Quien la sigue la consigue
En el 54 y 55 en el Partido Comunista de
España había mucho ajetreo y nervios pues perdida la esperanza de que
Franco fuese sacado por los aliados había varias posiciones de cómo
actuar desde nuestros planteamientos y lo que más fuerza cogía era la
reconciliación nacional, para poder entrar en España los que quisieran y
actuar allí de forma que ayudara a la apertura del país y avanzar hacia
más libertad y democracia. En cierta forma algo se movía con la entrada
del turismo, con más apertura comercial y como no, por el tiempo pasado.
Así en nuestro colectivo hicimos elecciones para responsable coordinador
del colectivo. Soler no se aclaraba y los compañeros me eligieron a mi,
no tenia mucha importancia pues cada uno vivía a su manera y no se hacia
política, nos adaptamos a la URSS y su política era la nuestra. Me
comunicaba con la delegación del PCE en Moscú y recibía información y
algunos boletines sobre la situación en España. A veces nos reuníamos y
hablábamos de ello pero con poco interés en movernos, pues ya teníamos
bastante trabajo para situarnos aceptablemente allí, después de tantos
ajetreos y cambios. En la delegación de Moscú había estado José Antonio
Uribes, después Claudín con el que yo me comuniqué y tuve una buena
relación, éramos compadres maños él de Zaragoza y yo de Huesca, me
entrevisté 2 veces con él tratando los asuntos corrientes, nosotros no
le creábamos problemas, lo solucionábamos solos, ellos tampoco ponían
tareas ni problemas, aquí paz y allá gloria. En aquel tiempo había
venido a Gorki un chico de los jóvenes, Jesús Varela, no había terminado
los estudios y se hizo futbolista por eso vino con el equipo torpedo de
mi fábrica, que militaba mayormente en segunda. Nos conocíamos en el
hotel que yo vivía pues allí se hospedaba todo el equipo en sus
concentraciones. Nos hicimos medio amigos, él era un jugador bueno para
el equipo, tenia fama de buen jugador pero también de juerguista. Pasado
un tiempo formó su familia en Gorki, le dieron piso y todo le fue sobre
ruedas hasta que un día en una juerga de los jugadores se juntaron con
un grupo de chicas jóvenes y ligeras que siempre buscan a los
deportistas jóvenes y fuertes y hicieron tal juerga que violaron a una o
dos de ellas y estas los denunciaron y Varela y dos de sus amigos fueron
a parar a la cárcel por abuso sexual. Estas chicas eran amigas
constantes de ellos pero estos iban bebidos y actuaron mal y fueron
detenidos. Me llamaron del PCUS para que, como responsable del grupo de
españoles, informarme del asunto. Me puse en marcha para obtener la
información máxima, me entrevisté con Varela, que estaba casado, y
aprovechando mi buena relación con el secretario del partido y el
comportamiento de todo el grupo de españoles y que Varela tampoco había
cometido otras faltas, logramos sacarlo de la cárcel y salió sin cargas
graves. Los otros dos rusos fueron juzgados aunque con faltas leves.
Como a Varela lo echaron del fútbol logré colocarlo en una sección de
maquinaria especial de precisión, donde le enseñaron el oficio y ganaba
para mantener su familia. Un poco trastocado por su conducta pero su
mujer reaccionó mucho mejor de lo que esperaba, era orgullosa y bastante
comprensiva pero parece que Valera tenia gancho y se quedo a vivir con
él. Lo malo es que no se integraron en el grupo de españoles, a pesar de
que sin nuestra ayuda habría sido juzgado más rigurosamente y habría
perdido la familia, etc. Aquí el grupo funcionó, yo estuve contento de
haberlo logrado.
Esta actitud benévola y de ayuda a los
españoles la encontrábamos por doquier y puedo afirmar que los niños
españoles en Rusia fueron tratados con esmero y mejor de lo que pudieron
soñar. Los soviéticos fueron muy responsables de haberles acogido y el
que no acabó una carrera fue porque no quiso, no hizo nada para lograrlo
porque se lo pusieron en bandeja y sino que pregunten a la mayoría que
si lo logró. En muchos casos los fracasados trasladan sus defectos a las
injusticias de la suerte y a los demás.
Estábamos en el 1955 y todo iba bien, el
país prosperaba, las familias estables, los estudios terminados,
habíamos aprovechado el tiempo desde la salida del ejército. Dusia
llevaba bien el embarazo pero había adelgazado demasiado y el 9 de julio
la llevé a la maternidad donde el día 10 de julio del 1955 nació nuestro
hijo Sebastián que pesaba 4 Kg., estaba sano y robusto. A media semana
fui a buscarlos con un coche 3IM de seis plazas tal y como correspondía
a dicho acontecimiento. Lo instalamos en el piso con alegría e ilusión,
lo festejamos a lo alto, primero con los vecinos del piso y después con
toda la familia, lo celebramos más que nuestra boda. Dusia se recuperó
muy bien y cogió todo el permiso concedido por la ley y se dedicó a
cuidar a nuestro hijo, fue formidable pues en esto Dusia aprendió bien y
deprisa, no se le escapaba nada, estábamos contentos por sellar así la
familia. Sus parientes y los míos en España también se alegraron pues yo
ya tenia 37 años cumplidos, ya era hora de formar la familia completa,
pues sin hijos para mi no hay familia, sólo pareja. Aquí entonces sentí
una sensación importante, que tu hijo nace con el pan bajo el brazo, un
hijo en la URSS al nacer tenia asegurado el sueldo y el trabajo de sus
padres para mantenerlo. Sus estudios asegurados para formarse hasta
estudios superiores o hasta donde llegue su voluntad y después trabajo
asegurado en su futuro y familia, no era un seguro de grandeza pero si
suficiente para vivir aceptablemente, honradamente, siempre con el
futuro abierto a tu esfuerzo. Yo aproveché ésta posibilidad y vi que
solo el socialismo aun defectuoso de la URSS daba tanto, entonces yo me
pregunto ¿qué sería posible tener con un socialismo limpio, democrático
y libre que es posible? La clase trabajadora, los que lo hacen todo, los
obreros, campesinos, técnicos, empresarios, pensadores deberíamos
recapacitar y elaborar el plan de socialismo bueno a partir de las
experiencias y defectos de los ensayos y prácticas vividas en el mundo
existente. Los enemigos de la justicia y la paz dominan y nos conducen
equivocadamente hacia una guerra interminable de crímenes legalizados.
¿No saldrá algún Marx o Lenin actualizado que ilumine un buen camino
para un buen vivir de los humanos? ¿No saldrá algún lucero que alumbre
al genio e inteligencia humana hacia el uso de sus avances en bien de
todos? Me gustaría ser creyente para vivir con más esperanza pero
tampoco me gusta engañarme, lo veo difícil.
En la escuela de la vida cada uno recibe
aquello de lo que es capaz su receptor, sea mucho o sea poco, sea bueno
o sea malo, tú eres lo que hayas cogido de la vida y nada más.
A finales del 55 nos llegaron noticias de
Moscú de que se estaba gestionando la vuelta España de grupos de
españoles que lo estaban solicitando. Era un gran cambio en la política
anterior. Se vislumbraba la política de reconciliación, yo estaba de
acuerdo, era malo lo que pasó pero había que mitigar y no alargar sus
efectos. Me alegré y comencé a pensar si eso me interesaba, pues yo
estaba muy bien en la URSS pero no podía ver a mis 10 hermanos ni a mis
padres, no poder ver mi patria me hacia sentir morriña. No quería ser de
los primero pero tampoco de los últimos en volver. Se preparaban
expediciones para salir y me interesé para ver como funcionaban los
preparativos. Anteriormente en el 54 salieron de la URSS los primeros
españoles casi todos de la división azul o gente con problemas en el
famoso Semiramis, llegaron a Barcelona pero nosotros no éramos este caso
nosotros éramos españoles ciudadanos soviéticos que quería ir a su
patria para visitarla y posiblemente quedarse en ella, como cambio de
casa y como amigos. Quizá alguno no pero la inmensa mayoría si. Yo me
iba como amigo, me enteré que había un goteo de gente que salía de la
URSS por diferentes motivos y gestiones y esto decía que el asunto de
repatriación se ponía en el orden del día y progresaba. Para el 1956 se
preparaban algunas expediciones, me animé por si eso era real y también
me apunté. Esperé las primeras salidas organizadas por la Cruz roja
soviética con el visto bueno del gobierno soviético y también del PCE
que estaba desarrollando la política del acuerdo y entendimiento de la
no beligerancia violenta y armada con el régimen. En la segunda mitad
del 1956 salieron dos expediciones en barco desde Crimea y yo inicié mis
gestiones para volver a España y como esa línea ya estaba en marcha me
aceptaron como a otros de mis compañeros, Santo Sevilla, Custodio Soler,
etc. Todo era normal pero era un cambio radical. Con incógnitas
difíciles de resolver pero era cuestión de afrontarlas, era difícil
decidirse a dejar una situación conformada, segura, y cambiarla por otra
desconocida e incluso con un futuro problemático. Teníamos el deseo y la
ilusión de recuperar la familia perdida y la patria deseada. Yo estaba
súper satisfecho con mi trabajo y mi familia e incluso con el régimen
soviético, me costaba imaginar mi futuro en España, sólo contaba con mi
energía e ilusión y los conocimientos adquiridos en la URSS. Esto me
daba la confianza en el éxito del esfuerzo que, para mantener a mi
familia, yo sabría ganarme la vida en cualquier lugar. Mientras se
gestionaban los trámites y preparaba el viaje en el trabajo intentaba
cumplir como siempre, la gente se enteró y opinaban de forma diferente,
mientras algunos te animaban a marchar otros te decían que deberíamos
quedarnos, pues éramos buenos ciudadanos soviéticos.
En el 20 congreso del PCUS, el 25 de
febrero Jruschov leyó la famosa carta contra el culto de Stalin. Esto
conmocionó al mundo y toda la URSS destrozaba el mito y el pedestal del
héroe, del dirigente mundial más importante del siglo XX. La gente
reaccionaba de diferente manera según sus creencias y cabales del mundo
y sus celosías. Yo cada día era más creyente de la bondad y la
posibilidad del socialismo bueno. Pero por la experiencia adquirida
había perdido la fe de la verdad absoluta de los dirigentes., desde los
pequeños a los más altos. Conocí mucha gente del pueblo pero de pasada
con muchos dirigentes medios de ciudad, de región, generales, dirigentes
políticos, Carrillo, La Pasionaria, Claudín, Uribes, Abollado,
Hernández, Vidiella, Balaguer, Lister, Modesto, Sánchez Ortega, Anna
Pauquer, Matías Racosi, coronel Starinov, Ungria, Domingo, Irene Falcón,
Wigelm Pik y su hija, etc., que aún sin conocerlos a fondo los he
tratado en diferentes momentos y que acompañado de la vivencia real
cotidiana te da pie para dudar de las grandes frases y grandes
elocuencias de los dirigentes; así que yo a la carta de Jruschov sobre
Stalin puse un manto y preferí no considerarla y menos de un señor que
fue más de 30 años su lacayo más fiel. Seguro que Stalin cometió muchos
errores pero y ¿sus éxitos? Hagamos una lista y juzguemos las
diferencias de resultados comparados con otros dirigentes mundiales de
esta categoría, posición y acción. Juzguemos costo y eficacia para la
sociedad. Como yo era el delgado sindical de proyectos me indicaron que
reuniera la gente para leer la carta de Jruschov, quería negarme pero me
dijeron que era mi obligación hacerlo y a regañadientes reuní a la
gente alrededor de la mesa de mi jefe y bajo un retrato de Stalin de
unos 3 metros cuadrados. El secretario del PCUS local leyó la carta y yo
me aparté visiblemente como no comprometido, la leyó, algún comentario
pero pocos y la gente se dispersó. Yo ni cerré formalmente la reunión.
Al poco tiempo los ingenieros pidieron que sacásemos el retrato de
Stalin porque a ellos les había defraudado yo les dije que conmigo no
contaran porque no podía considerarle un día un héroe y al otro
traidor, me opuse y no se sacó. A los pocos días desapareció y yo no
hice ningún comentario para evitar equívocos. En río revuelto te puedes
ahogar si no eres pescador.
A los pocos días me pasé al departamento
de automatización donde me había solicitado el ingeniero jefe Serov,
llevaba una sección importante de automatización de prensas y me puso a
mi al frente con un grupo de 4 ingenieros. Era una subida importante en
el trabajo pero confiaba que con mi preparación profesional podría
dominar el departamento. Así abandoné mi actividad socio-política, pues
yo no quería entrometerme y más ahora con la esperanza de poder volver a
España. Así pues también a mediados del 56 y a raíz del pleno del buró
del comité central del PCE se celebró en Moscú una reunión cuyo
principal punto de discusión era la nueva política del PCE sobre
reconciliación nacional. Se trataba de las directrices en este asunto
como las nuevas formas y maneras de enfocar la labor del partido en
España. Se trataba de usar los medios posibles legales e ilegales para
fomentar el desarrollo de las libertades en el país pues la situación
interna e internacional y especialmente el turismo hacían de España una
sociedad más asequible al desarrollo, al progreso en cuya marcha
nosotros nos teníamos que integrar. Fui delegado de mis compañeros de
Gorki y asistí durante 3 días a las reuniones como su representante pero
sin haber estudiado los temas ni el orden del día. Esta era la primera
vez que los españoles en la URSS se nos invitaba a participar en la
política del PCE, nunca ocurrió anteriormente y nos enterábamos de las
cosas por rumores y por los cambios en el partido de aquello que pasaba
en su dirección y de la labor de su política en España, nosotros no
interveníamos PARA nada y por eso no explico ni comento nada sobre eso,
solo lo referido a nuestra estancia en Rusia. De los asistentes creo
recordar a Pasionaria, Claudín, Uribe, Irene Falcón, Abollado y otros.
Fui a visitar a Vidiella al hotel Lux, estaba enfermo y charlamos de
nuestra vida actual y del posible futuro. Creo que el motivo de esta
reunión fue también el de orientar a los que volvíamos a España, enfocar
nuestra conducta a una acción más amistosa no tan radical ni agresiva
como la llevada hasta ahora y diferenciando todo el sistema con asuntos
y personas puntuales, que se correspondieran con los intereses generales
del pueblo, clases sociales, políticas e incluso militares, así lo vi e
intervine en apoyo de la acción nuestra y personal de los miembros y
simpatizantes del partido en forma de ejemplo razonable y justo en el
enfoque de los problemas sociales y de participar al máximo en ayuda
entre los trabajadores y compañeros de empresa y en la acción social
reivindicativa, tenia que aflorar más la moderación razonada, pacifica e
inteligente que la de agresiva lucha abierta y que los que habíamos
adquirido conocimientos técnicos deberíamos aplicarlos ayudando y
sumando a nuestra causa a compañeros voluntarios que quisieran
participar en ideas, propuestas o soluciones del trabajo y su
organización. Nuestra participación debería ser activa pero positiva a
todas luces y ganar el respeto de los trabajadores, pero también la
aceptación de los técnicos y mandos medios y naturalmente del sindicato
en donde debíamos ganarnos cabida y aceptación. Allí se suscitó la
dificultad de trabajar dentro de las empresas por la rigurosidad del
régimen, pero yo indicaba la posibilidad de crecer cambiando el vicio
sistemático de contradicción agresiva y seleccionar los problemas y
soluciones estudiadas, justificativas de peticiones y soluciones
enfocando siempre lo posible y lo que convenga a todos o a la mayoría,
incluso buscando el bien común de empresa y trabajador y sobretodo hacer
que las soluciones siempre sean mejoras posibles positivas. Nunca la
protesta o acción pueda parecer oportunistas, negativa o política.
Intervine por la tarde y fue rechazada mi opinión por parecer difícil y
complicada. Al día siguiente con la participación de La Pasionaria
continuó la reunión, yo me levanté y dije que mi opinión fue rechazada a
la ligera porque si queríamos ganarnos al pueblo tenía que ser por
nuestra labor positiva no sólo por las protestas. No sé como lo dije
pero Dolores se interesó por el tema y yo repetí mi opinión del día
anterior y vete que aquí Dolores dijo que le parecía bien y que debía
tenerse en cuenta. Los que el día anterior me rechazaron enseguida me
aceptaron y dijeron que era original. Me enfadé con algunos de ellos
porque solo se plegaban a la opinión de Dolores. Yo me alegré y
prometieron incluir mi propuesta en la resolución. Esta forma de
proceder yo la pensaba aplicar al venir a España y creo poder decir que
lo hice de forma ordenada y la gente y la empresa me aceptaron bien y
creo que aporté hechos y propuestas que fueron buenas para la empresa y
los trabajadores y no se espantaron de que yo fuera de ideas sociales
marxistas, al revés vieron que de Rusia no había vuelto un comunista
fulanero sino un español formado allí, serio, trabajador y amable,
entregado al trabajo, a su familia y a convivir en la sociedad española.
Vieron así que un soviético era una persona constructiva y positiva en
que se podía confiar en todo. Así era como yo pensaba que podíamos
ganarnos la confianza de los españoles aportando capacidad y conducta
para llevar a España hacia delante económica y socialmente. Básicamente
yo solo participé en el desarrollo de este nuevo plan que yo aceptaba
como positivo de cara al futuro de España. Yo conocía por rumores que
había problemas entre la dirección del partido pero nosotros nos
quedábamos al margen. Así se cerró la reunión y yo transmití a mis
compañeros de Gorki lo allí tratado.