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Heroe de la URSS, Capitan de la Guardia

I.D. PASHKOV

"Ataques del bombardero – “cazador” sobre los

objetivos ferroviarios"

Informe del combate

Biografía del piloto

 

Combate realizado con: Pe-2

Ataques del bombardero “cazador” sobre objetivos ferroviarios

 

En septiembre del 44, tras la rotura de las defensas enemigas en el campo de operaciones de Sandomir, nuestro ejercito iba avanzando a marchas forzadas, exterminando al enemigo.

 

El enemigo comenzó a trasladar reservas de tropas y diverso armamento al lugar de la rotura del frente.

 

Era otoño. Las condiciones meteorológicas eran muy adversas, con una nubosidad continua muy baja, y con continuas precipitaciones. Estos factores influían de forma muy negativa sobre la coordinación de acciones conjuntas de nuestra aviación con las tropas terrestres.

 

No había ninguna posibilidad para que los bombardeos puedan actuar en grupos a causa de las malas condiciones meteorológicas.

 

Nuestros mandos nos ordenaron realizar misiones con aviones-“cazadores” en solitario. Estas misiones deberían ser realizadas por las tripulaciones con un excelente nivel de preparación para poder pilotar en tan difíciles condiciones meteorológicas.

 

El comandante me informó sobre los objetivos de la misión: eliminar los convoyes enemigos que se encontraban en el tramo ferroviario Volbrom-Mehuv y destruir la estación Tunnel. Al mismo tiempo debíamos realizar la misión de reconocimiento para averiguar la dirección del movimiento de las tropas enemigas que se encontraban en aquel sector.

 

En el sector correspondiente seleccioné mi objetivo: la estación Tunnel, en la cual, según los informes del servicio de reconocimiento, acababan de llegar 4 convoyes ferroviarios transportando las reservas.

 

Mi carga bélica era de 8 FAB-100 armadas con los detonadores APUV, ajustados para detonación instantánea.

 

La estación era defendida por 3 baterías antiaéreas de medio y pequeño calibre, sin tener en cuenta los antiaéreos que se encontraban en las plataformas de los convoyes.

 

La estación Tunnel estaba rodeada de bosques, lo que facilitaba el acercamiento sin ser detectado. Decidí realizar el ataque-sorpresa, desde el norte, saliendo desde los bosques, volando rumbo 175°, y a 15° de inclinación respecto al objetivo.

 

Después de volver a revisar todos los datos, de acordar con otros miembros de mi tripulación las acciones conjuntas, de recibir las últimas instrucciones y el informe sobre la información meteorológica, despegué.

 

Crucé la línea del frente dentro de las nubes basándome en las indicaciones del reloj. Atravesé las nubes cuya franja inferior se encontraba a 300m, y salí en el punto de referencia previsto que se encontraba en un terreno poco poblado. Posteriormente procedí a volar en vuelo rasante.

 

Fig.34

 

Para poder detectar visualmente el objetivo, me aparté unos 4km de la estación Tunnel, pasando en paralelo. En la estación detecté 4 convoyes, varios vagones y cisternas sueltas.

 

Salí al norte de la estación, evitando los poblados realicé un giro y tomé rumbo hacia el objetivo. Me acerqué a la estación en vuelo rasante (Fig.34).

 

Me estaba acercando encima de un bosque, volando en vuelo rasante a 420 km/h. La cota inferior de la nubosidad sobre el objetivo era de 400m.

 

Cuando hasta el objetivo faltaban 2km, puse bruscamente mi avión en trepada para ganar altitud. La velocidad bajó a 330 km/h. Gané los 350m de altitud en unos 8-10 segundos. Me quedaban 5-6 segundos que fueron suficientes para calcular el régimen de vuelo adecuado y para poder realizar un bombardeo de precisión.

 

El lanzamiento fue realizado en serie lanzando las 8 bombas. Las bombas acertaron justo en el objetivo. Seguidamente fotografié los resultados del lanzamiento.

 

Cuando las bombas explotaron, las ondas expansivas hicieron saltar el avión varias veces. Mientras estábamos sobre el objetivo, el artillero-operador de radio estaba disparando a los convoyes con su ametralladora BC.

 

El resultado del bombardeo, confirmado por los resultados de fotocontrol, fue que fueron destruidos dos locomotoras, diez vagones y plataformas con cañones y vehículos. Fueron destrozados o volcados

 

Después de fotografiar la estación, realicé el deslizamiento y pasé en vuelo rasante. En ese momento detecté otro convoy ferroviario, que se dirigía desde la estación de Mehuv a la estación Tunnel.

 

Tomé la decisión de atacarlo. Giré hacia el este, pase 9km, realicé un giro a 180° y tomé rumbo hacia el oeste. Cuando hasta el objetivo faltaba 1,5km, realicé la “montaña” a 420 km/h.

 

Gané los 350m de altitud. Cuando el ángulo de visualización era adecuado, puse el avión en planeo a un ángulo de 25-30°, dirigiéndolo a lo largo del convoy.

 

Abrí fuego desde 800m de distancia, apuntando a 10 milésimas de la distancia de colimador por debajo de la locomotora y corrigiendo la ráfaga por las trazadoras, finalmente acertando en el blanco. Durante la pasada di 3 ráfagas largas y salí a 80-100m de altitud. Antes de comenzar el ataque había ordenado al artillero-operador de radio: disparar sobre el convoy con su ametralladora.

 

Los proyectiles impactaron con precisión en la locomotora y los vagones. El convoy se paró, la locomotora se cubrió de nubes de vapor. Mi segundo ataque fue dirigido sobre los soldados que saltaban de los vagones. Después de realizar el segundo ataque, comencé a fotografiar los resultados del ataque.

 

Para cumplir la misión de reconocimiento bajé y me puse en vuelo rasante. Tomé rumbo hacia Volbrom, volando en paralelo a la línea del ferrocarril, pero alejado a una distancia segura y suficiente para no perderla de vista. Evitaba sobrevolar poblaciones de gran tamaño.

 

En la estación de Vilbrom detecté 5 convoyes ferroviarios. También en la carretera Volbrom-Mehuv detecté un intenso tráfico bilateral de vehículos y de carros a caballo.

 

Para incrementar el radio de acción del radiotransmisor entré en las nubes y a una altitud de 500m ordené al operador de radio a transmitir los datos obtenidos durante el reconocimiento aéreo.

 

Posteriormente bajé, disparé sobre los vehículos y carros que se movían por la carretera. Estuve disparando hasta agotar por completo la munición. Al navegador y al artillero-operador de radio aun les quedaba una cantidad suficiente de munición para rechazar el posible ataque de los cazas.

 

La existencia de una baja y continua nubosidad nos daba la posibilidad de refugiarse en las nubes en cualquier momento.

 

CONCLUSIÓN:

 

Como resultado de nuestro ataque sobre la estación Tunnel, fueron destruidas dos locomotoras y diez vagones y plataformas cargadas de maquinaria bélica. Adicionalmente dejamos fuera de servicio una locomotora en la entrada a la estación y detuvimos un convoy.

 

Dado que no teníamos escolta de cazas, nuestro plan de vuelo estaba basado exclusivamente en la estrategia de ocultarse y en el factor sorpresa. Para no ser detectados aprovechábamos las nubes, el vuelo rasante, y evitábamos sobrevolar poblaciones.

 

Un reconocimiento previo del terreno realizado por nosotros antes del ataque (sin ser descubiertos) nos dio la posibilidad de evaluar correctamente la situación, tomar una decisión acertada y seleccionar con antelación la ruta de ataque, lo que nos posibilitó tomar un rumbo de ataque preciso. Esto fue uno de los pilares de nuestro éxito.

 

Al tomar el rumbo de ataque correcto y realizando “la montaña” antes del lanzamiento y el posterior vuelo rasante conseguimos unos buenos resultados.

 

El ataque-sorpresa y el tiempo limitado sobre el objetivo dejaron al enemigo sin posibilidades de prestar resistencia.

 

El ejemplo expuesto confirma la eficacia de los “bombarderos-cazadores” para poder ejercer una presión continua sobre el enemigo en las épocas cuando no existe ninguna posibilidad de actuar en grupo a causa de malas condiciones meteorológicas.

 

 

HR_Crash / HR_Torero

 

 

 

 

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