Al inicio
de abril de 1945 las tropas alemanas continuaban defendiéndose en la
península de Curlandia. Los alemanes tenían miedo de que nuestras
tropas corten la última vía férrea que les quedaba para abastecerse
de municiones y provisiones, por lo cual crearon unas fortísimas
líneas defensivas al sur de dicha línea férrea, desde Libava hasta
Saldus. A lo largo de toda la línea férrea, y sobre todo en las
estaciones ferroviarias, los alemanes concentraron una gran cantidad
de artillería antiaérea. Los cazas alemanes patrullaban
continuamente este importantísimo tramo ferroviario.
Era el
comienzo del mes de abril nuestro avión de reconocimiento aéreo nos
informó por radio que en dirección de Libava se dirige un convoy
ferroviario cargado de tropas y armamento. El convoy estaba formado
por 20 plataformas, en las cuales estaban los tanques y piezas de
artillería, y también por 20 vagones cubiertos. Al recibir dicho
informe, el comandante del regimiento me llamó al puesto de mando y
me encargó la siguiente misión: “destruir este convoy ferroviario
como sea”.
El tiempo
para preparar el despegue era limitado. Los aviones tenían que
despegar en 10 minutos. Fui corriendo al aparcamiento de aviones,
que se encontraba en la otra punta del aeródromo. Mientras iba
corriendo, miraba el mapa y pensaba: “¿en que sector seria mejor
realizar el ataque y en que tramo seria mas fácil detectar la
posición del convoy?”. El avión de reconocimiento aéreo informó que
el convoy enemigo partió de la estación Skrunda y se dirige en
dirección de Libava. Era evidente que mientras nosotros íbamos a
preparar el despegue y mientras tardábamos en llegar, el convoy se
desplazará del lugar indicado. Calculé que tardaríamos unos 30
minutos en llegar hasta el objetivo.
Cuando
llegué al aparcamiento, reuní rápidamente a los pilotos de mi
escuadrón y les expliqué la misión encomendada. En primer lugar les
avisé de que el objetivo que íbamos a atacar tenía dimensiones
reducidas, sobre todo transversalmente. Les expliqué que teníamos
que realizar la entrada a 10-15° respecto al vector de movimiento
del objetivo. Miré hacia el sol y decidí que seria mejor realizar la
entrada al objetivo desde el este y en dirección al oeste,
realizando el ataque desde la parte del sol. Avisé sobre esto al
resto de los pilotos.
Al
explicar la misión, les dije que probablemente nos encontremos con
los cazas enemigos y que nosotros no tendremos escolta de cazas, por
lo cual todos los pilotos y artilleros tenían que prestar la máxima
atención a la hora de observar el espacio aéreo.
Normalmente para eliminar este tipo de objetivos se enviaban por lo
menos 6 u 8 aviones, pero en mi escuadrón solamente quedaban 5. El
resto de aviones de mi escuadrón en aquel momento estaban realizando
otra misión. No tenía suficientes pilotos, por lo cual estuve
obligado a coger a un piloto novato, recién llegado de la academia
de vuelo y sin ninguna experiencia en combate. Lo puse en medio de
la formación y le avisé para que se mantenga justo en su lugar para
evitar alargar nuestra la formación y para que no se separe del
resto de grupo.
Tracé
rápidamente la ruta de vuelo en el mapa y di la orden a los pilotos:
“¡a vuestros aviones!”. Los aviones ya estaban preparados, por lo
cual al cabo de de 2 o 3 minutos comenzamos el despegue. Los 5 IL-2
realizamos un giro sobre el aeródromo y nos dirigimos hacia el
territorio enemigo.
Al cabo
de 7 minutos nos acercamos a la línea del frente. Me puse en
contacto con la estación de guiado para asegurarse de la ausencia de
los cazas enemigos en la zona. Me contestaron: “todo despejado,
procedan con la misión”. Tras recibir la respuesta, seguimos volando
en dirección a la estación de Kalvene.
Según mis
cálculos, el convoy debería encontrarse justo allí, cerca de aquella
estación, a no ser que se haya retrasado por el camino.
Al llegar
a la línea del frente ya estábamos a 1000m de altitud. Alcancé esta
altitud a propósito, para poder cruzar la línea del frente en ligero
descenso, incrementando la velocidad de vuelo. Cuando estábamos
sobre la línea del frente, por la izquierda de nuestra formación las
baterías de antiaéreos alemanes abrieron fuego (Fig.64). Di la orden
al grupo para romper la formación y me desvié a la derecha, hacia un
gran bosque, para esquivar el fuego de los antiaéreos. Seguidamente
di la segunda orden: “¡realizad maniobras de despiste a los
antiaéreos variando la altitud!”. Los pilotos comenzaron la maniobra
de inmediato.
EL ESQUEMA
DEL ATAQUE SOBRE LA ESTACIÓN FERROVIARIA KALVENE

Fig.64 (pulsar para ampliar)
Al cabo
de medio minuto detecté una pequeña columna de humo al este de la
estación Kalvene. No me había equivocado en mis cálculos. Medio
minuto más tarde me di cuenta de que el convoy estaba entrando en la
estación Kalvene. Decidí realizar el ataque sobre el convoy
directamente en la estación, auque yo era consciente de que allí nos
íbamos a encontrar con una fuerte oposición por parte de los
antiaéreos. Realizando pequeñas correcciones de rumbo, comencé la
aproximación a la estación.
Al
noreste y al este de la estación había un gran bosque. Decidí
realizar el ataque entrando desde allí, porque la entrada será muy
beneficiosa para nosotros: de esta manera evitaríamos el fuego de la
artillería antiaérea por la derecha y por la cola. Me fijé atención
en la parte sur-este de la estación y enseguida me di cuenta que
desde allí habría una fuerte oposición de los antiaéreos enemigos.
Por tanto, presté la máxima atención a la hora de observar aquel
sector, que se encontraba al suroeste de la estación.
Nos
estábamos acercando a la estación por el este. Las vías férreas que
estaban debajo de nosotros iban desde la estación en dirección al
este, y la estación se encontraba por nuestra izquierda. Di la orden
al resto de pilotos para que se pusieran en “formación escalonada
alargada”. “Atacaremos el convoy ferroviario. Para realizar la
entrada al objetivo seguid mi ejemplo. Al salir del ataque realizad
maniobras de despiste a los antiaéreos continuamente”.
Estábamos
a 900m de altitud. Para realizar el ataque, giré bruscamente a
izquierdas y puse el avión en picado. Mientras nos acercábamos a la
estación, los antiaéreos no estaban disparando, pero cuando comencé
el picado, abrieron un intenso fuego frontal. Enseguida detecté la
posición de las piezas de artillería antiaérea. Pensé que en la
primera pasada seria mejor que todo el grupo atacara primero a los
antiaéreos, sin lanzar las bombas sobre el objetivo principal. Así
que seguidamente di la orden: “No lanzad las bombas. Seguid mi
ejemplo. Neutralizad a los antiaéreos con cañones y ametralladoras”.
Saqué
bruscamente mi avión del picado, volé en horizontal unos instantes y
seguidamente entré otra vez en picado para atacar a los antiaéreos.
Apunté con precisión y neutralicé el fuego de uno de los antiaéreos.
Al salir del ataque, vi como el resto de los pilotos cumplieron mi
orden con exactitud y atacaron a los antiaéreos con los cañones y
ametralladoras. El fuego de los antiaéreos se debilitó de forma muy
considerable, era ya muy débil.
Realizamos la segunda entrada para atacar esta vez el convoy. En la
estación se encontraba otro convoy ferroviario, pero estaba sin la
locomotora. Estaba formado por unos 20-25 vagones. Al comienzo del
segundo ataque, ordené a mi grupo: “¡Distribuid las bombas para
realizar dos ataques, realizad lanzamientos de precisión!”
Con un
giro brusco a izquierdas entré mi avión en picado, apunté con
precisión y lancé 2 bombas FAB-100. Cuando salí del ataque, vi que
mis bombas cayeron justo entre los dos convoyes. Varios vagones
volaron por los aires. El resto de los pilotos lanzaron sus bombas
también sobre los convoyes. Las bombas del piloto novato cayeron en
la periferia de la estación y no causaron ningún daño.
Tras
realizar el segundo ataque, ambos convoyes estaban eliminados casi
al 100%. Posteriormente realizamos varios ataques mas, disparando
con los cañones y ametralladoras. Varios vagones estaban en llamas,
sobre la estación había densas columnas de humo negro. Tras realizar
dos ataques mas, decidí retirarse del objetivo y di la orden al
grupo para ponerse en formación. En aquel instante, desde la
población de Valtaite nos atacaron en vuelo rasante 6 aviones
Me-109. Nos atacaron de forma agresiva, pero su ataque no tuvo
ningún éxito (Fig.65).
EL
ESQUEMA DEL COMBATE AÉREO DE 5 IL-2 CONTRA 6 ME-109 Y DE LA REUNIÓN DEL
GRUPO TRAS FINALIZAR EL COMBATE (ESTACIÓN FERROVIARIA KALVENE)

Fig.65 (pulsar para ampliar)
El
combate aéreo procedía bajo el siguiente escenario:
- Una
pareja de Me-109 atacó el avión del Mládshiy Leytenant Drozdov, pero
el Leytenant Gotseridze rechazó el ataque con sus cañones y
ametralladoras.
- La
pareja de Me-109 que atacó el avión de Gotseridze fue rechazada por
el artillero aéreo del avión de Drozdov.
- La
pareja de Me-109 que atacó a mi avión fue rechazada por el artillero
del avión de Pronin.
- La
pareja de Me-109 que intentó atacarme en el primer círculo, realizó
el giro a derechas y me volvió a atacar desde la cola. Pero el
Starshiy Leytenant Bordyugov rechazó el ataque de esta pareja.
- La
pareja de Me-109 que en el segundo círculo intentó atacar el avión
del Mládshiy Leytenant Drozdov acabó bajo el potente fuego de los
cañones del Leytenant Goytseridze y el artillero aéreo del avión de
Drozdov. El líder del grupo alemán quedó dañado, realizó un giro a
izquierdas y se dirigió hacia el territorio alemán. Su punto le
siguió y se retiró también. Los 4 Me-109 restantes vieron que eran
incapaces de causarnos ningún daño, realizaron un ataque más sin
lograr ningún éxito y se retiraron hacia su territorio. Yo, cuando
vi que los alemanes se habían retirado, realicé la “serpiente”,
reuní el grupo y nos pusimos el rumbo hacia la base. Regresamos sin
ninguna incidencia y sin perder ni un solo avión.
Cumplimos
con éxito nuestra misión. En el combate aéreo y estando en
inferioridad numérica logramos la victoria. Todos los pilotos
actuaron de forma tácticamente correcta y coordinada, y con la ayuda
de los artilleros aéreos rechazaron todos los ataques de los cazas
enemigos, ayudando a sus compañeros en todo momento.
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