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LAS FUERZAS AÉREAS SOVIÉTICAS EN LA GRAN GUERRA PATRIA DE LOS AÑOS 1941-1945

 

CAPÍTULO XI

La aviación en los combates por la liberación de Crimea

 

La operación de liberación de Crimea, empezó en la segunda mitad de abril de 1944. En tanto esperaba la ofensiva del Ejér­cito Rojo, el enemigo construyó un potente sistema defensivo de una profundidad de 20 a 70 km, para lo que aprovechó el acci­dentado relieve del terreno.

La tarea de la liberación de Crimea, fue encomendada al 4° Frente Ucraniano, al Ejercito Independiente del Litoral, a la Ma­rina de Guerra del Mar Negro y a la Flotilla del mar de Azov. Para apoyar a las tropas fueron destinados el 4° ejército aéreo (del que era comandante en jefe, el general K. Vershinin, ad­junto para el trabajo político, el general Vierov y jefe del estado mayor el general A. Ustínov), el 8° ejército aéreo (del que era comandante en jefe, el general T. Jriukin, adjunto para el trabajo político, el general A. Rítov y jefe del estado mayor, el general I. Bielov), grandes unidades de la aviación de bombardeo de largo radio de acción y la aviación de la Marina de Guerra. Las acciones de combate de los distintos tipos de aviación fueron coordinadas por el general F. Falaléiev, representante del Gran Cuartel Ge­neral del Alto Mando Supremo para la aviación.

La idea de la operación consistía en asestar golpes simultáneos con las tropas del 4° Frente Ucraniano desde la parte septentrional de Crimea y con las tropas del Ejército Independiente del Litoral, desde la parte oriental de la península de Kerch en dirección a Simferópol y Sebastopol, derrotar a las tropas enemigas y no permitir que sus restos evacuaran Crimea. El 4° Frente Ucra­niano atacó desde la cabeza de puente situada al sur de Sivash con las tropas del 51° ejército y del 19° ejército de tanques.

A fin de asegurar el cumplimiento exitoso de las tareas de combate, en las unidades y grandes unidades de aviación se rea­lizó un gran trabajo preliminar con objeto de disponer de la cantidad de medios materiales, construir los aeródromos necesarios y lograr la preparación debida del personal para los combates. Se llevaron a cabo encuentros del personal dirigente de las uni­dades y grandes unidades de aviación y ejercicios aéreos con vistas a la operación. Se estipulaba dedicar hasta el 72% de la actividad de la aviación al apoyo de las tropas a la ofensiva, y en primer término a las unidades de tanques.

A la vez que se preparaban los dos ejércitos aéreos para la operación, se actuaba activamente a fin de proteger, desde el aire, a las tropas que se estaban reagrupando y concentrando; se les prestaba apoyo durante los combates que libraban para mejorar las posiciones de partida para la ofensiva; se atacaba el transporte marítimo del enemigo; se luchaba exitosamente contra los bom­barderos fascistas que intentaban destruir los pasos del Sivash y del estrecho de Kerch y se efectuaba reconocimiento aéreo sis­temático, que proporcionaba información acerca de la agrupación de tropas fascistas, del carácter de las fortificaciones y del empla­zamiento de las bocas de fuego.

Desde noviembre de 1943 hasta abril de 1944, los ejércitos aéreos 4° y 8° realizaron más de 50.000 misiones en cumplimiento de las tareas de combate.

Las tropas del 4° Frente Ucraniano emprendieron la ofensiva el 8 de abril. De acuerdo con el plan de operaciones, el 8° ejér­cito aéreo debía apoyar enteramente a las tropas del 51° ejército desde la cabeza de puente situada al sur de Sivash.  Uno o dos minutos antes de lanzarse las tropas al ataque, 108 aparatos de asalto asestaron un poderoso golpe a la primera línea defensiva del enemigo. Después de esto, la aviación se dedicó todo el tiempo a apoyar a las tropas, para lo que se encontraban permanente­mente grupos de 4 a 6 aviones de asalto, dedicándose a atacar a las tropas fascistas y a aplastar su artillería y morteros. Las tropas hitlerianas ofrecieron tenaz resistencia, sobre todo en las direc­ciones de Karankisk y Tomashevka. A petición del Comandante en Jefe del 51° ejército fueron enviados varios grupos de aparatos de asalto a esas direcciones para destruir los puntos de apoyo, y las bocas de fuego y aniquilar a las tropas. Después de los golpes de la aviación se reanudó el ataque de las tropas, que tomaron algunas trincheras.

En el cumplimiento de las tareas de combate, el personal de vuelo dio muestras de audacia, valentía e intrepidez y de una elevada maestría combativa.

El 9 de abril, un grupo de aparatos de asalto, mandado por el capitán A. Svertilov, que se encontraba atacando a la artillería en la zona de Tarjan, se percató de la presencia de bombarderos alemanes que se dirigían a asestar un golpe a nuestras tropas. Los pilotos soviéticos se lanzaron al ataque frontal, penetraron en su orden combativo y con fuego de ametralladora y cañón aba­tieron 5 bombarderos fascistas. Habiendo agotado sus muni­ciones, el piloto Pechénov embistió con el plano de su aparato a un bombardero alemán, que entró en barrena y se estrelló. Pero el avión del piloto soviético también sufrió serias averías. A con­secuencia de ello cayó Pechénov como un héroe.

Los comunistas revelaron gran valentía y elevada maestría en los combates aéreos. En vísperas de encarnizados combates ingresó en el Partido Comunista el teniente M. Pivovárov, piloto del 402° regimiento de aviación de caza. El 5 de abril, al ser condecorado, manifestó que en los combates por Crimea pelearía sin regatear su vida. Y Pivovárov cumplió su palabra. Al día siguiente abatió dos aparatos enemigos en un combate aéreo.166

El IL-2 del primer teniente L. Beda, jefe de patrulla, fue alcan­zado por un proyectil de la artillería antiaérea al atacar el aeró­dromo de Kurmán-Kemeochi. El piloto realizó un aterrizaje forzoso en territorio ocupado por el enemigo, pero acudió en su ayuda del subteniente A. Beresnov, que aterrizó cerca del aparato averiado y recogió a su jefe y al ametrallador, regresando sin novedad al aeródromo. Por su audacia e ingenio en el salva­mento, el intrépido piloto Beresnov, así como Beda, fueron propuestos por el mando para ser galardonados con el título de Héroe de la Unión Soviética.

Las tropas del 51° ejército, apoyadas por la aviación conti­nuaron desarrollando la ofensiva. Al norte de Tomashevka, en la cota 30.3 tropezaron con una tenaz resistencia del enemigo, que obstaculizaba el desplazamiento de nuestras tropas en la di­rección principal. Fracasó el intento de conquistar la cota sobre la marcha. Se entabló un cruento combate. Antes de que ata­caran las tropas y los tanques a las fortificaciones, 100 aparatos de asalto y 36 de bombardeo en picado asestaron un golpe contun­dente, después de lo cual nuestras tropas se apoderaron de la cota. Había quedado abierto el camino a Tomashevka, que fue ocupada por nuestras tropas, ese mismo día.

Aprovechando la favorable situación creada, el 19° cuerpo de tanques, que se había incorporado a la ofensiva el 11 de abril, apoyado eficazmente por la aviación, rompió sobre la marcha la segunda línea de fortificaciones y se apoderó ese mismo día de la ciudad de Dzhankói, importante nudo de carreteras.

Al mismo tiempo que se desarrollaba la ofensiva desde el sur de Sivash, las tropas del 2° ejército de la guardia, apoyadas por la aviación de la Marina de Guerra, rompieron la defensa enemiga en el istmo del Perekop y el 10 de abril llegaron a las posiciones de Ishunsk. Las exitosas acciones de las tropas del 51° ejército y del 19° cuerpo de tanques amenazaban en la zona de Dzhankói con el cerco del enemigo, que se defendía en las posiciones de Ishunsk, por lo que se vio obligado a retirase apresuradamente al interior de Crimea.

Los éxitos alcanzados por nuestras tropas al norte de Crimea crearon condiciones favorables para la ofensiva de las unidades soviéticas en la península de Kerch. El 10 de abril por la tarde, el reconocimiento aéreo descubrió que el enemigo se preparaba para abandonar sus posiciones. El Comandante en Jefe del Ejército Independiente del Litoral ordenó que las tropas emprendieran la ofensiva el 10 de abril por la noche.

Debido al cambio de la situación, el Comandante en Jefe del 4° ejército aéreo incrementó el número de misiones de la aviación de bombardeo nocturno con objeto de aplastar a la artillería ene­miga, que debía proteger la retirada de sus tropas. Para descubrir oportunamente el inicio de la retirada de las tropas fascistas, nuestra aviación estuvo volando sobre la línea principal de forti­ficaciones del enemigo. Se ordenó a las divisiones de aviación de asalto que el 11 de abril al amanecer, atacaran a las tropas ale­manas en los caminos que conducían a occidente. Las unidades de la aviación de bombardeo se hallaban preparadas para atacar las concentraciones de tropas y el material bélico.

El 10 de abril por la noche y el 11 por la mañana, nuestras tropas, con el apoyo de la aviación, liberaron Kerch. Las tropas enemigas que se defendían en esta península comenzaron a reti­rarse apresuradamente hacia el oeste. El 11 de abril al amanecer, el reconocimiento aéreo informó que los caminos que conducían desde Kerch hasta las posiciones de Ak-Monaisk estaban repletos de las tropas que se retiraban. Y en la mayoría de las estaciones ferroviarias de la península de Kerch se descubrieron concentra­ciones de trenes, lo que revelaba el propósito del enemigo de em­plear el transporte ferroviario para evacuar las tropas y material. El Comandante en Jefe del 4° ejército aéreo lanzó todas las fuerzan disponibles para aniquilar a las tropas que se retiraban. Durante el día, grupos escalonados de 4 a 6 aparatos de asalto, caza y bom­bardeo atacaron a las tropas y el material bélico en los caminos. Grupos de 12 a 18 bombarderos se dedicaron a atacar las esta­ciones ferroviarias, puentes y concentraciones de tropas.

Los ataques de nuestra aviación de asalto y bombardeo cau­saron enormes pérdidas al enemigo e hicieron fracasar su plan de evacuar a las tropas fascistas de la península de Kerch.

Las grandes unidades del 4° ejército aéreo y la aviación de la Marina de Guerra actuaron con gran tensión, asegurando  la exitosa ofensiva de nuestras tropas, que el 11 de abril avanzaron 40 km y al día siguiente por la noche, en cooperación con los guerrilleros, liberaron la ciudad y el puerto de Feodosia. Los invasores fascistas fueron expulsados de la península de Kerch en muy poco tiempo.

Una vez rota la defensa enemiga en el norte de Crimea y en la península de Kerch, a nuestras tropas y aviación se les planteó la tarea de derrotar definitivamente a las tropas fascistas y liberar Crimea.

Las tropas del 4° Frente Ucraniano, con el apoyo del 3° ejér­cito aéreo, emprendieron la persecución del enemigo. La aviación de asalto, bombardeo y caza atacaba a las tropas hitlerianas en los caminos y poblados. En ese período actuó con gran tensión la aviación de bombardeo nocturno, que dificultaba la retirada de las tropas alemanas al amparo de la noche. El ejército de la guardia, en cooperación con la aviación, aniquiló a las unidades de retaguardia del enemigo en el río Chalírlik y se lanzó a la persecución de las tropas en retirada.

La persecución del enemigo en las direcciones de Simferópol y Sebastopol corrió a cargo de un grupo móvil, reforzado por el 19° cuerpo de tanques. El apoyo y la protección de las unidades de tanques fueron encomendados a la 1° división de aviación de asalto de la guardia y al 3° cuerpo de aviación de caza, que con sus incesantes ataques a las tropas en retirada y a las posi­ciones defensivas intermedias contribuyeron al exitoso desarrollo de la ofensiva. El 14 de abril, el enemigo resistió tenazmente a nuestras tropas en la zona de la estación ferroviaria de Siureñ. Para apoyar a los tanques fue lanzada la aviación de asalto, que atacaron a las tropas enemigas, después de lo cual, la infantería y los tanques soviéticos desalojaron a los fascistas de las posi­ciones que ocupaban.

En el período de la persecución del enemigo, la aviación del frente, además de cooperar con las tropas terrestres atacó vigoro­samente, día y noche, los aeródromos de Crimea, los navíos y los buques de transporte del enemigo en la bahía de Sebastopol.

Del 12 al 18 de abril, la aviación alemana sólo realizó 530 misiones en el sector el 4° Frente Ucraniano. El 14 de abril fue el día en que se mostró más activa, efectuando en total 150 mi­siones. Los demás días no realizó más de 40 a 60 misiones y por supuesto, no pudo oponer una tenaz resistencia a nuestras tropas y aviación.167

En el desarrollo de la ofensiva, las tropas del 4° Frente Ucra­niano, con el apoyo de la aviación, avanzaron de 150 a 200 km y el 15 de abril llegaron a Sebastopol, donde tropezaron con una enérgica resistencia del enemigo.

El Ejército Independiente del Litoral en su persecución al ene­migo hacia Sebastopol avanzó en dos direcciones: con el grupo principal de las fuerzas se dirigió a través de Stari Krim y Simferópol y una parte de las fuerzas progresó a lo largo de la costa meridional de Crimea pasando por Sudak y Alushta. La aviación de asalto y bombardeo actuaba exitosamente contra las tropas en retirada por los caminos, las posiciones intermedias y los poblados, asegurando el avance de nuestras tropas. El 13 de abril, los destaca­mentos de vanguardia llegaron a la zona de Karasubazar, esta­bleciendo contacto con las tropas del 4° Frente Ucraniano.

Después de esto, el enemigo trató de retirarse por el único camino que le quedaba, el cual se extendía a lo largo de la costa del Mar Negro, en el que se encontraban algunos puertos. El 4° ejército aéreo atacó a las tropas fascistas en las zonas montañosas y los puertos marítimos. El reconocimiento aéreo descubrió una gran concentración de tropas fascistas en la costa, en la zona de Sudak, adonde llegaban constantemente las unidades que se habían retirado de la península de Kerch. El 13 de abril fue atacada esa concentración por el 4° ejército aéreo y la aviación de la Ma­rina de Guerra. A consecuencia del ataque fueron hundidas unas cuantas barcazas con tropas y material bélico. Las tropas enemigas se vieron impedidas de evacuar por la vía marítima.

A pesar del elevado ritmo de la ofensiva no se alteró la coope­ración de las tropas terrestres y la aviación. Esto fue logrado gracias a que los jefes de las divisiones de aviación de asalto se encontraban en los puestos de mando de las tropas terrestres y ordenaban directamente la actuación de la aviación en el campo de batalla. La aviación operaba constantemente, noche y día, contra las tropas en retirada. Se facilitaba el descubrimiento de las columnas de tropas enemigas por el hecho de que los camiones tenían que transitar con los faros encendidos en las zonas monta­ñosas. Para contener a las tropas enemigas, además de los ataques a sus tropas y material bélico, se producían desprendimientos de tierra en los caminos por medio de bombardeos.

En las zonas montañosas de la costa de Crimea, los aparatos de asalto operaban en pequeños grupos, ya que las elevaciones limitaban las posibilidades de maniobra. Los ataques a los obje­tivos se efectuaban con órdenes combativos muy escalonados en profundidad. En la mayoría de los casos se empleaban las hileras de parejas o patrullas, con una distancia entre ellas de 300 a 500 m. Las pasadas al objetivo se realizaban a lo largo de los barrancos, cañadas y desfiladeros, entrando por la parte de las mon­tañas y saliendo hacia el mar. La aproximación al objetivo se efectuaba a una altura algo mayor que la cumbre de las eleva­ciones de esa zona. Las otras pasadas se dificultaban por lo acci­dentado del terreno.

De acuerdo con el carácter del objetivo y del terreno, el ataque se realizaba en picado de poca inclinación o en vuelo horizontal.

Continuando la exitosa persecución de las tropas alemanas, el Ejército Independiente del Litoral llegó el 17 de abril a la zona fortificada de Sebastopol.168

En los 6 días de persecución del enemigo, el 4° ejército aéreo realizó más de 1.000 misiones. A medida que iban avanzando nuestras tropas se hacía mayor la tensión de la actuación de las Fuerzas Aéreas por quedar rezagada su retaguardia. Por esa razón se redujo en cierta medida la actividad de la aviación. Pero tam­poco la aviación alemana pudo actuar activamente desde que em­pezó la retirada de sus tropas desde la península de Kerch.

Mientras que la aviación del frente cooperaba con las tropas terrestres en la persecución del enemigo, la aviación de bombardeo de largo radio de acción se dedicaba a atacar preferentemente los puertos y bahías y la aviación de la Marina de Guerra operaba contra los navíos y buques de transporte fascistas, en primer tér­mino durante la navegación. El 14 y 15 de abril por la noche, 233 aparatos atacaron los navíos y transportes que se encontraban en las bahías de Sebastopol, hundiendo unas cuantas barcazas cargadas con tropas y material de guerra.169

Del 12 al 18 de abril nuestra aviación realizó 4.666 misiones. El elevado ritmo de la ofensiva de las tropas terrestres y la demora en la instalación de los servicios de la retaguardia de la aviación en Crimea, originada por tener que superar grandes obstáculos acuá­ticos, dificultaron extraordinariamente el suministro de material y redujeron la actividad de la aviación del frente.

Habiendo sido derrotado el enemigo en el norte y este de Crimea, el mando hitleriano se propuso mantener Sebastopol a todo trance, adonde envió los restos de sus tropas. A fin de reforzar esa plaza fueron trasladados por mar y aire 6.000 soldados y ofi­ciales fascistas. En la zona de la ciudad los alemanes habían construido un poderoso sistema defensivo, que contaba con tres franjas muy bien fortificadas. El nudo de resistencia más temible era el de Sapún-Gorá, con unas cuantas filas de trincheras muy compactas, ante las cuales había campos de minas antipersonales y antitanque y varias hileras de alambradas. También eran pode­rosos nudos de resistencia los montes de Mekénziev, Inkerman y Sajárnaya Golovka. En el bastión que mantenía el enemigo, de 29 km de longitud y 17 de profundidad, había 72.000 hombres y unos 100 aviones. El baluarte fascista estaba protegido por una triple hilera de baterías de artillería antiaérea.

A partir del 19 de abril, las tropas del 4° Frente Ucraniano empezaron a prepararse para el asalto de la zona fortificada de Sebastopol. Se planeó asestar el golpe principal con el ala izquierda del 51° ejército y el Ejército del Litoral en el sector de Supun-Gorá y Karañ para romper la defensa y llegar a los muelles más importantes de Sebastopol que podrían ser empleados por el ene­migo para evacuar a sus tropas. El 2° ejército de la guardia ases­taría antes un golpe auxiliar desde el este y el nordeste a fin de atraer fuerzas enemigas de la dirección principal.

Se ordenó que el día 5 y 6 de mayo el 8° ejército aéreo apoyara con todas sus fuerzas al 2° ejército de choque. Con los aparatos de bombardeo y asalto había que aplastar a la artillería y mor­teros del enemigo y atacar a sus tropas. Además se tenía que defender el orden combativo de las tropas contra los ataques de la aviación enemiga y combatir contra ésta en el aire y en sus aeródromos. No se podía permitir la llegada de refuerzos al campo de batalla y se tenía que atacar a los navíos y buques de transporte fascista en las bahías y en los accesos a ellas. Desde el 7 de mayo la aviación se dedicó a apoyar fundamentalmente a las tropas del Ejército del Litoral y del 51° ejército.170

El plan de, actividad de la aviación fue elaborado para tres días y en él se preveía la realización de 2.900 misiones. En ese plan se prestaba gran atención a la estrecha cooperación de la aviación con las tropas terrestres y a la aproximación de los golpes de los aparatos de asalto y bombardeo a la primera línea con el fin de destruir las bocas de fuego, antes de emprender la ofensiva y ase­gurar posteriormente su avance. A las posiciones de las tropas fueron enviados expertos oficiales de aviación, cuya misión con­sistía en señalar oportunamente y con precisión a los aviones la primera línea. Todas estas medidas contribuyeron a elevar la efi­cacia de la aviación al atacar objetivos situados cerca de nuestras tropas.

A consecuencia de las enérgicas medidas adoptadas por el mando del 8° ejército, antes de que empezara el asalto de la zona fortificada se logró el estacionamiento de las unidades de aviación en los aeródromos de vanguardia y se acumuló la cantidad nece­saria de combustible, proyectiles y demás medios materiales; se estudió el sistema defensivo del enemigo, fue planeada la acti­vidad de la aviación y la coordinación con las tropas del frente. A finales de abril fue trasladado el mando del 4° ejército aéreo al 2° Frente de Bielorrusia, y sus unidades se incorporaron al 8° ejér­cito aéreo, con lo que éste dispuso ya de 1.000 aviones.

Mientras se realizaban los preparativos para el asalto a la zona fortificada de Sebastopol, la aviación continuó operando activa­mente. En los 6 días que precedieron al asalto la aviación de bom­bardeo de largo radio de acción y el 8° ejército aéreo arrojaron más de 2.000 t de bombas y más de 24.000 bombas antitanques a las tropas y fortificaciones del enemigo.171 Los alemanes su­frieron grandes pérdidas en hombres y material, lo que facilitó la exitosa ofensiva de las tropas terrestres.

El 5 de mayo, el 2° ejército de la guardia emprendió la ofen­siva. Los aparatos de asalto y bombardeo atacaron las posiciones de artillería y morteros, destruyeron las fortificaciones y el ma­terial bélico y causaron enormes bajas a las tropas hitlerianas.

Operó con gran coraje el grupo de aparatos IL-2 mandado por el capitán A. Svertílov. El 6 de mayo, en la zona de los montes de Mekénziev, pese a la tenaz resistencia de los cazas y de la arti­llería antiaérea del enemigo, los aviones de asalto atacaron tres veces al objetivo. Quedaron aplastadas las posiciones de la artillería y los morteros y nuestras tropas se lanzaron al ataque, ocupando una serie de trincheras. El Mariscal de la Unión Soviética A. Vasilievski, representante del Gran Cuartel General del Alto Mando Supremo, que observó la excelente actuación de los aviadores, les expresó su gratitud. El piloto P. Nadezhdin, del 307° regimiento de aviación de asalto, realizó una hazaña inmortal en el cielo de Sebastopol. Al atacar a las tropas enemigas fue derribado su avión por la artillería antiaérea. Educado en el espíritu del amor y la fidelidad a la Patria prefirió la muerte al oprobio del cautiverio, por lo que enfiló su avión en llamas a un depósito de combustible. Por esta hazaña, P. Nadezhdin fue galardonado post mortem con el título de Héroe de la Unión Soviética.

Al preparar los vuelos, el personal técnico dedicó todos sus esfuerzos y capacidad para que trabajaran a la perfección los motores y el armamento. El 8 de mayo, al atacar a las tropas enemigas el grupo de aviones conducido por el comandante V. Kondakov, del 136° regimiento de aviación de asalto, resultaron ave­riados 4 aparatos. Los mecánicos komsomoles Nóvikov, Kozenko, Kdinarov y Rumiantsev trabajaron infatigablemente y durante la noche repararon las averías de los aviones, en los cuales despegaron en la mañana los pilotos para cumplir otra tarea de combate más.

Actuaron con gran éxito los pilotos de la 1° división de aviación de asalto, mandada por el teniente coronel S. Prutkov, Héroe de la Unión Soviética. En las difíciles condiciones del terreno mon­tañoso y boscoso del teatro de operaciones descubrían y destrozaban las bocas de fuego que obstaculizaban el avance de las tropas. El consejo militar del 2° ejército de la guardia les expresó su gratitud por sus acertadas acciones.

En 2 días de combate, las tropas del 2° ejército de la guardia, con la cooperación de la aviación, avanzaron considerablemente por un terreno muy accidentado.

El 6 de mayo por la noche, antes de iniciarse la ofensiva del 5 ejército y del Ejército del Litoral, la aviación de bombardeo de largo radio de acción y la del frente atacaron las líneas defen­sivas del enemigo. Al día siguiente, antes del ataque de las tropas terrestres, 18 IL-2 atacaron durante 15 min a la artillería en las laderas opuestas del Sapún-Gorá y a las tropas y las bocas de fuego en las trincheras. Estos objetivos fueron atacados por tres grupos de 6 aviones cada uno desde las 10:45 min hasta las 11: 30 min.

Aprovechando el eficaz apoyo de la aviación, la infantería ocupó la elevación Puzir y llegó a las estribaciones del  Sapún-Gorá. En la segunda línea de trincheras el enemigo recibió a nuestra infantería con un fuego bien organizado, por lo que se detuvo el avance. En este crítico momento fueron enviados suce­sivamente en ayuda de las tropas tres grupos de 6 aparatos de asalto al mando de los capitanes M. Stepaníschev y N. Anísimov y del teniente V. Kozenkov. Siguiendo las indicaciones transmi­tidas por radio, los aviones atacaron con toda precisión las trin­cheras, situadas en lo alto del Sapún-Gorá, sobre las que dieron unas cuantas pasadas. A consecuencia de las audaces y resueltas acciones de los aviadores de la 1° división de asalto de la guardia, el enemigo sufrió muchas bajas y dejó de ofrecer resistencia.

Por su activo apoyo a las tropas en ofensiva, y por su arrojo, valentía y heroísmo en los combates, a los aviadores del 8° ejército aéreo les fue erigido un monumento conmemorativo en el túmulo de Malájov.

También jugó un importantísimo papel la aviación en la ocu­pación de la altura Sajárnaya Golovka y otros puntos de apoyo que protegían los accesos a Sebastopol. El 7 de mayo por la noche, la aviación de bombardeo de largo radio de acción y la aviación de bombardeo nocturno del frente asestaron varios golpes de cre­ciente potencia a la defensa del enemigo, destruyendo su material bélico y causándole numerosas bajas. Para cumplir esta tarea la aviación realizó unas 1.000 misiones.

Las tropas del frente, con el activo apoyo de la aviación, con­tinuaron desarrollando la ofensiva. La aviación de asalto y bom­bardeo atacaba los puntos de apoyo y las bocas de fuego del ene­migo y apoyaba a las tropas, que estaban peleando por Karañ, la elevación Kaya-Bash, el sovjós no. 10 y otros puntos. Al mismo tiempo, la aviación atacaba a los barcos que se encontraban en las bahías y a los aeródromos del enemigo.

Como resultado de los combates, el 8 de mayo al anochecer, con el apoyo de la aviación, nuestras tropas penetraron en la pri­mera franja defensiva de los fascistas y a los 2 días superaron las fortificaciones interiores de Sebastopol y liberaron esta ciudad. Los restos de las tropas enemigas se retiraron a la bahía de Jersones.

En los días de la liberación de Sebastopol se cubrió de gloria el capitán P. Kamozin, Héroe de la Unión Soviética. Su escua­drilla derribó en Crimea 63 aviones, y el propio Kamozin, indi­vidualmente o en grupo, abatió 19. En total en toda la guerra derribó 35 aparatos enemigos. Por sus nuevas proezas combativas realizadas en el frente le fue concedido por segunda vez el título de Héroe de la Unión Soviética de acuerdo con un decreto del Presidium del Soviet Supremo de la URSS del 1 de julio de 1944.

En los días sucesivos las tropas del frente acercaron sus re­servas y se prepararon para romper la última línea de defensa del enemigo. Por cuanto los fascistas trataban de evacuar los restos de sus tropas de Crimea, la aviación de asalto y la de bom­bardeo se dedicó preferentemente a atacar las embarcaciones que se encontraban en las bahías de Kamishov y Kazhach y en las proximidades de las mismas.

El mando alemán intentó el 11 de mayo por la noche evacuar sus tropas de la bahía de Jersonés. Pero a las 3 de la madrugada, nuestras tropas, que habían reanudado la ofensiva, rompieron la última línea defensiva y para el mediodía habían liquidado ente­ramente la agrupación enemiga de Crimea.

La caravana de embarcaciones del enemigo, que navegaba desde el oeste con el propósito de evacuar a las tropas fascistas fue atacada por nuestra aviación y artillería, por lo que no pudo llegar a la costa. Ese día, nuestra aviación y la Marina de Guerra del Mar Negro hundieron 13 barcos de transporte alemanes, con tropas y carga, que se encontraban en las bahías, en sus proximi­dades o en los muelles. Fracasó el plan de evacuación. Numerosos soldados y oficiales fueron muertos o heridos y, además, se hicieron 25.000 prisioneros.

De este modo, las tropas del 4° Frente Ucraniano, con el ac­tivo apoyo de la aviación, se apoderaron por asalto en muy poco tiempo de la zona fortificada de Sebastopol. En esta operación jugó un papel muy importante nuestra aviación, que en 8 días realizó más de 13.000 misiones, de las que 2.000 tuvieron por finalidad el ataque a las caravanas de embarcaciones alemanas en el mar. La aviación alemana sólo realizó en ese período unas 700 misiones.

La operación ofensiva de Crimea ha pasado a la historia del arte militar como una de las operaciones más afortunadas de la Gran Guerra Patria y en ella participaron, las Tropas Terrestres, la Marina de Guerra y las Fuerzas Aéreas. En el curso de esta operación fue aniquilado enteramente el 17° ejército alemán y se liberó la península de Crimea y con ella Sebastopol, la base mi­litar y naval más importante de la Flota del Mar Negro.

Mientras que en 1941 y 1942 las tropas alemanas necesitaron 250 días para apoderarse de Sebastopol, en 1944 el Ejército Rojo en nada más que 35 días destruyó las poderosas fortificaciones de Crimea, exterminó a la agrupación de tropas enemigas, de 200.000 hombres y liberó Sebastopol, gloriosa ciudad rusa.

La victoria alcanzada por las Fuerzas Armadas soviéticas en Crimea contribuyó al fortalecimiento ulterior de la situación po­lítica y militar de la Unión Soviética. La Marina de Guerra pasó a ocupar una situación más favorable y participó activamente en las sucesivas operaciones encaminadas a derrotar a los fascistas en los Balcanes.

En la operación de Crimea participaron 2 ejércitos aéreos y las fuerzas aéreas de la Marina de Guerra, con un total de 1.250 aviones.

Además también actuó enérgicamente la aviación de bom­bardeo de largo radio de acción. La existencia de fuerzas sufi­cientes de aviación creó condiciones favorables para su empleo masivo. Por ejemplo, al asaltar la zona fortificada de Sebastopol, en la pequeña superficie ocupada por el enemigo operaban más de 1.000 aparatos de la aviación del frente y más de 500 de la aviación de bombardeo de largo radio de acción.

La aviación soviética prestó una gran ayuda a las tropas te­rrestres con sus activas acciones, aniquilando al enemigo en el mar, en el aire y en tierra. Durante toda la operación, nuestra aviación realizó más de 36.000 misiones, 172 de las cuales el 60% tuvieron por finalidad apoyar a las tropas terrestres. En ese pe­ríodo la aviación alemana sólo realizó unas 3.000 misiones.

En el transcurso de la operación se peleó contra la aviación enemiga con el objeto de mantener el dominio en el aire. Se li­braron 599 combates aéreos, en los cuales fueron abatidos 297 aparatos enemigos. Unos 200 más fueron destruidos o averiados en los aeródromos. Por consiguiente, en la operación de Crimea la aviación soviética causó al enemigo enormes pérdidas.

Las heroicas hazañas de los combatientes soviéticos fueron evaluadas altamente por la Patria. En cinco ocasiones saludó Moscú con salvas artilleras a las tropas y la aviación que liberaron a Crimea de la ocupación fascista. A 36 unidades y grandes uni­dades de aviación se les honró con la denominación «de Crimea», «de Sebastopol», «de Kerch» y «de Feodosia». Muchos aviadores fueron condecorados con órdenes y medallas, y los más destacados, comprendido el general E. Savitski, fueron galardonados con el título de Héroe de la Unión Soviética. V. Lavrinenkov, jefe de escuadrilla, recibió este título por segunda vez.

 

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