En la
Gran Guerra Patriótica la mayor parte de los combates aéreos eran
llevados a cabo en grupo. Sin embargo, nuestros pilotos de caza
también tuvieron que realizar combates aéreos solitarios,
enfrentándose contra un enemigo que les superaba numéricamente.
Los
combates aéreos de este tipo no son corrientes y como norma general
tienen un carácter casual. A pesar de ello, la táctica de un combate
aéreo de un caza solitario representa un gran interés, dado que en
este tipo de combate se ponen a prueba todas las cualidades
individuales de un piloto de caza.
Los
alemanes a menudo recurrían a la táctica de separación de aviones
sueltos del grupo principal, obligándoles a alejarse de los demás, y
les imponían un combate desproporcionado en cuanto a relación
numérica. Este tipo de combates en la mayoría de los casos acababa
con una victoria o muerte, o en el mejor de los casos, con la
perdida del avión. Nuestros pilotos de caza en la mayoría de los
casos salían victoriosos de un combate solitario, y solamente
aquellos, que al encontrarse con un gran grupo de cazas enemigos,
perdían la iniciativa e intentaban escaparse, finalmente, siempre
acababan siendo derribados.
Poniendo
en común toda mi experiencia en combate, llegué a la conclusión de
que en el caso de encontrarse en solitario con un enemigo que te
supera numéricamente y durante la realización de un combate en
solitario, el piloto tiene que actuar de siguiente manera:
-
informar por radio a su comandante sobre el lugar del combate y
sobre la cantidad y tipo de aviones enemigos;
- ahorrar
la munición, disparar solamente en aquellos casos cuando se asegura
la precisión;
-
realizar las evoluciones y las maniobras de forma agresiva y
razonable, y teniendo en cuenta todas las características
técnico-tácticas de su avión;
-
aprovechar las condiciones meteorológicas, por ejemplo: realizar
salida del ataque en dirección al sol, y desde el mismo lado
realizar el contraataque sin demora y sin esperar que el enemigo te
ataque a ti;
- basar
el combate de tal modo que permita arrastrar al enemigo a nuestro
territorio y a las zonas cubiertas por nuestra artillería antiaérea;
- no
perder altitud durante el combate, sino ganarla, o por lo menos,
mantenerla;
- no
perseguir a los aviones dañados;
-
recordar en todo momento que la observación del espacio aéreo es una
de las principales condiciones para lograr la victoria;
- no
salir primero del combate y no parar de realizar ataques ofensivos a
pesar de fallo del armamento o por falta de munición.
Para
confirmar lo dicho, describiré uno de estos combates, realizados por
mí en uno de los sectores del Frente Noroccidental, en las cercanías
de la ciudad de Staraya Russa.
El 13 de
agosto de 1942, al final del día, la tensión del trabajo bélico
alcanzó su apogeo. Durante el día nuestros pilotos realizaron varios
vuelos de combate, cada uno de los cuales era acompañado de
encarnizados enfrentamientos aéreos.
A las
20:00 horas, uno de nuestros grupos despegó para realizar otra
misión más. A mi punto y a mi nos ofrecieron descanso, dado que
aquel día habíamos realizado 6 combates aéreos.
Tras
haber pasado 15 minutos desde el despegue del grupo, los mandos
recibieron el aviso de que nuestro grupo esta llevando a cabo un
combate aéreo en inferioridad numérica y solicita refuerzos. Mi
punto y yo, a pesar del cansancio, nos ofrecimos para ayudar a
nuestros compañeros, y tras obtener el permiso, despegamos.
Durante
el despegue y tras haber realizado el primer giro, mi punto me
informa por radio de que su avión no estaba en condiciones para
poder seguir volando. Yo le ordené realizar el aterrizaje de
inmediato, y posteriormente decidí seguir con la misión en
solitario, para ayudar a mis compañeros.
Me puse
en rumbo de combate y al poco tiempo recibí el aviso por radio:
hacia nuestro aeródromo se dirigen 6 Me-109, a 2.000m de altitud.
Por lo visto, su objetivo era realizar el ataque sobre nuestros
cazas que estaban volviendo a su base tras cumplir la misión.
Antes de
entrar en contacto con el enemigo, logré ganar 2.000m de altitud y
justo por delante, a la misma altitud, vi a los 6 Me-109. Una pareja
de ellos pasó de lado y regresó a su territorio. Ataqué a los 4
Me-109 restantes, realizando el ataque frontal (Fig.9)
COMBATE AÉREO DE 1
YAK-7B CONTRA 4 ME-109 (1 ESCENARIO)

Fig.9
(pulsar imagen para ampliar)
Me di
cuenta de que mi inesperado ataque les cogió por sorpresa: los
alemanes estaban indecisos durante los primeros segundos. Ellos
comenzaron a formar el círculo defensivo, pero segundos más tarde
comprendieron que yo estaba solo, por lo que se lanzaron los cuatro
sobre mí. Sin perder tiempo, entré en un combate aéreo basado en
virajes, y empleando tácticas ofensivas.
Durante
los primeros segundos del combate, aprovechando la caótica formación
de los aviones enemigos y las buenas características de viraje del
avión Yak-7b, me puse detrás de uno de los Me-109 y con la primera
ráfaga abierta a 100m de distancia lo incendié (Fig.10)
COMBATE AÉREO DE 1
YAK-7B CONTRA 4 ME-109 (2 ESCENARIO, COMBATE EN VIRAJES)

Fig.10 (pulsar imagen para ampliar)
Tras
haber logrado el éxito, me entretuve y no me di cuenta de cómo uno
de los Me-109 me atacó. La metralla del proyectil que impactó en la
cabina de mi avión, me provocó una herida en el brazo y otra en la
pierna derecha. Lancé bruscamente mi avión en trepada, realicé un
raversman esquivando el ataque del Me-109, corrigiendo de esta forma
mi error. Tras haber acabado por encima del enemigo, pude valorar la
situación, así como inspeccionar de forma visual los instrumentos y
el avión en si (por suerte, el avión prácticamente no presentaba
daños).
Sin hacer
el caso a las heridas y sin perder ni un solo instante, volví al
ataque con mi avión. Comenzó el combate basado en figuras verticales
y en virajes (Fig.11). Los alemanes en varias ocasiones lograron
ponerse en una posición ventajosa para atacarme, pero gracias a que
yo no les perdía de vista en ningún momento, tenía bajo control
todas sus maniobras y en el último instante lanzaba bruscamente mi
avión en un viraje, para aprovechar la ventaja del Yak-7b sobre
Me-109 en este tipo de maniobra.
El
combate era cada vez más encarnizado. Los alemanes, tras haber
perdido un avión, no querían dejarme escapar. Yo, a pesar de las
graves heridas, seguía luchando y realizaba combate ofensivo en todo
momento.
COMBATE AÉREO DE 1
YAK-7B CONTRA 4 ME-109 (3 ESCENARIO, COMBATE BASADO EN FIGURAS
VERTICALES)

Fig.11 (pulsar imagen para ampliar)
Los
alemanes intentaron emplear otra táctica. La pareja de Me-109 se
separó en lateral, y tras haber ganado altitud, tomó el rol de
aviones de bloqueo. Me quedé en combate a solas con el tercer
Me-109. Cuando yo lograba ponerme en posición ventajosa para
atacarle, la pareja superior de Me-109 llegaba enseguida para
ayudarle. Por consiguiente, yo tenía que abortar el ataque y
esquivar el fuego de esta pareja de Me-109.
Aproximadamente en el minuto 25 del combate, los alemanes se
pusieron en cadena y a gran velocidad y por turnos comenzaron a
atacar mi avión, intentando obligarme a entrar en la vertical
(Fig.12). En estas condiciones, era probable que uno de los Me-109
lograra captarme durante la maniobra vertical. Comprendí sus
intenciones, y no realicé ninguna maniobra vertical, que ellos
intentaban imponerme; seguía basando mi combate en virajes.
COMBATE AÉREO DE 1 YAK-7B CONTRA
4 ME-109 (MINUTO 25, COMBATE BASADO EN FIGURAS VERTICALES)

Fig.12 (pulsar imagen para ampliar)
Los
ataques de los alemanes eran cada vez más feroces. Aprovechando su
caótica formación de combate, en uno de los instantes logré captar a
uno de los Me-109 en mi colimador. Una ráfaga del cañón, y el
segundo avión alemán se incendió y se estrelló contra el suelo
(Fig.13)
La
restante pareja de Me-109, tras haber perdido a su segundo avión,
dejó de atacarme. Y es cuando sentí un agudo dolor en las
extremidades heridas. Sin quitar la vista de los Me-109, tomé rumbo
hacia la base. Seguidamente los alemanes entraron en picado para
atacarme por debajo. Yo de inmediato me puse en viraje. Los alemanes
acabaron debajo de mí en una posición peligrosa para ellos, por lo
que abortaron el ataque y tras haber realizado el giro, se retiraron
del combate hacia su territorio.
COMBATE AÉREO DE 1
YAK-7B CONTRA 4 ME-109 (4 ESCENARIO, MINUTO 30)

Fig.13 (pulsar imagen para ampliar)
Así es como acabó mi combate contra 4 Me-109. El combate duro 30 minutos.
Este combate había demostrado que las características del caza
Yak-7b eran muy superiores a las características de los cazas
alemanes. En unas horas me trajeron las cruces de hierro de los
“ases” alemanes que yo había derribado en aquel combate.
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