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Los cazas "Yak" en la Gran Guerra Patriotica

 

Yak-1 M-105PA (versión de invierno)

 

[TsAMO, f. 35, op. 11287, d. 471 y 1073; f. NII VVS, op. 485690, d.]

 

El Yak-1 M-105PA en versión de invierno se fabricaba durante el invierno del 1941-1942. En realidad era un Yak-1 estándar, de serie, pero con una cierta cantidad de mejoras incorporadas con el objetivo de incrementar su capacidad combativa durante el invierno y para facilitar su explotación en condiciones invernales. Sus principales diferencias eran:

 

- esquíes plegables en vez del tren tradicional;

 

- superficies cubiertas con pintura lavable MK-7 en base a tiza y pegamento (se pintaba por encima del camuflaje de verano);

 

- aislamiento térmico de los sistemas del grupo hélice-motor (tuberías, radiador, del depósito de expansión del sistema hidráulico, tuberías que conectaban el radiador, deposito de aceite, el filtro “Kuno”, deposito de la válvula de purga del sistema de aceite);

 

- sistema de disolución de aceite por medio de gasolina;

 

- uso de anticongelante en el sistema hidráulico;

 

- camisa de algodón para la capota del motor cuando el avión estaba parado;

 

- uso de tapas y colchones especiales para proteger los radiadores cuando el avión estaba parado.

 

Estas modificaciones permitieron utilizar al Yak-1 en los aeródromos de campo severamente cubiertos por nieve sin necesidad de limpiarla, redujo al mínimo la probabilidad de detectar el avión en tierra por parte del enemigo, facilitó el arranque del motor “en frío” en condiciones de bajas temperaturas medioambientales y permitió mantener caliente durante tiempos prolongados el grupo hélice-motor sin la necesidad de realizar arranques periódicos del motor para evitar su congelación.

 

El Yak-1 ¹38-55 con los esquíes plegables y con superficies pintadas de recubrimiento en base a tiza y pegamento (MK-7) estuvo pasando las pruebas estatales y de fabrica (conjuntas) en la fábrica de Saratov en noviembre de 1941 [TsAMO, f. NII VVS, op. 485655, d. 474.]. Las pruebas fueron llevadas a cabo por una brigada, compuesta por representantes del NII VVS (ingeniero M.A. Pronin), representantes de la comisión militar de admisión adjunta a la fábrica (piloto K.D. Klimushkin, ingeniero K.V. Gundobin), representantes del LII (piloto N.S. Rybko, ingeniero P.S. Limar).

 

Fueron realizados 18 vuelos para determinar las prestaciones de vuelo del avión y más de 50 despegues y aterrizajes para probar los esquíes y su mecanismo de pliegue.

 

En el diseño inicial del tren del Yak-1 (al igual que en otros cazas) la instalación de los esquíes plegables no estaba prevista. Pero para instalar los esquíes no fue necesario cambiar el diseño del propio avión. El amortiguador principal, el mecanismo de pliegue y despliegue del tren seguían siendo los mismos. El esquí se levantaba bajo la cúpula para las ruedas y sobresalía por delante del borde de ataque de ala 600mm. Esta parte del esquí estaba cubierta por una capota, adaptándose al perfil del ala.

 

Esta versión de invierno incrementó el peso del Yak-1 en 74-75kg (50kg por sustituir las ruedas por los esquíes, 4-5kg por la pintura del camuflaje de invierno y 20 Kg por el aislamiento térmico del grupo hélice-motor). El peso al despegue se incrementó hasta 2.985kg. La velocidad en todo el rango de altitudes se redujo en 30-40km/h.

 

En general las características de vuelo empeoraron (ver tabla P.2.2.). Esto se explica principalmente por el aumento de la resistencia aerodinámica, provocado por el ajuste incompleto del esquí al ala, y debido al incremento del peso de vuelo del avión.

 

El incremento de la distancia de despegue y la reducción de la distancia de aterrizaje era causado por el mayor coeficiente de fricción de los esquíes contra la nieve, en comparación con el coeficiente de fricción de las ruedas contra tierra.

 

El camuflaje de invierno (en base a tiza) aumentaba la resistencia aerodinámica de las superficies, y en consecuencia también reducía la velocidad máxima en 7-10km/h, al mismo tiempo empeorando en cierta medida las restantes características de vuelo. Pero con un debido tratamiento de las superficies (lijado), su resistencia llegaba a ser prácticamente la misma que la de las superficies cubiertas con pinturas estándar.

 

En cuanto a las técnicas de pilotaje, el Yak-1 con los esquíes y el camuflaje de invierno a grandes rasgos no tenia diferencias respecto al Yak-1 con tren estándar.

 

En cuanto al aterrizaje, éste incluso era más fácil de realizar, dado que en caso de cometer errores (por ejemplo, inclinaciones laterales) el avión prácticamente no hacia el “burro”, como en caso del tren estándar. Además, el ángulo anticapotaje se incrementó por lo menos en 3º, alcanzando 28,5º. Por eso el riesgo de capotar durante el aterrizaje, a pesar de tener un frenado más fuerte, prácticamente no existía.

 

El ángulo anticapotaje del Yak-1 con el tren estándar y la carga útil completa era de 25,5º. Con los depósitos vacíos pero con la munición completa el ángulo se reducía hasta 22º, frente al mínimo permitido de 26,5º. Por eso, durante la explotación en invierno del Yak-1 con tren estándar en los aeródromos de tierra con nieve, el insuficiente ángulo anticapotaje era la causa de la mala capacidad de paso del “Yak”. Se producían daños en la hélice durante el carreteo, despegue y aterrizaje. En algunos casos incluso llegaba a provocar el capotaje del avión.

 

Los mayores puntos débiles de los esquís, detectados durante su explotación, eran los siguientes:

 

- en el aparcamiento los esquíes “se pegaban” fuertemente a la nieve y para mover el avión del sitio hacía falta balancearlo, haciendo fuerza en las alas y la cola;

 

- los esquíes tenían resistencia insuficiente y sólo aguantaban como máximo 70-80 despegues y aterrizajes.

 

En la orden del NKAP del 15 de agosto de 1941, emitida tras la resolución del GKO del 14 de agosto, se hablaba de dotar de esquíes a todos los aviones que operan durante el invierno en la banda fronteriza (obvio, porque el frente se mueve y en la retaguardia había aeródromos fijos y con mejor mantenimiento). Según esta resolución del GKO, en un plazo de 2 semanas el NKAP tenia que diseñar, fabricar y presentar a la VVS un modelo estándar de los esquíes plegables, unificado en cuanto a la base del esquí, su cardán y su amortiguador, con el objetivo de dotar a los aviones MiG-3, Yak-1, Yak-7 y LaGG-3. (A recordar que en la familia “Yak-1” los esquíes por primera vez fueron utilizados durante el primer periodo de las pruebas de fábrica del I-26-1 ya a comienzos de 1940.).

 

Los planos técnicos de los esquíes para los aviones de serie Yak-1 y Yak-7 fueron elaborados en el OKB de A.S. Yákovlev y fueron entregados a las fábricas que producían aviones serie.

 

El esquí tenía dos largueros, una anchura de 620mm y una longitud de 1.650mm. El área conjunta de los dos esquíes principales era de 2,04m2. El esquí de cola era plegable. Su diseño era idéntico para todos los cazas. La masa de los dos esquíes principales ascendía a 123kg, y la masa del esquí de cola ascendía a 6kg.

 

La experiencia, obtenida durante el uso de los cazas Yak-1, Yak-7, LaGG-3 y MiG-3 demostró que la instalación de los esquíes ponía a los pilotos soviéticos en desventaja respecto a los enemigos, dado que estos últimos volaban durante todo el año usando el tren tradicional, y por tanto no sufrían perdida de velocidad.

 

En total entre el septiembre de 1941 y el 25 de febrero de 1942 fueron fabricados alrededor de 830 aviones Yak-1, dotados de esquís.

 

Posteriormente los esquís se siguieron empleando solamente en algunos tramos del frente en el norte del país.

 

La renuncia de los esquís implicaba realizar la limpieza de la nieve en los aeródromos, lo que hasta aquel momento no se hacía. Esto incrementó la carga de trabajo para los BAO (batallón de mantenimiento de aeródromo) e implicaba asumir una gran responsabilidad adicional a la hora de realizar el mantenimiento de los aeródromos de campo. Se exigió desarrollar y suministrar la maquinaria especial para el mantenimiento de pistas (maquinas apisonadoras, excavadoras, maquinas quitanieve), pero por otro lado evitaba el empeoramiento de las características de vuelo de los cazas.

 

Se desarrollaron también otros modelos de esquís para poder operar los Yak-1 durante el invierno, pero conservando al mismo tiempo el tren tradicional. Se probaron los llamados “esquís de despegue”, los cuales se desenganchaban del avión una vez éste se separaba del suelo. Pero este modelo no se llegó a emplear masivamente, dado que solamente garantizaba el despegue, no el aterrizaje. Debido a su limitado ángulo anticapotaje, en las condiciones de invierno para un Yak-1 lo más importante era garantizar el aterrizaje, no el despegue. Esta fue la razón por la cual los “esquís de despegue” no tuvieron mucho éxito.

 

A partir de entonces estos esquís se usaron principalmente para remolcar los aviones dañados en combate o averiados, desde lugares donde realizaban aterrizajes forzosos. En 1944 el NKAP encargó 5.000 juegos de estos esquís. [TsAMO, f. NII VVS, op. 485586, d. 6, l. 33.].

 

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