Moscú estaba defendida por toda la nación soviética, su ejercito
y el pueblo de Moscú en primer lugar. Las operaciones de las
diferentes unidades en la Batalla de Moscú, sin paralelo hasta
entonces en número de tropas y resultado, fueron solo pequeños
episodios, pero la suma de todos ellos nos llevó a la victoria. En
este libro se describe como se forjó esa victoria. El autor quiere
mostrar el heroísmo de los combatientes soviéticos y su contribución
a la gran batalla por Moscú describiendo tan solo las operaciones de
combate de la 78º División de Infantería.
En el memorable verano
de 1941 nuestra división estaba en la Frontera de Lejano Oriente.
Nuestra misión estaba destinada a perfeccionar las capacidades
bélicas bajo las condiciones de Lejano Oriente. Ninguno pensaba que
pronto nos veríamos envueltos en un combate mortal contra el
enemigo, en el corazón de Rusia, en las cercanías de Moscú. Muchos
de nosotros tendríamos nuestro bautismo de fuego en los primeros
meses de guerra, luchando contra los invasores nazis.
La 78º División de Infantería llegó al entorno de Moscú a finales
de Octubre de 1941, en el momento mas duro, en el momento álgido de
la lucha por la defensa de la capital de la Patria Soviética.
Nuestros hombres tenían que enfrentar al enemigo tras apenas
descender del tren, con frecuencia en unidades separadas, antes de
tener la oportunidad de concentrarse. Esto era contrario a las mas
elementales reglas del arte de la guerra, pero no podía solucionarse
dada la gravedad de la situación.
Este libro trata de los heroicos hechos de soldados y oficiales.
Inclino mi cabeza en muestra de respeto a su heroísmo e intentaré a
contárselo a los lectores. |