buque como blanco. Se determinó que la carga explosiva requerida era un equivalente a la bomba FAB-250.

 

En 1943, se desarrollaron el esquema principal y las soluciones técnicas básicas para la munición SB-1. Se trataba de «una bomba planeadora autoguiada con dos alas idénticas y perpendiculares entre sí, dos timones idénticos y perpendiculares entre sí, dos sistemas de guiado idénticos, cada uno actuando sobre el timón correspondiente, y dos indicadores fotoeléctricos idénticos que reaccionaban al desplazamiento del punto luminoso más grande desde el centro del campo de visión en dos direcciones perpendiculares entre sí».

 

El indicador óptico de objetivo consistía en una fotocélula con un disco Nipkow. La calidad de la imagen transmitida por los discos Nipkow, como en todos los televisores mecánicos, era bastante baja, pero suficiente para determinar la silueta de un barco sobre el mar.

 

Cabeza automatica de la bomba SB-1M (vista frontal)

 

Cabeza automatica de la bomba SB-1M (vista frontal-derecha a 1/4)

 

La señal se transmitía desde las fotocélulas a través de un amplificador y filtros de interferencias, y luego al sistema automático de seguimiento y autoguiado, que daba órdenes a los motores para accionar las superficies de control. Para probar el sistema de control, se probó un modelo a escala real del SB-1 con el sistema de autoguiado real, instalado en el túnel de viento del NII VVS. El modelo se montó sobre una barra que permitía su libre movimiento. Se instaló una fuente de luz móvil dentro del flujo de aire, y la reacción de los timones y el movimiento del eje del SB-1 se registraban mediante instrumentos de medición.

 

Version segunda de la SB-1.

La SB-1 colocada en el tunel de viento,

montada para comprobar su dinamica de seguimiento de un

foco de luz y dentro de un caudal de aire. 1944.

 

Tras experimentos en túneles de viento, pruebas de lanzamiento y pruebas de sistemas separadamente en bancos de pruebas, el diseño de la bomba finalizó en 1944, asignándole el código SB-1M. A finales de ese año, la planta de producción experimental del VEI había fabricado un lote de bombas, de las cuales cinco se transfirieron al ejército para su prueba. Las pruebas de la SB-1M se llevaron a cabo en varias etapas en el polígono de pruebas de las Fuerzas Navales entre 1945 y 1946. En base a los resultados de las pruebas realizadas durante 1945, los militares emitieron una lista de mejoras y recomendaron la fabricación de un lote de cien SB-1M. Posteriormente, el pedido se redujo a treinta unidades, pero las instalaciones de la producción experimental del VEI, debido a su limitada capacidad, no pudieron cumplir con la totalidad del pedido en los plazos previstos.

 

Lote de bombas SB-1M, fabricadas en instalaciones de produccion experimental en VEI, 1945.

 

El diseño de la SB-1M consistía en un planeador de cuatro superficies alares, equipados con un par de timones horizontales y otro par de timones verticales. El cuerpo de la bomba era un cilindro metálico con un extremo delantero torpe y una parte trasera cónica. La parte central de la bomba era un tubo de acero para colocar la carga explosiva. En los prototipos, en lugar de una carga explosiva, se instalaron unos equipos de control y registro de datos. Al tubo se fijaban las alas y los cierres de suspensión para anclar la bomba al bombardero. La parte delantera (separable) constaba de dos compartimentos: uno para la cabeza con los elementos principales del sistema de autoguiado, y otro con elementos de alimentación (una batería 12-A-5 y 6 baterías secas BAS-G-80). El compartimento trasero contenía motores eléctricos para controlar los timones, reductores y un estabilizador de corriente para los sistemas automáticos.

 

Las alas estaban dispuestas en forma de X. Para eliminar la rotación notada durante las pruebas de 1945, en 1946 en las dos alas se instalaron alerones, controlados por un estabilizador automático de alabeo, ubicado en una de las alas de la bomba. El sistema automático constaba de un giroscopio libre y otro de precesión, de un mecanismo de dirección y de sistemas de alimentación por aire comprimido.

 

El arranque de los giroscopios se realizaba mediante aire comprimido, suministrado desde depósitos instalados en el avión. El mecanismo de dirección se alimentaba por aire desde depósitos, ubicados en uno de las alas de SB-1M. El otro ala contaba con trimmers (aletas estabilizadoras) fijas para compensar el par de giro relativo al eje longitudinal.

 

Ubicacion de los sistemas de gobierno y direccion en el plano de la bomba SB-1M

 

Ubicacion de los sistemas de gobierno y direccion en el plano de la bomba SB-1M

 

Ubicacion de los sistemas de gobierno y direccion en el plano de la bomba SB-1M

 

Los timones consistían en dos pares de superficies de perfil simétrico de forma rectangular, montados sobre los ejes de los reductores de los motores eléctricos, y estaban montados en un ángulo de 45° con respecto a las alas (visto desde la perspectiva longitudinal).

 

Los ajustes finales y las pruebas de la SB-1M en condiciones reales requirieron un gran esfuerzo para garantizar el registro de datos durante pruebas de vuelo reales. Para registrar la trayectoria de vuelo de la SB-1M, se utilizó una cámara de cine, montada en la propia bomba (se modificó la fotoametralladora PAU-22). Para proteger la película de daños mecánicos graves, la cámara se instaló en un contenedor de acero soldado de gran resistencia, instalado en la parte central del casco de la bomba, en lugar de la carga explosiva.

 

Los experimentos demostraron que la emulsión de película hinchada en los bordes impedía la penetración de agua en la superficie de interna de la película. El VEI propuso un método para enrollar el material filmado en bobinas densas, lo que permitió conservar la película en el fondo marino en agua salada durante varios días a una presión de hasta tres atmósferas sin dañar significativamente la emulsión.

 

Un periscopio montado en una de las alas servía para la observación externa, cuya imagen se transmitía a la fotoametralladora. Además, se instaló un sistema óptico, que se iba mejorando constantemente durante las pruebas: este sistema estaba encargado de proyectar, mediante espejos, las lecturas de los instrumentos de medición, instalados dentro del cuerpo de la bomba. La fotoametralladora no solo filmaba la trayectoria de vuelo de la bomba hacia el objetivo, sino que también filmaba la posición de los alerones del autómata de alabeo y timones, registrando el estado de lámparas de señalización (que se encendían al activarse los dispositivos automáticos de la bomba, por ejemplo, al mover los timones). También se filmaban las indicaciones del reloj y la separación de la bomba del avión.

 

Las pruebas presentaron diversas dificultades técnicas y organizativas. Para detectar con mayor precisión el lugar de la caída de las bombas y su posterior recuperación por parte de los buzos, la superficie del mar se pintaba con substancia fluorescente, ubicada en la bomba y que se desprendía al tocar la superficie. La misma bomba se pintó en blanco y negro para aumentar el contraste y así facilitar la observación de sus movimientos en vuelo.

 

Durante las pruebas en el polígono se utilizaron los siguientes aviones: un Tu-2 (para pruebas de lanzamiento de las SB-1M), un A-20G y un Po-2 (para acompañamiento y filmación) y además un B-25 (para control de los equipos de la SB-1M en vuelo).

 

El avión Tu-2 fue sometido a ciertas modificaciones. Se le instalaron instrumentos de medición y control y cámaras de cine adicionales (la composición de los equipos se iba modificando durante pruebas). También se probaron diversas variantes del sistema de suspensión de bombas, que consistían en una armadura especial (fabricada por encargo de VEI por la Fabrica ¹43 del MAP, antiguo NKAP), para poder anclar la bomba fuera de la bodega de bombas. La armadura se fijaba mediante «cierres falsos» a los portabombas en la bodega de bombas. Basándose en los resultados de las pruebas de 1945, se instaló un sistema neumático para activar el autómata de alabeo en la SB-1M.

 

El avión B-25 estaba equipado con equipos automáticos de la bomba, así como con un osciloscopio y cámaras de cine. La principal tarea de este laboratorio volante era probar el sistema de indicación de objetivos automático de la bomba, utilizando como blancos buques de guerra reales.

 

En 1946, paralelamente a los trabajos en el polígono de pruebas, se realizaron pruebas adicionales de la SB-1M en un túnel de viento para precisar los cálculos.

 

Ese mismo año, finalizaron por completo las pruebas del sistema de indicación de la SB-1M, utilizando como blancos los buques de guerra reales. Las pruebas se realizaron en diversas condiciones climáticas, diversa intensidad del brillo de la luz, presencia de niebla y nubes, presencia de oleaje detrás de los buques, etc. Se determinaron las condiciones para su uso contra objetivos reales.

 

En las conclusiones sobre las pruebas de lanzamiento en picado se destacó: «Al lanzar la SB-1M, la puntería no requiere una alineación precisa del objetivo con la mira (se permiten desviaciones de aproximadamente +/- 2 grados), no es necesario tomar en consideración los datos balísticos, el viento y la altitud. El lanzamiento puede realizarse, utilizando un simple visor».

 

 

El uso de la bomba era posible en un rango limitado de condiciones meteorológicas y dependía en gran medida de la nubosidad, iluminación y alejamiento a la costa. La bomba permitía atacar un buque solo durante el día en una dirección con respecto al sol dentro de un rango de +/- 90°. Al mismo tiempo, la bomba SB-1M podía detectar y alcanzar un objetivo tipo «acorazado» a una distancia de 6.500 a 12.000m, y un objetivo tipo «crucero» a una distancia de 4.000 a 8.000m, dependiendo de la iluminación.

 

Al mismo tiempo, se notó que la masa de la carga explosiva de 100 kg era insuficiente para garantizar la destrucción de dichos objetivos, a pesar de que esta masa correspondía a los requerimientos técnicos iniciales. NOTA: FAB-250 tenía 118-122kg de explosivo, dependiendo del modelo.

 

Por lo tanto, la SB-1M, a pesar de haber pasado todo el ciclo de pruebas con una evaluación positiva, todavía no podía recomendarse para ser admitida en las fuerzas armadas.

 

Por esta razón, al aprobar el informe de pruebas el 29 de diciembre de 1946 mediante la orden ¹00115, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Navales Kuznetsov señaló:

 

«Como resultado de las pruebas, se confirmó la posibilidad de crear, a partir de modelos experimentales de la SB-1M, una munición que corrige automáticamente su vuelo hacia el objetivo y capaz de garantizar un impacto suficientemente preciso. La ventaja fundamental de una munición autoguiada que se dirige automáticamente hacia el objetivo es que resuelve el problema de alcanzar con precisión objetivos puntuales, en lugar de cubrir áreas específicas (nota: con munición no guiada), lo cual es de especial importancia a la hora de realizar misiones contra buques de guerra».

 

Considerando la gran importancia de las municiones guiadas, Kuznetsov ordenó formular los encargos para la industria, con el objetivo de crear nuevas bombas con el sistema de autoguiado ya probado, así como desarrollar nuevos sistemas de indicación y autoguiado.

 

Debido a las insuficientes capacidades productivas del VEI, el equipo de ingenieros continuó desarrollando bombas inteligentes acorde a los requisitos modificados, pero a partir del 1947 formando parte de un nuevo buro de ingeniera, constituido para tales fines. Tras realizar una serie de trabajos de diseño e investigación experimental, se crearon y se admitieron en las fuerzas armadas varios tipos de sucesores de la SB-1M.

 

Para la elaboración del artículo se utilizaron materiales del Archivo Estatal Ruso RGAE.

 

Modelo SB-1 a escala 2/3.

Version con conos en las superficies. 1943.

 

Version primera de la SB-1, 1944.

 

Bomba SB-1m (vista lateral)

 

Bomba SB-1m (vista frontal)

 

Bomba SB-1m (vista en diagonal)

 

Bomba SB-1m (vista en diagonal), lista para ser anclada en el Tu-2

 

Bomba SB-1m (vista frontal-derecha a 1/4), anclada en un Tu-2

 

Bomba SB-1m, anclada en un Tu-2

 

Tu-2 en tierra con la SB-1M anclada. 1945.

 

Sistema de suspensión para la bomba SB-1M en el avión Tu-2

 

 
 

HR_Crash / HR_Torero

 

 

 

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