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SEBASTIÁN ALTEMIR ALTEMIR
 

VIVENCIAS DE UN MAÑO EN LA URSS STALINIANA

 

 

XVII. PREPARACION DEL RETORNO

 

Quien la sigue la consigue

En el 54 y 55 en el Partido Comunista de España había mucho ajetreo y nervios pues perdida la esperanza de que Franco fuese sacado por los aliados había varias posiciones de cómo actuar desde nuestros planteamientos y lo que más fuerza cogía era la reconciliación nacional, para poder entrar en España los que quisieran y actuar allí de forma que ayudara a la apertura del país y avanzar hacia más libertad y democracia. En cierta forma algo se movía con la entrada del turismo, con más apertura comercial y como no, por el tiempo pasado. Así en nuestro colectivo hicimos elecciones para responsable coordinador del colectivo. Soler no se aclaraba y los compañeros me eligieron a mi, no tenia mucha importancia pues cada uno vivía a su manera y no se hacia política, nos adaptamos a la URSS y su política era la nuestra. Me comunicaba con la delegación del PCE en Moscú y recibía información y algunos boletines sobre la situación en España. A veces nos reuníamos y hablábamos de ello pero con poco interés en movernos, pues ya teníamos bastante trabajo para situarnos aceptablemente allí, después de tantos ajetreos y cambios. En la delegación de Moscú había estado José Antonio Uribes, después Claudín con el que yo me comuniqué y tuve una buena relación, éramos compadres maños él de Zaragoza y yo de Huesca, me entrevisté 2 veces con él tratando los asuntos corrientes, nosotros no le creábamos problemas, lo solucionábamos solos, ellos tampoco ponían tareas ni problemas, aquí paz y allá gloria. En aquel tiempo había venido a Gorki un chico de los jóvenes, Jesús Varela, no había terminado los estudios y se hizo futbolista por eso vino con el equipo torpedo de mi fábrica, que militaba mayormente en segunda. Nos conocíamos en el hotel que yo vivía pues allí se hospedaba todo el equipo en sus concentraciones. Nos hicimos medio amigos, él era un jugador bueno para el equipo, tenia fama de buen jugador pero también de juerguista. Pasado un tiempo formó su familia en Gorki, le dieron piso y todo le fue sobre ruedas hasta que un día en una juerga de los jugadores se juntaron con un grupo de chicas jóvenes y ligeras que siempre buscan a los deportistas jóvenes y fuertes y hicieron tal juerga que violaron a una o dos de ellas y estas los denunciaron y Varela y dos de sus amigos fueron a parar a la cárcel por abuso sexual. Estas chicas eran amigas constantes de ellos pero estos iban bebidos y actuaron mal y fueron detenidos. Me llamaron del PCUS para que, como responsable del grupo de españoles, informarme del asunto. Me puse en marcha para obtener la información máxima, me entrevisté con Varela, que estaba casado, y aprovechando mi buena relación con el secretario del partido y el comportamiento de todo el grupo de españoles y que Varela tampoco había cometido otras faltas, logramos sacarlo de la cárcel y salió sin cargas graves. Los otros dos rusos fueron juzgados aunque con faltas leves. Como a Varela lo echaron del fútbol logré colocarlo en una sección de maquinaria especial de precisión, donde le enseñaron el oficio y ganaba para mantener su familia. Un poco trastocado por su conducta pero su mujer reaccionó mucho mejor de lo que esperaba, era orgullosa y bastante comprensiva pero parece que Valera tenia gancho y se quedo a vivir con él. Lo malo es que no se integraron en el grupo de españoles, a pesar de que sin nuestra ayuda habría sido juzgado más rigurosamente y habría perdido la familia, etc. Aquí el grupo funcionó, yo estuve contento de haberlo logrado.

Esta actitud benévola y de ayuda a los españoles la encontrábamos por doquier y puedo afirmar que los niños españoles en Rusia fueron tratados con esmero y mejor de lo que pudieron soñar. Los soviéticos fueron muy responsables de haberles acogido y el que no acabó una carrera fue porque no quiso, no hizo nada para lograrlo porque se lo pusieron en bandeja y sino que pregunten a la mayoría que si lo logró. En muchos casos los fracasados trasladan sus defectos a las injusticias de la suerte y a los demás.

 Estábamos en el 1955 y todo iba bien, el país prosperaba, las familias estables, los estudios terminados, habíamos aprovechado el tiempo desde la salida del ejército. Dusia llevaba bien el embarazo pero había adelgazado demasiado y el 9 de julio la llevé a la maternidad donde el día 10 de julio del 1955 nació nuestro hijo Sebastián que pesaba 4 Kg., estaba sano y robusto. A media semana fui a buscarlos con un coche 3IM de seis plazas tal y como correspondía a dicho acontecimiento. Lo instalamos en el piso con alegría e ilusión, lo festejamos a lo alto, primero con los vecinos del piso y después con toda la familia, lo celebramos más que nuestra boda. Dusia se recuperó muy bien y cogió todo el permiso concedido por la ley y se dedicó a cuidar a nuestro hijo, fue formidable pues en esto Dusia aprendió bien y deprisa, no se le escapaba nada, estábamos contentos por sellar así la familia. Sus parientes y los míos en España también se alegraron pues yo ya tenia 37 años cumplidos, ya era hora de formar la familia completa, pues sin hijos para mi no hay familia, sólo pareja. Aquí entonces sentí una sensación importante, que tu hijo nace con el pan bajo el brazo, un hijo en la URSS al nacer tenia asegurado el sueldo y el trabajo de sus padres para mantenerlo. Sus estudios asegurados para formarse hasta estudios superiores o hasta donde llegue su voluntad y después trabajo asegurado en su futuro y familia, no era un seguro de grandeza pero si suficiente para vivir aceptablemente, honradamente, siempre con el futuro abierto a tu esfuerzo. Yo aproveché ésta posibilidad y vi que solo el socialismo aun defectuoso de la URSS daba tanto, entonces yo me pregunto ¿qué sería posible tener con un socialismo limpio, democrático y libre que es posible? La clase trabajadora, los que lo hacen todo, los obreros, campesinos, técnicos, empresarios, pensadores deberíamos recapacitar y elaborar el plan de socialismo bueno a partir de las experiencias y defectos de los ensayos y prácticas vividas en el mundo existente. Los enemigos de la justicia y la paz dominan y nos conducen equivocadamente hacia una guerra interminable de crímenes legalizados. ¿No saldrá algún Marx o Lenin actualizado que ilumine un buen camino para un buen vivir de los humanos? ¿No saldrá algún lucero que alumbre al genio e inteligencia humana hacia el uso de sus avances en bien de todos? Me gustaría ser creyente para vivir con más esperanza pero tampoco me gusta engañarme, lo veo difícil.

En la escuela de la vida cada uno recibe aquello de lo que es capaz  su receptor, sea mucho o sea poco, sea bueno o sea malo, tú eres lo que hayas cogido de la vida y nada más.

A finales del 55 nos llegaron noticias de Moscú de que se estaba gestionando la vuelta España de grupos de españoles que lo estaban solicitando. Era un gran cambio en la política anterior. Se  vislumbraba la política de reconciliación, yo estaba de acuerdo, era malo lo que pasó pero había que mitigar y no alargar sus efectos. Me alegré y comencé a pensar si eso me interesaba, pues yo estaba muy bien en la URSS pero no podía ver a mis 10 hermanos ni a mis padres, no poder ver mi patria me hacia sentir morriña. No quería ser de los primero pero tampoco de los últimos en volver. Se preparaban expediciones para salir y me interesé para ver como funcionaban los preparativos. Anteriormente en el 54 salieron de la URSS los primeros españoles casi todos de la división azul o gente con problemas en el famoso Semiramis, llegaron a Barcelona pero nosotros no éramos este caso nosotros éramos españoles ciudadanos soviéticos que quería ir a su patria para visitarla y posiblemente quedarse en ella, como cambio de casa y como amigos. Quizá alguno no pero la inmensa mayoría si. Yo me iba como amigo, me enteré que había un goteo de gente que salía de la URSS por diferentes motivos y gestiones y esto decía que el asunto de repatriación se ponía en el orden del día y progresaba. Para el 1956 se preparaban algunas expediciones, me animé por si eso era real y también me apunté. Esperé las primeras salidas organizadas por la Cruz roja soviética con el visto bueno del gobierno soviético y también del PCE que estaba desarrollando la política del acuerdo y entendimiento de la no beligerancia violenta y armada con el régimen. En la segunda mitad del 1956 salieron dos expediciones en barco desde Crimea y yo inicié mis gestiones para volver a España y como esa línea ya estaba en marcha me aceptaron como a otros de mis compañeros, Santo Sevilla, Custodio Soler, etc. Todo era normal pero era un cambio radical. Con incógnitas difíciles de resolver pero era cuestión de afrontarlas, era difícil decidirse a dejar una situación conformada, segura, y cambiarla por otra desconocida e incluso con un futuro problemático. Teníamos el deseo y la ilusión de recuperar la familia perdida y la patria deseada. Yo estaba súper satisfecho con mi trabajo y mi familia e incluso con el régimen soviético, me costaba imaginar mi futuro en España, sólo contaba con mi energía e ilusión y los conocimientos adquiridos en la URSS. Esto me daba la confianza en el éxito del esfuerzo que, para mantener a mi familia, yo sabría ganarme la vida en cualquier lugar. Mientras se gestionaban los trámites y preparaba el viaje en el trabajo intentaba cumplir como siempre, la gente se enteró y opinaban de forma diferente, mientras algunos te animaban a marchar  otros te decían que deberíamos quedarnos, pues éramos buenos ciudadanos soviéticos.

En el 20 congreso del PCUS, el 25 de febrero Jruschov leyó la famosa carta contra el culto de Stalin. Esto conmocionó al mundo y toda la URSS destrozaba el mito y el pedestal del héroe, del dirigente mundial más importante del siglo XX. La gente reaccionaba de diferente manera según sus creencias y cabales del mundo y sus celosías. Yo cada día era más creyente de la bondad y la posibilidad del socialismo bueno. Pero por la experiencia adquirida había perdido la fe de la verdad absoluta de los dirigentes., desde los pequeños a los más altos. Conocí mucha gente del pueblo pero de pasada con muchos dirigentes medios de ciudad, de región, generales, dirigentes políticos, Carrillo, La Pasionaria, Claudín, Uribes, Abollado, Hernández, Vidiella, Balaguer, Lister, Modesto, Sánchez Ortega, Anna Pauquer, Matías Racosi, coronel Starinov, Ungria, Domingo, Irene Falcón, Wigelm Pik y su hija, etc., que aún sin conocerlos a fondo los he tratado en diferentes momentos y que acompañado de la vivencia real cotidiana te da pie para dudar de las grandes frases y grandes elocuencias de los dirigentes; así que yo a la carta de Jruschov sobre Stalin puse un manto y preferí no considerarla y menos de un señor que fue más de 30 años su lacayo más fiel. Seguro que Stalin cometió muchos errores pero y ¿sus éxitos? Hagamos una lista y juzguemos las diferencias de resultados comparados con otros dirigentes mundiales de esta categoría, posición y acción. Juzguemos costo y eficacia para la sociedad. Como yo era el delgado sindical de proyectos me indicaron que reuniera la gente para leer la carta de Jruschov, quería negarme pero me dijeron que era mi obligación hacerlo  y a regañadientes reuní a la gente alrededor de la mesa de mi jefe y bajo un retrato de Stalin de unos 3 metros cuadrados. El secretario del PCUS local leyó la carta y yo me aparté visiblemente como no comprometido, la leyó, algún comentario pero pocos y la gente se dispersó. Yo ni cerré formalmente la reunión. Al poco tiempo los ingenieros pidieron que sacásemos el retrato de Stalin porque a ellos les había defraudado yo les dije que conmigo no contaran porque no podía considerarle un día un héroe y  al otro traidor, me opuse y no se sacó. A los pocos días desapareció y yo no hice ningún comentario para evitar equívocos. En río revuelto te puedes ahogar si no eres pescador.

A los pocos días me pasé al departamento de automatización donde me había solicitado el ingeniero jefe Serov, llevaba una sección importante de automatización de prensas y me puso a mi al frente con un grupo de 4 ingenieros. Era una subida importante en el trabajo pero confiaba que con mi preparación profesional podría dominar el departamento. Así abandoné mi actividad socio-política, pues yo no quería entrometerme y más ahora con la esperanza de poder volver a España. Así pues también a mediados del 56 y a raíz del pleno del buró del comité central del PCE se celebró en Moscú una reunión cuyo principal punto de discusión era la nueva política del PCE sobre reconciliación nacional. Se trataba de las directrices en este asunto como las nuevas formas y maneras de enfocar la labor del partido en España. Se trataba de usar los medios posibles legales e ilegales para fomentar el desarrollo de las libertades en el país pues la situación interna e internacional y especialmente el turismo hacían de España una sociedad más asequible al desarrollo, al progreso en cuya marcha nosotros nos teníamos que integrar. Fui delegado de mis compañeros de Gorki y asistí durante 3 días a las reuniones como su representante pero sin haber estudiado los temas ni el orden del día. Esta era la primera vez que los españoles en la URSS se nos invitaba a participar en la política del PCE, nunca ocurrió anteriormente y nos enterábamos de las cosas por rumores y por los cambios en el partido de aquello que pasaba en su dirección y de la labor de su política en España, nosotros no interveníamos PARA nada y por eso no explico ni comento nada sobre eso, solo lo referido a nuestra estancia en Rusia. De los asistentes creo recordar a Pasionaria, Claudín, Uribe, Irene Falcón, Abollado y otros. Fui a visitar a Vidiella al hotel Lux, estaba enfermo y charlamos de nuestra vida actual y del posible futuro. Creo que el motivo de esta reunión fue también el de orientar a los que volvíamos a España, enfocar nuestra conducta a una acción más amistosa no tan radical ni agresiva como la llevada hasta ahora y diferenciando todo el sistema con asuntos y personas puntuales, que se correspondieran con los intereses generales del pueblo, clases sociales, políticas e incluso militares, así lo vi e intervine en apoyo de la acción nuestra y personal de los miembros y simpatizantes del partido en forma de ejemplo razonable y justo en el enfoque de los problemas sociales y de participar al máximo en ayuda entre los trabajadores y compañeros de empresa y en la acción social reivindicativa, tenia que aflorar más la moderación razonada, pacifica e inteligente que la de agresiva lucha abierta y que los que habíamos adquirido conocimientos técnicos deberíamos aplicarlos ayudando y sumando a nuestra causa a compañeros voluntarios que quisieran participar en ideas, propuestas o soluciones del trabajo y su organización. Nuestra participación debería ser activa pero positiva a todas luces y ganar el respeto de los trabajadores, pero también la aceptación de los técnicos y mandos medios y naturalmente del sindicato en donde debíamos ganarnos cabida y aceptación. Allí se suscitó la dificultad de trabajar dentro de las empresas por la rigurosidad del régimen, pero yo indicaba la posibilidad de crecer cambiando el vicio sistemático de contradicción agresiva y seleccionar los problemas y soluciones estudiadas, justificativas de peticiones y soluciones enfocando siempre lo posible y  lo que convenga a todos o a la mayoría, incluso buscando el bien común de empresa y trabajador y sobretodo hacer que las soluciones siempre sean mejoras posibles positivas. Nunca la protesta o acción pueda parecer oportunistas, negativa o política. Intervine por la tarde y fue rechazada mi opinión por parecer difícil y complicada. Al día siguiente con la participación de La Pasionaria continuó la reunión, yo me levanté y dije que mi opinión fue rechazada a la ligera porque si queríamos ganarnos al pueblo tenía que ser por nuestra labor positiva no sólo por las protestas. No sé como lo dije pero Dolores se interesó por el tema y yo repetí mi opinión del día anterior y vete que aquí Dolores dijo que le parecía bien y que debía tenerse en cuenta. Los que el día anterior me rechazaron enseguida me aceptaron y dijeron que era original. Me enfadé con algunos de ellos porque solo se plegaban a la opinión de Dolores. Yo me alegré y prometieron incluir mi propuesta en la resolución. Esta forma de proceder yo la pensaba aplicar al venir a España y creo  poder decir que lo hice de forma ordenada y la gente y la empresa me aceptaron bien y creo que aporté hechos y propuestas que fueron buenas para la empresa y los trabajadores y no se espantaron de que yo fuera de ideas sociales marxistas, al revés vieron que de Rusia no había vuelto un comunista fulanero sino un español formado allí, serio, trabajador y amable, entregado al trabajo, a su familia y a convivir en la sociedad española. Vieron así que un soviético era una persona constructiva y positiva en que se podía confiar en todo. Así era como yo pensaba que podíamos ganarnos la confianza de los españoles aportando capacidad y conducta para llevar a España hacia delante económica y socialmente. Básicamente yo solo participé en el desarrollo de este nuevo plan que yo aceptaba como positivo de cara al futuro de España. Yo conocía por rumores que había problemas entre la dirección del partido pero nosotros nos quedábamos al margen. Así se cerró la reunión y yo transmití a mis compañeros de Gorki lo allí tratado.

 

SEBASTIÁN ALTEMIR ALTEMIR

 
 

 

 

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