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LAS FUERZAS AÉREAS SOVIÉTICAS EN LA GRAN GUERRA PATRIA DE LOS AÑOS 1941-1945

 

CAPÍTULO XVI

La aviación en la operación de la Prusia oriental

 

Como consecuencia de las operaciones ofensivas realizadas en el verano y otoño de 1944 por el Ejército Rojo, fue liberado totalmente el territorio de la Unión Soviética. El Gran Cuartel General del Alto Mando Supremo planteó para la campaña de invierno de 1944 a las Fuerzas Armadas, la tarea de culminar la derrota de la Alemania fascista y obligarla a capitular incondicionalmente. Esta tarea debía ser cumplida mediante potentes ofensivas de las tropas soviéticas en las direcciones de Koenigsberg, Berlín, Praga y Viena.

Las tropas de los Frentes Bielorrusos 2° y 3°, que operaban en la dirección de Koenigsberg, debían derrotar al grupo de ejér­citos del centro, llegar al mar y ocupar la Prusia oriental.

Para alcanzar estos objetivos, el 3er Frente Bielorruso tenía que asestar el golpe principal desde el sector situado al norte de Shtalupennen con 4 ejércitos y 2 cuerpos de tanques. En el primer escalón se encontrarían los ejércitos 39°, 5° y 28° y el 2° cuerpo de tanques. En el segundo escalón del frente operarían el 11° ejército de la guardia y el 1er cuerpo de tanques. El 2° Frente Bielorruso rompería la defensa enemiga en dos direcciones. El golpe principal sería asestado por los ejércitos 3° y 48°, por el 2° ejército de choque y por el 5° ejército de tanques de la guardia, desde la plaza de armas de Rozhán en la dirección ge­neral de Marienburg. El segundo golpe deberían asestarlo los ejércitos 65° y 70° desde la plaza de armas de Serotski en di­rección a Plonsk y Belsk. El cumplimiento de estas tareas debía contribuir al éxito de la ofensiva del 1er Frente Bielorruso y del 1er Frente Ucraniano en la dirección general de Varsovia y Berlín.

Para derrotar a la agrupación enemiga de la Prusia oriental, el Gran Cuartel General del Alto Mando Supremo concentró tal cantidad de fuerzas que le aseguraban a los Frentes Bielorrusos 3° y 2° una superioridad triple sobre el enemigo.

La agrupación de aviación soviética disponía del 1er ejército aéreo (del que era comandante en jefe, el general T. Jriukin, adjunto para el trabajo político, el general I. Litvinenko, y desde marzo de 1945 el general I. Chernishov, y jefe del estado mayor, el general I. Bielov), integrante del 3er Frente Bielorruso, y del 4° ejército aéreo (del que era comandante en jefe, el general K. Vershinin, adjunto para el trabajo político, el general F. Vierov y el jefe del estado mayor, el general A. Alexéiev), perteneciente al 2° Frente Bielorruso. Al empezar la operación nuestras Fuerzas Aéreas fueron completadas con reservas, llegando a disponer de más de 3.000 aviones. Además, se subordinó a la aviación de los frentes a una parte de las unidades del 3er ejército aéreo, del 1er Frente del Litoral del Báltico, y del 18° ejército aéreo.124

La agrupación alemana de ejércitos del centro contaba con la 6ta flota aérea que tenía 775 aparatos. El enemigo poseía una red de aeródromos que le permitía maniobrar en él frente y en la retaguardia.

Los mandos de los frentes le asignaron un importante papel a la aviación en la planeada operación. Por ejemplo, el general I. Chernijovski, comandante en Jefe del 3er Frente Bielorruso, consideraba que al disponer el enemigo de potentes fortificaciones y muchos tanques, adquiría especial importancia la aviación, ya que debía paralizar las reservas, destruir la artillería e impedir el movimiento por las vías férreas y carreteras.

En el transcurso de las operaciones ofensivas, los ejércitos aéreos debían apoyar a las agrupaciones de choque de los frentes al romper la zona táctica de la defensa y desarrollar el éxito, ase­gurar la entrada en combate de las grandes unidades y agrupa­ciones de tanques, proteger a sus tropas en las zonas de concen­tración, así como su desplazamiento, y realizar todo el tiempo reconocimiento aéreo. De conformidad con estas tareas, los co­mandantes en jefe de los ejércitos aéreos adoptaron las decisiones pertinentes y los estados mayores de la aviación planearon las acciones de los ejércitos aéreos, para aquellas operaciones en que se preveía la realización de una preparación de la aviación y la protección a las tropas. En el 3er Frente Bielorruso, el 13 de enero al amanecer, 85 min antes de que emprendieran las tropas el ataque, 545 aparatos de bombardeo y de asalto, pertenecientes al frente, debían asestar golpes masivos a los puntos de apoyo de la primera línea de la defensa. Al empezar el ataque de las tropas terrestres, los 2 ejércitos aéreos tenían que apoyar constantemente a las agrupaciones de choques de los frentes.

La aviación de asalto del 1er ejército aéreo, debía operar simultáneamente en toda la profundidad táctica de la defensa enemiga. Las acciones de los aparatos de asalto serían comple­mentadas con los ataques de los bombarderos a los nudos de resistencia y puntos de apoyo. Para luchar contra las reservas que se dirigieran al frente, se designó para el primer día de ope­raciones una división de aviación de asalto y otra de caza. En el tercer día de la ofensiva serían reforzadas estas fuerzas con dos divisiones de aviación de bombardeo.

En el 4° ejército aéreo se emplearían cuatro divisiones de aviación de asalto para apoyar a las tropas del 48° ejército y del 2° ejército de choque. Con estas divisiones se formaron 8 esca­lones, con 40 a 56 aviones cada uno. Esta aviación debía atacar sucesivamente, escalón tras escalón, durante 20 min empleando el dispositivo de «círculos de patrullas». El objetivo de cada escalón iría desplazándose sucesivamente en la profundidad de la defensa enemiga de 1 a 1,5 km, lo que aseguraría una acción vigorosa y constante desde el aire al principio de la operación. La aviación de bombardeo diurno actuaría el primer día contra los nudos ferroviarios, las tropas y los almacenes del enemigo.

En los dos ejércitos aéreos se prestó gran atención a la lucha contra la aviación enemiga. En el 1er ejército aéreo se designó para atacar los aeródromos enemigos, antes de que empezara la ofensiva, las siguientes fuerzas: 2 divisiones de aviación de bom­bardeo, 3 de asalto y 4 de caza, y en el 4° ejército aéreo, 3 divi­siones de aviación de caza y una de bombardeo nocturno.

La coordinación de las acciones de los ejércitos aéreos correría a cargo del mariscal de aviación F. Falaléiev, representante del Gran Cuartel General del Alto Mando Supremo.

A fin de lograr el elemento sorpresa y confundir al enemigo, el Comandante en Jefe del 3er Frente Bielorruso decidió efectuar un simulacro de preparación de ofensiva en el ala izquierda del frente, en el sector del 31° ejército. Del 1 al 10 de enero el 1er ejército aéreo tenía que proteger una concentración de tropas fic­ticia en la zona de Suvalka y activar el reconocimiento aéreo en este sector del frente. En esta dirección fueron construidos di­versos aeródromos ficticios y se colocaron en ellos maquetas de 100 aparatos de asalto y de 60 de caza. En la zona de los aeródromos ficticios se instalaron emisoras de radio que simulaban el trabajo de los estados mayores de un ejército aéreo, de un cuerpo de aviación de asalto y de tres divisiones de bombardeo. En los demás ejércitos aéreos, se adoptaron también medidas para enmascarar las zonas de estacionamiento de las grandes unidades de aviación.

Los organismos políticos y las organizaciones del Partido se dedicaron a difundir la experiencia de combate entre el personal. Se celebraron encuentros de pilotos y observadores jóvenes con aviadores veteranos. En la 233° división de aviación de asalto hablaron a los pilotos jóvenes los Héroes de la Unión Soviética, oficiales A. Efímov, V, Bashkírov, G. Svetlichni y otros. Las medidas adoptadas contribuyeron a realizar una buena preparación para la ofensiva, a elevar la moral, la conciencia política y la dis­ciplina del personal y lo inspiraron para derrotar rápidamente al enemigo.

Al amanecer del 13 de enero, empezó la ofensiva el 3er Frente Bielorruso. La víspera por la noche, los bombarderos del 1er ejér­cito aéreo atacaron a las tropas enemigas y al material bélico en el sector de la ruptura de la defensa y efectuaron reconocimiento aéreo, realizando 740 misiones.

Al emprender la ofensiva, las tropas del frente tropezaron con una encarnizada resistencia del enemigo, que el 14 de enero, por la mañana, lanzó al contraataque la 5ta división de tanques, de la reserva. La agrupación de choque tuvo que rechazar violentos contraataques sin el apoyo de la aviación, que no pudo actuar por la niebla y la baja nubosidad.

Al mediodía del 14 de enero, el enemigo contraatacó al 5° ejér­cito con dos regimientos de infantería apoyados por 130 tanques. Pero el tiempo había mejorado ligeramente, lo que fue aprove­chado por los aparatos de asalto del 1er ejército aéreo, que efec­tuaron 257 misiones contra la agrupación de tanques, con lo que prestaron una gran ayuda a nuestras tropas al rechazar el furioso contragolpe del enemigo. No obstante, las tropas del frente no pudieron culminar la ruptura de la primera franja de la defensa, ese día.

En la ruptura definitiva de la franja principal de la defensa enemiga, la aviación jugó un papel de primer orden, ya que em­pezó a actuar activamente el 15 de enero, por la tarde, al mejorar el tiempo. Durante tres horas, antes de que oscureciera, los ejér­citos aéreos 1° y 3° realizaron 1.320 misiones, en las que atacaron los nudos de resistencia y puntos de apoyo más importantes del enemigo, a los que asestaron poderosos y eficientes golpes, que fueron aprovechados por las tropas para apoderarse de Tutshen y Pilkallen, poblados muy bien fortificados. Gracias a eso avanzaron 10 km y rompieron la zona principal de la defensa fascista.

En el cuarto día de ofensiva, la aviación del 3er Frente Ucra­niano, se dedicó preferentemente a asegurar la entrada en combate y las acciones en la profundidad de la defensa al cuerpo de tanques de la guardia. El Comandante en Jefe del frente había encomendado a este cuerpo que, en cooperación con el 5° ejército, rompiera la segunda franja de la defensa enemiga. El 16 de enero, antes de que el cuerpo de tanques entrara en combate, 324 bom­barderos de los ejércitos aéreos 1° y 3°, asestaron un golpe masivo a los principales puntos de apoyo en el sector de la ruptura y en los flancos. Esto aseguró la destrucción de las mejores fortifica­ciones de los fascistas y facilitó su ocupación por nuestras tropas. Transcurridas 3 horas, 284 bombarderos atacaron los puntos de apoyo de la tercera zona de la defensa.  Simultáneamente, la 1ra división de aviación de asalto de la guardia, apoyaba al 2° cuerpo de tanques, atacando a las tropas hitlerianas y su material de guerra en el sector del cuerpo de tanques y en el flanco de­recho. El flanco izquierdo era apoyado por la 277° división de aviación de asalto, que también prestaba ayuda al 5° ejército. Además, la 182° división de aviación de asalto y la 130° división de aviación de caza, atacaban a las tropas fascistas y su material bélico en la tercera franja de la defensa enemiga.

El apoyo al cuerpo de tanques corría a cargo de 5 divisiones de aviación de bombardeo, 3 de asalto y 1 de caza. En total, los ejércitos aéreos realizaron el 16 de enero más de 2.800 misiones.215 Al día siguiente, la agrupación de choque del frente, apoyada por la aviación, rompió definitivamente la segunda zona defensiva.

El 18 de enero al anochecer, las tropas del 3er Frente Bielorruso, apoyadas por la aviación, habían penetrado en las líneas fortificadas enemigas en un frente de 65 km de longitud y de 20 a 30 km de profundidad, creando las condiciones para que entrara en combate el grueso de las fuerzas del segundo escalón del frente. Para cooperar con las tropas, los ejércitos aéreos 1° y 3° realizaron 10.350 misiones, de las cuales el 24% fueron por la noche.216

El consejo militar del frente apreció altamente la actividad de la aviación. En su telegrama a las unidades y grandes uni­dades de aviación se decía: «Vosotros, gloriosos halcones, con vuestras heroicas acciones habéis realizado una gran proeza para mayor gloria de la Patria. Machacad implacablemente al enemigo en retirada y no le dejéis que se afiance en las líneas sucesivas.»217

Las tropas del 2° Frente Bielorruso, iniciaron la ofensiva el 14 de enero. Ese día y en los sucesivos apenas operó la aviación debido al mal tiempo. Sólo el 16 de enero, en el momento de la ruptura de la segunda franja fortificada, fue posible emplearla para apoyar a las tropas terrestres. A fin de romper rápidamente la zona táctica de la defensa, el Comandante en Jefe del frente ordenó que entraran en combate el día 15 dos cuerpos de tanques, y el 16, uno motorizado, que con la eficaz cooperación de la aviación, al anochecer rompieron la segunda zona de la defensa y crearon condiciones para que penetrara el 5° ejército de tanques de la guardia en la ruptura.

Al día siguiente, en el sector del 48° ejército, entró en combate el 5° ejército de tanques de la guardia. Apoyado por la aviación en una sola jornada penetró en la profundidad de la defensa unos 60 km. Nuestras tropas empezaron a perseguir sin cesar al ene­migo. En los primeros días, más del 85% de la aviación se dedicó a apoyar la ofensiva del 5° ejército de tanques de la guardia. A la vez se asestaron vigorosos golpes a los nudos ferroviarios, vías férreas y puentes. El 5° cuerpo de aviación de bombardeo realizó en dos días 327 misiones, en las que atacó los nudos ferroviarios de Orstelburg, Willinberg, Allenshtein y Naidenburg.

La concentración de las acciones de la aviación en el flanco derecho del frente permitió frustrar el reagrupamiento de las tropas enemigas y prestó un excelente apoyo al ejército de tanques, que el 25 de enero llegó al golfo de Frisches Haff y al día si­guiente ocupó el poblado de Tolkemit resultando cortadas las principales comunicaciones del grupo de ejército del centro. Las tropas del 70° ejército llegaron a la ciudad fortaleza de Torn y la bloquearon. La eficaz actividad de la aviación de asalto, con sus ataques a las tropas fascistas en retirada, facilitó en gran medida la exitosa ofensiva de las tropas terrestres, ya que no permitió al enemigo replegar organizadamente sus tropas a las líneas de reta­guardia para poder establecer la defensa.

El 4° ejército aéreo jugó un importante papel en el aniquila­miento de la agrupación cercada en la ciudad fortaleza de Torn. El 31 de enero, las tropas del 70° ejército emprendieron el asalto de la fortaleza. El enemigo, viendo la situación sin salida en que se encontraba, lanzó un enérgico contraataque, a consecuencia del cual salieron del cerco unos 5.000 hombres, que se dirigieron hacia el noroeste. La aviación era el único medio de que se dis­ponía para exterminarlos.

A pesar de las difíciles condiciones meteorológicas, las unidades de la 260° división de aviación de asalto asestaron unos cuantos golpes muy certeros a las tropas en retirada. Los primeros grupos de aparatos de asalto paralizaron la columna enemiga y los si­guientes, con sus ataques en vuelo rasante, en los que arrojaron bombas y dispararon con las ametralladoras y cañones, les causaron enormes bajas al enemigo. El Comandante en Jefe del 70° ejército comunicó: «...Los golpes de la aviación de asalto jugaron un papel decisivo en el aniquilamiento de la agrupación enemiga que había roto el cerco.»218

En los días sucesivos, nuestra aviación, aprovechando el me­joramiento provisional del tiempo, atacó a las tropas y nudos de resistencia de la zona fortificada de Hailsberg y luchó contra la aviación alemana. Sólo en los aeródromos de Hailiguenbal y Grunau fueron destruidos 24 aviones el 5 de febrero. Del 19 de enero al 9 de febrero el 4° ejército aéreo realizó 8.130 misiones, en las que causó grandes pérdidas al enemigo en hombres y material.

En el 3er Frente Bielorruso, el 18 de febrero alcanzó los mayores éxitos el 39° ejército. En el sector de este ejército entró en com­bate ese día, el 1er cuerpo de tanques y el 20 de enero el 11° ejér­cito de la guardia, que constituían el segundo escalón del frente. Por esta razón, el grueso de las fuerzas del 1er ejército aéreo fue concentrado en el ala derecha del frente. Antes de que entrara en combate el 11° ejército de la guardia, 130 aviones de 2 divisiones de aviación de bombardeo atacaron el importante nudo fe­rroviario de Insterburg, situado en el sector de ese ejército.

Al incorporarse a la ofensiva el segundo escalón del frente, nuestra aviación lo apoyó y protegió ininterrumpidamente, y atacó a las reservas enemigas en las carreteras. Además de los aparatos de asalto, los de caza que los protegían actuaron intensamente contra las tropas fascistas. El ataque a las tropas en retirada se realizaba de acuerdo con los datos facilitados por el reconocimiento aéreo. El 19 de enero, el Héroe de la Unión Soviética, comandante G. Párshin, que se encontraba realizando reconocimiento aéreo, descubrió un gran grupo de tanques que se disponían a contraatacar por el flanco a los cuerpos de tanques 1° y 2°. Párshin comunicó inmediatamente la noticia al puesto de mando. La aviación de asalto que se encontraba de guardia en el aeródromo, fue enviada contra los blindados del enemigo y con sus acciones impidió el contraataque.

Además de apoyar al segundo escalón del frente, parte de las fuerzas del 1er ejército aéreo continuaron ayudando a las tropas de los ejércitos 5° y 28°, en cuyos sectores ofrecía mayor resistencia el enemigo. El 20 de enero, 2 divisiones de aviación de bombardeo y otras 2 de asalto, con un total de 300 aparatos, asestaron un golpe a la ciudad de Gumbinnen, importante nudo de resistencia del enemigo. Aprovechando el ataque de la aviación, las tropas del 28° ejército, se apoderaron al asalto de una gran parte de la ciudad.

Del 21 al 25 de enero, el 1er ejército aéreo no pudo operar por la baja nubosidad y la escasa visibilidad. En los días sucesivos, aprovechando el mejoramiento del tiempo, cooperó con las tropas del frente en la ruptura de la línea exterior de fortificaciones de la ciudad fortaleza de Koenigsberg. En estas acciones, los aviones Pe-2 bombardearon los nudos de resistencia del enemigo. El 3 de febrero, 65 aparatos de la 6ta división de bombardeo de la guardia, asestaron un golpe masivo al punto de resistencia de Preisísch Ailai, arrojando sobre él 55 t de bombas FAB-500 y FAB-250. Este ataque destruyó el sistema de defensa y facilitó a nuestras tropas la ruptura de ese sistema en los accesos a Koenigsberg.

Además del apoyo a las tropas del frente, el 1er ejército aéreo atacó el transporte marítimo del enemigo y los navíos de guerra que disparaban contra nuestras tropas del litoral. Asimismo atacó los puertos de mar. El 5 de febrero, aparatos de la 1ra división de aviación de asalto de la guardia atacaron a dos destructores fascistas, averiando uno de ellos. Ese día, 60 aviones de bom­bardeo de la 276° división de aviación de bombardeo asestaron un golpe demoledor a una concentración de tropas y material bélico que se encontraba en el puerto de Pillai.

También fue una tarea importante del 1er ejército aéreo la lucha contra la aviación alemana que actuaba contra el 3er Frente Bielorruso. El enemigo trataba de atacar con grupos de unos 60 aviones. Sin embargo, la decisión y audacia de nuestros pilotos de caza hizo fracasar los propósitos de los fascistas. El 18 de enero, seis cazas del 9° regimiento de aviación de caza de la guardia, de la 303° división de aviación de caza, mandados por el comandante Amet-Jan Sultán, Héroe de la Unión Soviética y jefe de escua­drilla, y por su adjunto el capitán P. Golovachov, Héroe de la Unión Soviética, entablaron combate con 25 FW-190. Nuestros pilotos atacaron audazmente al grupo y le obligaron a arrojar las bombas lejos del objetivo y a huir hacia el oeste. Nuestros aparatos regresaron sin sufrir pérdidas en su aeródromo.

Se luchó también contra la aviación alemana atacándole en los aeródromos. Según los datos de todos los tipos de reconocimiento, al atardecer del 27 de enero, se descubrió que en los aeródromos de la zona de Koenigsberg se encontraban unos 250 aviones. El Comandante en Jefe del ejército aéreo, ordenó a la 1ra división de aviación de asalto de la guardia, a la 277° división de aviación de asalto y a la 6° división de aviación de bombardeo de la guardia que atacaran estos aeródromos. En estas acciones fueron destruidos unos 65 aparatos y averiados otros 40.219

Desde el 19 de enero hasta el 9 de febrero, el 1er ejército aéreo realizó 9.740 misiones para apoyar y proteger al 3er Frente Bie­lorruso. Nuestras tropas, protegidas por la aviación, ocuparon una gran parte de la península de Curlandia, flanquearon Koenigs­berg y llegaron a la zona fortificada de Heilsberg.

Gracias a las acciones conjuntas de las tropas y la aviación de los Frentes Bielorrusos 2° y 3°, se causaron enormes pérdidas a la agrupación alemana de la Prusia oriental, que fue seccionada en 3 partes. Cuatro divisiones fascistas quedaron en la península de Curlandia, otras 5 y un gran número de unidades independientes fueron bloqueadas en Koenigsberg y unas 20 se situaron a la de­fensiva en la zona fortificada de Heilsberg.

La liquidación definitiva de la agrupación enemiga de la Prusia oriental, fue encomendada a las tropas del 3er Frente Bielorruso, al grupo de Curlandia, constituido por las tropas del 1er Frente del Litoral del Báltico, y a los ejércitos aéreos 1° y 3°.

La derrota del enemigo se llevó a cabo perseverantemente en el transcurso de dos meses y medio. Al principio fue aniquilada la agrupación más poderosa al sudoeste de Koenigsberg, en la zona fortificada de Heilsberg, luego la de Koenigsberg y finalmente la de la península de Curlandia.

Al derrotar a la agrupación dislocada al sudoeste de Koenisgberg nuestras tropas tuvieron que pelear contra un enemigo que se resguardaba en una de las más poderosas zonas fortificadas de la Prusia oriental. Por ello se le ordenó a la aviación que destruyera los puntos de apoyo y los nudos de resistencia de la zona forti­ficada y que, a la vez, aplastara a la agrupación artillera. Además, en cooperación con la Marina de Guerra debía bloquear al enemigo desde el mar.

La situación en el aire se caracterizaba por una enorme supe­rioridad cuantitativa y cualitativa de nuestra aviación.  Además de los dos ejércitos aéreos, se empleó en la operación a una parte de la aviación de la Marina de Guerra del mar Báltico.

El 10 de febrero comenzó la ofensiva de las tropas del 3er Frente Bielorruso para derrotar al enemigo al sudoeste de Koenigsberg. A pesar de las condiciones meteorológicas desfavorables, el 1er ejército aéreo prestó una gran ayuda. El 15 de febrero sus grandes unidades realizaron más de 1.600 misiones, y de ellas unas 1.100 tuvieron como finalidad atacar a las tropas y el ma­terial de guerra del enemigo.220 Las tropas del frente, apoyadas por la aviación, avanzaron ese día 11 km. Al cumplir sus tareas de combate, nuestros pilotos dieron muestras de una elevada fir­meza, valentía y arrojo. El 17 de febrero, el comandante Plótnikov, adjunto del jefe del 9° regimiento de aviación de caza de la guardia, fue alcanzado por el fuego de la artillería antiaérea, ar­diendo su avión. Al no poder apagar las llamas dirigió a su avión contra una concentración de tropas enemigas.

Al día siguiente fue averiado el avión del primer teniente S. Dolgaliov, jefe de patrulla del 139° regimiento de aviación de caza de la guardia. Con el aparato en llamas, realizó un aterrizaje forzoso en territorio ocupado por el enemigo. Los fascistas qui­sieron apresar al aviador soviético, pero uno de los pilotos de la patrulla acudió en su ayuda. Volando en círculo ametralló y ca­ñoneó a los soldados hitlerianos que acudían corriendo al lugar del aterrizaje. El ataque del caza desconcertó y ahuyentó a los soldados fascistas, Dolgaliov consiguió ocultarse. Entretanto, el subteniente V. Mijéiev, al regresar al aeródromo dejó su caza y pilotó un Po-2, aterrizando a los pocos minutos en el lugar en que lo había hecho el jefe de la patrulla. A la vista del enemigo, Mijéiev acomodó a Dolgaliov en el avión y regresó felizmente a su unidad. El subteniente Mijéiev fue condecorado con la orden de la Bandera Roja por la valentía con que salvó la vida de su jefe.

Para el 18 de febrero nuestras tropas habían logrado penetrar 60 km en la profundidad de la defensa enemiga, arrebatándole la mitad de la plaza de armas que ocupaba. Para derrotar defi­nitivamente a los fascistas en la zona fortificada, era necesario reagrupar a las tropas y preparar una nueva operación ofensiva. Por esta razón se ordenó suspender temporalmente la ofensiva.

Desde el 22 de febrero hasta el 12 de marzo, las tropas del frente y la aviación se prepararon para la nueva operación ofen­siva que tenía como finalidad liquidar a los restos de la agru­pación enemiga del sudoeste de Koenigsberg. Entre tanto, los ejércitos aéreos 1° y 3°, además de atacar a las tropas y el material de guerra en el campo de batalla, en cooperación con la aviación de la Marina de Guerra del mar Báltico se dedicaron a hundir los transportes marítimos del enemigo.

Esto se debió a que la Marina de Guerra fascista se mostró más activa en un intento por abastecer a las tropas estacionadas en la Prusia oriental. Para impedir el transporte por mar, los ejércitos aéreos 1° y 3° incrementaron sus acciones contra los puertos marí­timos del enemigo, situados en el golfo de Frisches Haff. El 1er ejército aéreo asestó varios golpes a los navíos de guerra y buques mercantes anclados en el puerto de Rosenberg, y el 3er ejér­cito atacó la base militar de Pillai. La aviación de la Marina de Guerra atacaba a los navios y buques enemigos tanto durante su navegación como en los puertos.

En total, la aviación del frente realizó más de 12.000 mi­siones desde el 21 de febrero hasta el 12 de marzo. Fueron des­truidos diversos nudos de resistencia y causadas grandes pérdidas al enemigo en hombres y material bélico, comprendida la Marina de Guerra.

El 13 de marzo empezó la nueva ofensiva para culminar la liquidación de la agrupación enemiga acantonada al sudoeste de Koenigsberg. A causa de las desfavorables condiciones meteoro­lógicas, la aviación no pudo empezar a operar hasta el quinto día de la ofensiva. En esos días las tropas del frente sólo habían podido avanzar de 4 a 10 km. Al mejorar el tiempo, se crearon condiciones para emplear a la aviación. El 18 de marzo, los ejér­citos aéreos 1° y 3° realizaron 2.520 misiones. Según la apre­ciación del Mariscal de la Unión Soviética A. Vasilievski, coman­dante en jefe del frente, las enérgicas acciones de la aviación hicieron vacilar al enemigo y socavaron la firmeza de su defensa.221

En los días sucesivos, los ejércitos aéreos apoyaron ininterrum­pidamente a las tropas y conjuntamente con la aviación de bom­bardeo de largo radio de acción y la aviación de la Marina de Guerra, actuaron para frustrar la evacuación de las tropas fascistas por mar y las atacaron en tierra, así como al material de guerra, el transporte y demás medios de que disponía el enemigo en el golfo de Frisches Haff, en la bahía de Danzig y en los puertos.

La aviación operó preferentemente contra los puertos en los que se observaba una mayor concentración de tropas y material bélico. Del 18 al 25 de marzo, 405 bombarderos soviéticos arro­jaron 530 t de bombas sobre el puerto de Rosenberg. Estos ata­ques fueron muy efectivos. Un prisionero de la 131° división de infantería fascista declaró que en los últimos días era práctica­mente imposible la evacuación por el puerto de Rosenberg debido a la actuación de la aviación. El 25 de marzo, por la noche, las tropas del 28° ejército ocuparon la ciudad de Rosenberg. Al evaluar la actuación de la aviación, el consejo militar de ese ejército manifestó que «la ocupación del puerto de Rosenberg es un mérito de la aviación».222

A la vez que atacaban a las tropas y el material bélico en los puertos de evacuación, la aviación del frente y la de bombardeo de largo radio de acción, en cooperación con la de la Marina de Guerra, del 19 al 22 de marzo asestaron una serie de golpes ma­sivos al puerto de Pillai. Además, orientándose por las infor­maciones que facilitaba el reconocimiento aéreo, nuestra aviación operó sistemáticamente contra los convoyes de navíos de guerra y buques mercantes y contra las embarcaciones que se encontraban en el golfo de Frisches Haff en la bahía de Danzig.

Del 13 al 27 de marzo, los ejércitos aéreos 1° y 3° realizaron 20.030 misiones, de ellas 4.590 por la noche. Las enérgicas ac­ciones de la aviación en apoyo a las tropas y también sus ataques para impedir la evacuación de los alemanes por mar, facilitaron en alto grado a las tropas del frente la liquidación de la agru­pación enemiga al sudoeste de Koenigsberg. El Consejo Militar del 3er ejército envió al Comandante en Jefe del 1er ejército aéreo el siguiente mensaje: «El ejército ha terminado con éxito la ope­ración y en esto corresponde un gran mérito a las grandes uni­dades de su ejército aéreo.»223 El Consejo Militar del 28° ejército señaló que los aviadores del 1er ejército aéreo prestaron una gran ayuda durante la liquidación de la agrupación enemiga cercada al sudoeste de Koenigsberg.

Las unidades del ejército aéreo actuaron en ese período con gran intensidad. Algunos días (el 25, 26 y 27 de marzo) reali­zaron 5.000 misiones e incluso más en cada jornada para atacar a las tropas en el campo de batalla y a los medios de navegación en el golfo de Frisches Haff y en el puerto de Pillai. Sólo en el mes de marzo, los ejércitos aéreos 1° y 3° realizaron 30.000 misiones y causaron grandes pérdidas al enemigo en hombres y material, jugando con ello un papel importantísimo en el exter­minio de la agrupación enemiga.

Una vez liquidada la agrupación fascista al sudoeste de Koe­nigsberg y realizada la preparación correspondiente, las tropas del 3er Frente Bielorruso emprendieron el 6 de abril una operación para ocupar la fortaleza y ciudad de Koenigsberg. En esa ope­ración participaron grandes fuerzas de aviación. Además de los ejércitos aéreos 1° y 3°, incorporados al frente, tomaron parte en la operación el 18° ejército aéreo (aviación de bombardeo de largo radio de acción), un cuerpo de aviación de bombardeo de cada uno de los ejércitos aéreos 4° y 15° y parte de la aviación de la Marina de Guerra, en total, 2.400 aviones de combate. Las acciones de estas grandes unidades y agrupaciones de aviación fueron coordinadas por el mariscal principal de aviación A. Nóvikov, representante del Gran Cuartel General del Alto Mando Supremo.

El empleo de fuerzas tan numerosas de aviación en esta ope­ración obedeció a que, conjuntamente con la artillería, tenía que destruir las fortificaciones, aplastar las baterías artilleras y los puntos de apoyo de la ciudad fortaleza para que las tropas del frente pudieran ocuparla rápidamente con el mínimo de pérdidas. Se hace evidente la gran importancia que se concedía a la avia­ción en la operación de Koenigsberg si se tiene en cuenta que por decisión del Gran Cuartel General del Alto Mando Supremo, fue aplazada la ofensiva por no poder actuar las Fuerzas Aéreas en el plazo previsto a causa del mal tiempo. La operación fue aplazada para el 5 ó 6 de abril.

Antes de que empezara la operación, el Estado Mayor del 1er ejército aéreo elaboró el plan de acciones para las acciones de los ejércitos aéreos 1° y 3° en la operación de Koenigsberg. El plan estipulaba la realización de una preparación previa de la aviación con la finalidad de destruir los fuertes y los puntos de apoyo en los sectores de la ofensiva del 43° ejército y del 11° ejército de la guardia. Fue característico de esta operación el hecho de que la aviación atacó preferentemente los nudos de resistencia y los for­tines y casamatas. Las desfavorables condiciones meteorológicas (la niebla) impidieron realizar en su totalidad la preparación de aviación prevista por los ejércitos aéreos.  En lugar de las 5.316 misiones estipuladas para los días 4 y 5 sólo se pudieron efectuar 766. Esto influyó en el ritmo de la ofensiva de las tropas te­rrestres, que al terminar la primera jornada de la ofensiva sólo habían avanzado en algunas direcciones de 2 a 4 km.

En los tres días siguientes, la aviación operó al máximo de su capacidad, asestando poderosos golpes al enemigo. En estas jornadas actuó con gran éxito la escuadrilla mandada por el capitán A. Nedbailo, del 75° regimiento de aviación de asalto de la guardia, con­decorado con la orden de la Bandera Roja. Los pilotos dieron por lo menos seis pasadas al enemigo, causando enormes estragos en sus tropas y material. Aunque Nedbailo había llegado al frente en marzo de 1943, hasta el final de la guerra realizó 219 vuelos muy exitosos. Por su heroísmo, valentía y coraje, el Presídium del Soviet Supremo de la URSS le concedió el 19 de abril de 1945, el título de Héroe de la Unión Soviética, y el 29 de junio de ese mismo año volvió a ser honrado por segunda vez con ese título.

El 7 de abril, desde las 10:00 hasta las 13:30, fueron bombardeadas tres veces las fortificaciones y las tropas fascistas de la zona de Koenigsberg, con la participación de 246 aparatos Tu-2 y Pe-2. A continuación de la aviación del frente, asestaron un golpe masivo 516 bombarderos de la aviación de largo radio de acción pertenecientes al 18° ejército aéreo. La eficaz labor de la aviación permitió la rápida penetración de nuestras tropas en la defensa de la fortaleza. Al día siguiente, 456 bombarderos atacaron a las reservas hitlerianas que se encontraban al oeste de Koenigsberg.

Las acciones masivas del 18° ejército aéreo aseguraron el do­minio incompartido en el aire. El 7 de abril, los bombarderos de largo radio de acción fueron escoltados por 124 cazas. Además, en el momento del golpe, 108 cazas patrullaban a distintas alturas en torno a la ciudad, impidiendo la irrupción de los cazas ene­migos en la zona de acción de los bombarderos. Veinte minutos antes de que llegaran los bombarderos de largo radio de acción a Koenigsberg, aparatos de asalto y bombardeo atacaron los dos aeródromos más importantes de los fascistas, para destruir la aviación de caza enemiga. Gracias a esta medida, el 18° ejército aéreo asestó al enemigo un golpe demoledor sin perder ni un solo aparato.

La aviación de asalto y bombardeo, apoyando a las tropas del frente, atacó a las tropas y la artillería enemigas en el propio campo de batalla. Además de destruir las fortificaciones de Koe­nigsberg, causó grandes pérdidas a los refuerzos enemigos enviados desde la península de Curlandia. El 7 de abril, aviones de asalto de los ejércitos aéreos 1° y 3° asestaron varios golpes a las tropas fascistas en los bosques situados al oeste de Koenigsberg. Gracias a esos ataques, se hizo fracasar el contragolpe que preparaban las tropas hitlerianas para desbloquear a la guarnición de Koenigsberg.

Ese día se distinguió extraordinariamente el grupo de aparatos de asalto mandado por el Héroe de la Unión Soviética, M. Stepaníschev, que estuvo atacando a las tropas y la artillería alemanas en las afueras meridionales de Koenigsberg. A pesar del fuego huracanado de la artillería antiaérea, los aviones de asalto des­truyeron varias baterías de artillería y volaron tres grandes alma­cenes de municiones. Por el cumplimiento ejemplar de la tarea y la intrepidez mostrada, por decreto del Presídium del Soviet Supremo de la URSS, el 29 de junio de 1945, al comandante Stepaníschev le fue concedido por segunda vez el título de Héroe de la Unión Soviética.

Durante el asalto de Koenigsberg, la aviación de la Marina de Guerra (de la que era comandante en jefe el general Samojin), en cooperación con la aviación del frente y la de bombardeo de largo radio de acción, continuó atacando a las tropas y el ma­terial bélico del enemigo en el puerto de Pillai y a sus buques mercantes y navíos de guerra en el mar. Por ejemplo, el 7 de abril, más de 240 aparatos de bombardeo y de asalto de las Fuerzas Aéreas de la Marina de Guerra del mar Báltico, conde­corada con la orden de la Bandera Roja, asestaron varios golpes masivos a las embarcaciones del enemigo anclado en el puerto de Pillai.

Como consecuencia de las acciones conjuntas de las tropas te­rrestres y la aviación, el enemigo depuso las armas y el 10 de abril capituló la guarnición de Koenigsberg. En los cuatro días de la operación, la aviación realizó 14.090 misiones y arrojó 4.440 t de bombas. Sus acciones masivas aceleraron la capitulación de las tropas alemanas, según fue declarado por los generales ale­manes apresados. El ex jefe de la plaza y fortaleza de Koenigsberg, general Liach, manifestó: «... en la ocupación de Koenigsberg la aviación jugó un papel excepcional: los soldados estaban exte­nuados, pegados al terreno y acorralados en los fortines».

La aplastante derrota de la agrupación enemiga de la Prusia oriental debilitó considerablemente al ejército de la Alemania fascista. El mando soviético pudo disponer de las tropas y la aviación que habían quedado libres en esa zona para alcanzar la victoria final sobre el enemigo.

En conmemoración de la victoria obtenida, el Presídium del Soviet Supremo de la URSS instituyó la medalla «Por la ocu­pación de Koenigsberg», con que fue condecorado todo el personal de las unidades y grandes unidades de aviación que tomaron parte en el asalto a esa ciudad y fortaleza.

Por la experta dirección de las acciones de la aviación en la operación de la Prusia oriental, el comandante en jefe del 1er ejército aéreo, general T. Jriukin, fue galardonado por segunda vez con el título de Héroe de la Unión Soviética, de conformidad con un decreto del Presídium del Soviet Supremo de la URSS, del 19 de abril de 1945. En virtud de ese decreto se honraba también por segunda vez con el título de Héroe de la Unión So­viética a los pilotos G. Párskin, E. Kungúrtsev y G. Milnikov. Y los pilotos A. Prójorov, V. Alexenko y N. Senieiko recibían por primera vez el mencionado título. Muchos generales y oficiales de las unidades y grandes unidades de aviación que habían parti­cipado en la operación de la Prusia oriental fueron condecorados con órdenes y medallas de la URSS.

Junto con los aviadores soviéticos pelearon valientemente los pilotos del regimiento de aviación de caza francés «Normandía-Niemen». Solamente en el mes de abril efectuaron más de 500 misiones de combate y destruyeron en combates aéreos y en los aeródromos unos 60 aviones del enemigo.224 Los 24 pilotos fran­ceses más destacados fueron condecorados con órdenes de la Unión Soviética.

Desde el 23 de marzo de 1943 hasta el 2 de mayo de 1945, el regimiento francés «Normandía-Niemen» recorrió un largo ca­mino de combate, desde Kaluga hasta Koenigsberg. Sus pilotos realizaron 5.062 misiones y libraron 869 combates aéreos, en los que abatieron 266 aviones fascistas. El Gobierno soviético evaluó altamente la actividad de los pilotos franceses y condecoró al regi­miento con las órdenes de la Bandera Roja y de Alexander Nevski. Ochenta pilotos fueron condecorados con órdenes de la Unión So­viética y a 4 de ellos se les galardonó, por su valentía, con el título de Héroe de la Unión Soviética. Estos eran: Marcel Albert, Rolan de la Poin, Jaques André y Marcel Lefevre.

En la operación de la Prusia oriental, las tropas soviéticas des­truyeron las consistentes fortificaciones del enemigo, derrotaron a su gran agrupación de tropas, ocuparon toda la Prusia oriental, incluida la ciudad fortaleza de Koenigsberg, y liberaron una parte de Polonia. Al éxito de esta operación contribuyó en gran medida la aviación. A pesar de las condiciones meteorológicas desfavo­rables, durante la operación fueron realizadas unas 146.000 mi­siones, comprendidas 4.100 de la aviación de la Marina de Guerra y unas 2.400 de la aviación de bombardeo de largo radio de acción.

La principal tarea de la aviación (el 61,4% del total de misiones) consistió en atacar a las tropas y el material bélico en el campo de batalla y en las inmediaciones próximas a las líneas defensivas. Es decir, la aviación actuó preferentemente para apoyar a las tropas terrestres. Las Fuerzas Aéreas operaron ma­sivamente en los sectores más importantes. Esto se logró gracias al refuerzo que brindaron otros ejércitos aéreos, la aviación de la Marina de Guerra y la aviación de bombardeo de largo radio de acción en apoyo a las tropas que desarrollaban la ofensiva en la dirección principal. Estas fuerzas fueron empleadas en un sector muy reducido para ayudar a la agrupación de choque del frente.

Además de atacar a las tropas fascistas y su material bélico en el campo de batalla, la aviación del frente y la de bombardeo de largo radio de acción, en cooperación con las Fuerzas Aéreas de la Marina de Guerra del mar Báltico, lucharon contra los navíos de la flota hitleriana. El grado de participación de la aviación del frente en la batalla contra los barcos enemigos, de­pendió de la situación operativa concreta. Por ejemplo, hasta finales de enero de 1945, es decir, hasta que las tropas terrestres llegaron al litoral, los ejércitos aéreos 1° y 4° sólo operaron en las direcciones terrestres.  En el período de liquidación de la agru­pación enemiga al sudoeste de Koenigsberg, el 20 % del total de misiones realizadas por los ejércitos aéreos tuvo por finalidad cumplir tareas en la dirección marítima.

En el curso de toda la operación, nuestra aviación mantuvo el dominio en el aire, lo que fue uno de los factores más impor­tantes en el exitoso desarrollo de la operación. En la lucha por el dominio en el aire se empleó el 26 % de las misiones efectuadas.

En su conjunto, de acuerdo con las opiniones del mando de las tropas terrestres, la aviación jugó un importantísimo papel en la derrota y aniquilamiento de la agrupación de tropas fascistas de la Prusia oriental.

 

RKKA_OverG y HR_Tokarev

 

 

 

 

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