Durante la operación de Lvov
realizada en el año 1944 el enemigo comenzó a incrementar sus reservas a
marchas forzadas, trasladándolas desde el oeste, y concentrándolos en
las estaciones de Lvov y Gorodok.
El mando puso el objetivo de
la misión: realizar un ataque simultáneo a las estaciones de Lvov y de
Gorodók.
Yo recibí las siguientes
órdenes de la misión: atacar a los convoyes ferroviarios estacionados en
la estación de Lvov y dejar a la estación fuera de servicio. Para
efectuar el ataque fueron asignados dos escuadrones (18 Pe-2). La misión
fue analizada por el personal de vuelo que iba a participar, se
repartieron las misiones entre los comandantes de las escuadrillas,
fueron simulados diferentes escenarios en el caso de encontrar a los
cazas enemigos y en el caso de encontrar una fuerte cobertura de la
artillería antiaérea en la zona del objetivo.
El despegue se efectuó desde
el aeródromo de Chulguzov. El primer grupo formado por dos escuadrillas
despego en dirección a la estación de Gorodók, y al pasar 10 minutos
despegué yo con otros dos grupos de aviones (18 Pe-2) hacia la estación
de Lvov para poder atacar a las dos estaciones simultáneamente. De esta
forma conseguiríamos dispersar a los cazas enemigos. 20 minutos antes
despegó un avión de reconocimiento para averiguar la situación en el
lugar del objetivo y para comunicar por radio los datos obtenidos a los
grupos que en aquel momento ya tenían que estar en el aire.
Las condiciones
meteorológicas eran favorables para poder realizar con éxito la misión:
nubosidad de dos niveles, la cota mínima de nubes era de 1200-1500
metros con intensidad de 6-7 grados.
El grupo se dirigía hacia el
objetivo en formación siguiente: una “columna de escuadrones” a
distancia de 260m entre cada uno; las escuadrillas de cada escuadrón
iban en formación de "cuña”, escoltados por 12 cazas “Airacobra”.
La ruta fue configurada de
tal forma que nos permitía despistar y crear confusión en el sistema de
alerta y defensa antiaérea enemiga.
Decidí realizar la entrada
al objetivo desde la retaguardia enemiga, desde el noroeste. Para
ocultarse aprovechamos la nubosidad en la zona: volamos entre la capa
inferior y superior de las nubes.

Fig.31
El avión de reconocimiento
informó por radio que en la estación de Lvov había 5 convoyes
ferroviarios. Al localizar la línea ferroviaria entre Lvov – Gorodok,
nuestro grupo tomó rumbo hacia el objetivo y se situó por debajo de las
nubes (Fig.31). La cota inferior de la nubosidad era de 1900m. El grupo
realizó una maniobra de descenso hasta 1700m de altitud para poder
ocultarse del fuego de la artillería antiaérea y de los cazas enemigos.
Puse mi escuadrón (9 Pe-2) en formación de “escalón derecho” para poder
bombardear en picado. El segundo escuadrón seguía volando en formación
de “cuña”, dado que tenía que bombardear en vuelo horizontal.
Cuando nos acercábamos hacia
el objetivo, la artillería antiaérea compuesta por 3 baterías abrió un
intenso fuego. El fuego iba incrementando a medida que nos estábamos
acercando. Comenzamos las maniobras de desorientación de antiaéreos,
variando la altitud y el rumbo. Las comenzamos antes de acercarse al
objetivo, y seguíamos realizándolas hasta ponerse en rumbo de combate.
Bombardeamos en picado, por
escuadrillas, desde 1700m.
Mi escuadrilla fue la
primera en bombardear. Mis objetivos eran las agujas ferroviarias de
entrada a la estación. Bombardeamos con las bombas FAB-50 y AO-50.
La tercera escuadrilla
bombardeó las agujas
de salida con las bombas FAB-250. Durante el picado la distancia entre
las escuadrillas era de 200-250m.
La misión de la segunda
escuadrilla consistía en destruir los propios convoyes. Bombardeó en
planeo con las bombas AO-25 y ZAB-100.
En total realizamos una sola
pasada. Al salir del picado, realicé un giro a la derecha y reuní
rápidamente a todo el grupo. En este momento también llegó el grupo que
atacó a la estación Gorodok.
Durante nuestra retirada del
objetivo desde el aeródromo de Lvov despegaron 18 cazas Me-109 y FW-190.
Intentaron atacarnos, pero los cazas nuestra escolta, conjuntamente con
nuestros artilleros no les dejaron ni acercarse.
Como resultado de nuestro
ataque fueron destruidas las
agujas
de entrada y de salida a la estación. En la propia estación surgió un
gran incendio, acompañado de fuertes explosiones de las municiones
almacenadas.
Después de cumplir la misión,
todos los aviones volvieron a la base sin sufrir ninguna baja.
A finales del mes de febrero
y al inicio marzo del 1945, los “cazadores” alemanes intensificaron sus
ataques sobre nuestros aviones sueltos en la zona de nuestro aeródromo
de Brig. Sus acciones no causaban bajas importantes, pero dificultaban
nuestro trabajo rutinario. Nuestros mandos tomaron la decisión de
bombardear varios aeródromos enemigos, en los que se encontraban estos
cazas alemanes.
Yo recibí el objetivo de la
misión: con dos escuadrones de 18 Pe-2 eliminar los aviones enemigos
estacionados en el aeródromo de Lamsdorf (40km al sur de la ciudad de
Brig).
La misión fue estudiada por
todo el personal participante, se fijaron los objetivos a todos los
comandantes de las escuadrillas y también a las dos tripulaciones
adicionales que fueron asignadas para destruir los almacenes de
combustible y para neutralizar la artillería antiaérea enemiga.
Nuestra formación fue
escoltada por 12 cazas “Airacobra”, que estaban emplazados en nuestro
aeródromo.
El servicio de
reconocimiento nos informó de que los aviones enemigos se encuentran
estacionados en su aeródromo.
Aproximadamente a las 17:30
despegaron los bombarderos, posteriormente despegaron los cazas. Nuestro
despegue fue escoltado por una escuadrilla de cazas, que estaban
patrullando la zona a 2000m de altitud.
El grupo fue reunido sobre
nuestro aeródromo, fue puesto en formación de “columna de escuadrillas”,
y posteriormente se dirigió hacia el objetivo.

Fig.32
El primer escuadrón fue
liderado por mí, el segundo por el mayor Mumokin. La situación
meteorológica era favorable para el cumplimiento de la misión. La
visibilidad era limitada, y la nubosidad fragmentada nos daba la
posibilidad de ocultarnos, lo que nos permitía acercarse al aeródromo
enemigo sin ser detectados. La mayor parte de la ruta pasaba por encima
de los bosques. Entramos al objetivo desde la retaguardia enemiga.
Al acercarse al aeródromo,
los grupos redujeron bruscamente la altitud pasando desde 2700 a 2000m,
y se pusieron en rumbo de combate (Dib.32).
Los aviones enemigos estaban
estacionados en los aparcamientos. Sobre el aeródromo estaban
patrullando 4 FW-190 que fueron atacados por nuestro grupo de combate.
Uno de los alemanes fue derribado.
Debido a que estaba
anocheciendo, decidí realizar el bombardeo en una sola pasada.
Los
grupos de nueve bombarderos
en cada uno, en formación
dispersa, en picado
poco pronunciado lanzaron las bombas a lo largo de los aparcamientos. Se
usaron las bombas FAB-100 y AO-25.
Mi escuadrón bombardeó el
aparcamiento de la parte noreste del aeródromo. El segundo escuadrón
bombardeó el aparcamiento de la parte noroeste. La pareja de Pe-2,
asignada para destruir los almacenes de combustible, hizo explotar su
objetivo en el primer ataque.
El fuego de la artillería
antiaérea de pequeño calibre era poco efectivo. Al salir del picado, el
grupo fue reunido rápidamente y puesto en formación de combate y se puso
rumbo a la base. Todos volvieron sin sufrir ninguna baja.
Como resultado del ataque
fueron destruidos 16 aviones enemigos y los almacenes de combustible.
Los resultados fueron confirmados por las tripulaciones, y
posteriormente por los resultados de fotocontrol.
La
“caza libre” de los bombarderos
En el mes de noviembre del
1943 nuestra aviación era incapaz de realizar misiones de forma
intensiva a causa de malas condiciones meteorológicas.
Solamente eran enviadas las
tripulaciones más expertas, capaces de pilotar en condiciones
meteorológicas muy adversas.
Yo tenía bastante
experiencia en misiones de “caza libre” para bombardear las estaciones
ferroviarias y tramos
transitorios,
aeródromos y los convoyes de carretera.
Nuestros servicios de
inteligencia nos informaron de que el enemigo utiliza la estación
ferroviaria de Smela (estación del Norte y estación del Sur) para el
traslado de tropas de reserva y de municiones.
Recibí el objetivo de la
misión: conjuntamente con el capitán Pashkov tenía que realizar un
bombardeo sobre las estaciones de Smela. Pashkov tenía que atacar la
estación del Sur, yo – la estación del Norte. Para cumplir la misión,
nos concedieron plenos poderes de decisión.
La carga bélica estaba
formada por 8 FAB-100 en cada uno de los aviones. La situación
meteorológica era complicada hasta tal punto que el despegue tuvo que
ser realizado por turnos.
Primero en despegar fue
capitán Pashkov. Al cabo de 5 minutos despegué yo.
La nubosidad era continua y
muy baja, de 25-50m de altitud, y nos obligaba a volar en vuelo rasante.
La visibilidad era de 500-1000 metros. El suelo estaba cubierto por la
nieve recién caída, lo que dificultaba aun más la orientación y el
pilotaje.

Fig.33
Al acercarnos a la línea del
frente, incrementé al máximo la velocidad de vuelo y crucé la línea del
frente en vuelo rasante, dado que en aquel momento no sabía la altitud
de la nubosidad detrás del rió Dnieper. Detrás de la línea del frente la
nubosidad se levantó hasta 300m.
Al acercarse al objetivo, ví
cómo capitán Pashkov fue atacado por una pareja de Me-109. Pashkov se
retiró a las nubes. Yo decidí ayudarle. La primera decisión fue llamar
la atención de los cazas, pero esto pudo haberme llevado a la misma
situación que a capitán Pashkov.
Por consiguiente, cambié mi
decisión inicial. Entré en las nubes y me puse en mismo rumbo que los
cazas enemigos, saliendo de las nubes periódicamente, pero tratando de
no ser descubierto.
De esta manera me acerqué
por detrás del punto de la pareja de Me-109 a 20-30m de distancia y abrí
el fuego con el armamento de tiro frontal (Fig.33). Después de la cuarta
ráfaga el caza enemigo quedó envuelto en llamas. Mientras yo estaba
fotografiando el avión derribado, el otro Me-109 (el líder de la pareja)
se puso detrás de nosotros y se preparó para atacar, pero su ataque no
tuvo éxito, y nosotros conseguimos volver a entrar en las nubes.
Mientras tanto, capitán
Pashkov realizó el bombardeo sobre la estación de Smela-Norte.
A partir de allí tomé rumbo
hacia el oeste para bombardear la otra estación entrando desde la
retaguardia enemiga. Al mismo tiempo pude realizar la misión de
reconocimiento de la estación de Tsvetkovo y atacar un escuadrón de
caballería, que en este momento estaba saliendo del bosque al oeste de
esta estación.
Después de realizar el
ataque al escuadrón de caballería, llegué a la estación de Smela. Me
acerqué a la estación dentro de las nubes y puse mi avión en planeo para
dificultar el cálculo a los antiaéreos enemigos.
Una vez calculada la deriva
lateral, lancé las bombas sobre la estación desde 250m de altitud. Como
resultado, explotó una cisterna de combustible. La estación quedó
envuelta en llamas.
De vuelta a la base, antes
de cruzar la línea del frente, ataqué un vehiculo ligero, bombardeándolo
con las granadas AG-2 desde 30 metros de altitud. El vehiculo volcó y
quedó destrozado.
Dado que la altitud de vuelo
era muy baja, crucé la línea del frente en otro sector y volví a mi
aeródromo de Poltava sin incidencias.