En junio
de 1943 nuestro Regimiento Aéreo de Cazas de la Guardia estaba
emplazado en el aeródromo de Staronizhne-Steblievskaya.
El
regimiento recibió la orden de defender el espacio aéreo sobre
nuestras tropas terrestres en la zona de Kíevskaya.
Despegué
liderando el grupo de 6 LaGG-3 a la zona indicada para realizar la
patrulla aérea.
Durante
la ruta hasta el objetivo subimos a 3.000m de altitud. Cuando
llegábamos al sector de nuestra responsabilidad, me puse en contacto
con la estación de guiado aéreo. En aquel momento en la estación se
encontraba General-Mayor de FFAA Dzusov. El general nos dio la orden
de no entrar en combate contra los cazas enemigos, dado que nuestra
principal misión consistía en no dejar llegar hasta su objetivo a
los bombarderos alemanes, o en el peor de los casos, impedir que
hagan un bombardeo con precisión.
Para no
estar a la vista de los alemanes con todo el sexteto, ordené a la
pareja de St. Serzhant Reznik a separarse de nosotros en lateral,
ganar 500m sobre nosotros y mantenerse por la parte del sol, sin
perderme de vista en ningún momento.
Con los 4
aviones restantes realizábamos grandes círculos, a 3.000m de altitud
y patrullando a lo largo de la línea del frente.
Tras
pasar pocos minutos, detecté a 6 puntos negros acercándose hacía
nosotros (Fig.4)
Los
antiaéreos alemanes dispararon en nuestra dirección una salva con
una de sus baterías, para indicar a sus cazas nuestra posición. El
sexteto de FW-190 iba en formación estrecha y a gran velocidad. Como
supimos más adelante, este grupo fue enviado para limpiar el aire,
con el objetivo de atar en combate a mi grupo y de esta manera
posibilitar a sus bombarderos a efectuar el bombardeo con precisión.
6
LAGG-3 CONTRA 6 FW-190 (ATAQUE FRONTAL)

Fig.4
(pulsar imagen para ampliar)
Siguiendo
a los cazas, iba un grupo bombarderos alemanes, dotado de hasta 50
aparatos Ju-87, escoltados por 14 cazas Me-109. Comenzó el combate
aéreo de 6 LaGG contra 6 FW-190, 14 Me-109 y 50 Ju-87.
Ordené a
la pareja de St. Serzhant Reznik: “¡ataca por arriba!”. Pero el
tenia una ventaja en altitud solamente de 75-100m, por lo que tuvo
que realizar un ataque frontal.
En este
momento General Dzusov ordenó por radio: “¡No entren en combate con
los cazas, ataquen a los bombarderos!”
Pero la
situación nos obligó a entrar en combate con los cazas. En el primer
ataque derribamos a 1 FW-190, otros 3 FW-190 giraron bruscamente y
sobrevolaron mi avión. La pareja restante de FW-190 se fue subiendo
y sin tardar, realizó medio raversman y atacó a la pareja de St.
Serzhant Reznik. Como resultado, en el primer ataque fueron
derribados ambos cazas soviéticos. Serzhant Jorenko murió en el
acto, y St. Serzhant Reznik saltó en paracaídas.
La pareja
de St. Serzhant Reznik fue derribada porque tras realizar el primer
exitoso ataque, ambos se entretuvieron y sin haber mirado bien
alrededor se lanzaron sobre los bombarderos ignorando los cazas
enemigos. Además, esta pareja (en detrimento a mi orden) se
encontraba demasiado lejos de nosotros, con lo cual nosotros no
pudimos ayudarles a tiempo. Esta falta disciplinaria ocasionó la
perdida de un piloto y de dos aviones.
Los Ju-87
estaban llegando. Me acerqué a la mínima distancia al grupo de los
Ju-87 y comencé el ataque. En el primer ataque derribamos a 2
bombarderos (Fig.5). Tras finalizar el ataque, penetramos dentro de
la formación de bombarderos, con lo que los cazas alemanes no tenían
la posibilidad de atacarnos, dado que tenían miedo de derribar a sus
propios bombarderos.
Aprovechando la confusión creada entre los cazas alemanes, giramos
por parejas rápidamente y nos colocamos por debajo de la formación
de los bombarderos, para estar fuera de alcance de sus artilleros.
Yo y mi punto derribamos a un bombardero durante la salida del
picado, mientras que la segunda pareja atacó por debajo y derribó a
otro bombardero. Posteriormente, la segunda pareja atacó a una
pareja de Bf-109 y sin haber logrado éxito giró para acercarse a mí.
Volví a atacar con mi punto a 2 Bf-109 y me dirigí hacia la segunda
pareja para reunirme con ellos.
Cuando
nos reunimos formando escuadrilla, ordené por radio a los demás a no
separarse en ningún momento y bajo ninguna circunstancia.
Los cazas
alemanes por todos los medios intentaban separarnos por parejas para
luego atacarnos uno por uno, pero nosotros nos manteníamos en grupo
y llevábamos a cabo de forma activa un combate aéreo defensivo, dado
que nosotros 4 nos teníamos que enfrentar a 14 Me-109 y 5 FW-190.
Realizando ataques por parejas sobre mi grupo, los alemanes me
obligaban a llevar a cabo un combate aéreo horizontal, lo que era
muy incomodo, dado que esto disminuía la maniobrabilidad de mi grupo
y reducía la libertad de acción. En un combate aéreo basado en
maniobras horizontales, tras finalizar un ataque, no es posible
ocupar una posición ventajosa para realizar un ataque posterior; así
mismo, un combate de estas características hace que los pilotos se
cansen de forma prematura, y además, no permite acercarse al enemigo
para disparar con precisión.
COMBATE
AÉREO DE 6 LAGG-3 CONTRA 70 AVIONES ENEMIGOS

Fig.5 (pulsar imagen para ampliar)
A pesar
de nuestra inferioridad numérica, mi grupo y yo derribamos a 4
bombarderos y a 1 caza FW-190, perdiendo por nuestra parte a 2
aviones y a 1 piloto.
Teniendo
en cuenta que el combate fue realizado con aviones LaGG-3, que por
sus características de vuelo y tácticas eran algo inferiores a los
Me-109 y FW-190, se puede afirmar que era un combate duro y
provechoso en cuanto a la experiencia obtenida en él.
En base a
lo anterior se puede sacar siguientes conclusiones:
1) No se
puede separar el grupo bajo ninguna circunstancia; el grupo tiene
que conservar la formación de combate inicial escalonada;
2) En
ningún caso se puede perder la moral. Es necesario dar ejemplos a
los subordinados para mantener su moral. Como norma general, las
acciones relámpago, agresivas y bien pensadas suelen dar la
victoria.
3) La
falta de apoyo de fuego (a causa de una maniobra incorrecta y
separación del grupo principal) rompe el grupo y hace que el combate
se vuelva desorganizado, y en consecuencia, provoca bajas
injustificadas;
4) Un
combate aéreo bien organizado y dirigido permite obtener éxito en
inferioridad numérica;
5) Un
gran grupo de cazas enemigos contra una pequeña patrulla no es
efectivo, dado que durante el combate los aviones se molestan unos a
otros. En este caso, el enemigo debe asignar parte de los casas para
llevar el combate directo, mientras con la parte restante se debe
reforzar las posiciones introduciendo parejas o escuadrillas
individuales en los momentos clave.
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