Como
resultado de la ofensiva de invierno de 1941, llevada a cabo por el
Ejercito Rojo, en la región de Staraya Russa fue rodeado el 16º
Ejército alemán. Los intentos enemigos de romper el cerco no
permitieron lograr ningún resultado. Entonces los alemanes
comenzaron a emplear la aviacion de transporte. Por la noche, en
malas condiciones meteorológicas, ellos evacuaban a los heridos,
suministraban municiones y provisiones.
En la
lucha contra estos aviones de transporte no solamente fueron
implicados los cazas, sino también los Shturmovik.
Durante
mi trayectoria bélica en el Frente Noroccidental, ocurrió el
siguiente caso. Todo pasó en la segunda mitad del mes de abril. Por
la noche, nuestras tropas terrestres nos comunicaron que están
observando un intensivo tráfico aéreo, efectuado por la aviacion
enemiga. Volvieron a comunicar lo mismo al amanecer. Nosotros lo
teníamos claro: los alemanes de noche podían aterrizar solamente en
un único aeródromo que tenían las tropas cercadas en su poder: el
aeródromo de Glebovshina. Era evidente que en el transcurso de la
noche en aquel aeródromo se habría acumulado una gran cantidad de
aviones de transporte.
Por la
mañana en la zona de nuestro aeródromo hacia mal tiempo: había
niebla, la nubosidad era baja, llegando a 200m de altitud. En estas
condiciones realizar un vuelo en grupo era imposible. Así que yo
recibí la orden de realizar una misión de reconocimiento en
solitario, y si fuera posible, atacar el aeródromo enemigo.
Despegué
por la mañana. Decidí volar por debajo de la capa de nubes y
acercarme al aeródromo sin ser descubierto, aprovechando la
nubosidad. Pero cuando hasta la línea del frente faltaban 15km, la
nubosidad se había despejado y las condiciones meteorológicas habían
mejorado considerablemente. Así que tuve que cambiar mi decisión
inicial y pasar a vuelo rasante.
De
repente descubrí que a 1,5km por delante, en vuelo rasante, por
encima de las puntas de los árboles se iban “arrastrando” 3 aviones
de transporte. Los alemanes decidieron pasar en vuelo rasante para
evitar ser descubiertos. Giré rápidamente y me dirigí hacia ellos
para efectuar el ataque. Primero ataqué al punto derecho, pero el
avión continuaba volando en formación. Los alemanes mantenían la
formación, defendiéndose con las ametralladoras. Atacar en vuelo
rasante era muy difícil. Realicé un segundo ataque, otra vez sobre
el punto derecho. El avión comenzó a separarse de los demás, y de
repente se tumbó del ala derecho, rompiendo las puntas de los
árboles, abriéndome el camino entre ellos.
Efectué
el siguiente ataque sobre el líder. Este ataque resultó ser muy
eficiente. Fue realizado justo cuando nos estábamos acercando al
aeródromo; el alemán comenzó a trepar (por lo visto, para que en el
aeródromo se den cuenta de que yo le estaba persiguiendo). Me
acerqué al máximo y cuando tras mis ráfagas el avión envuelto en
llamas cayó al suelo, yo sin querer ocupé su lugar en la formación,
saliendo sobre el aeródromo Glebovshina. A pesar de que el aeródromo
estaba fuertemente defendido por la artillería antiaérea, el enemigo
no abría fuego. Pero justo cuando me separé del otro avión para
atacar a los aviones de transporte estacionados en la parte
occidental del aeródromo, los antiaéreos abrieron un fuego muy
denso. Lancé el líquido incendiario sobre la concentración de
aviones, incendiando a 4 de ellos. Cuando estaba realizando el
viraje, mi avión fue dañado por el antiaéreo: el alerón derecho
estaba inoperativo. Pero el peligro de los antiaéreos ya había
pasado, dado que yo ya estaba fuera de su alcance. Me costó un gran
esfuerzo regresar a la base y aterrizar en la pista. Pero lo
conseguí sin mayores incidencias.
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