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MANUAL DE VUELO DEL Avión LA-5 Con el motor ASh-82FN

 

NOTA RKKA

 

Como se puede ver en el manual, no existe el mando del control de la mezcla. Esto es porque los motores ASh-82FN / M-82FN eran de inyección y tenían el control de la mezcla automático. No como el M-82 y el M-82F (carburador y mando de la mezcla manual).

 

En los ASh-82FN / M-82FN el mando de velocidades del supercompresor y del «forsazh» (potenciación) era el mismo (uno solo).

 

En total el ASh-82FN / M-82FN tenía los siguientes mandos:

 

I) Mandos del control del motor:

 

1. Mando del gas;

2. Mando del paso de hélice;

3. Mando del supercompresor/forsazh;

 

II) Mandos del control de temperatura:

 

4. Mando del radiador de aceite;

5. Mando de las persianas frontales;

6. Mando de las tomas laterales de refrigeración.

 

I) Mandos del control del motor:

 

En la literatura occidental erróneamente se piensa que se deben mover todos estos mandos y por eso un combate aéreo se hace difícil. Esto viene de aquel informe alemán que rula por internet.

 

Esto es falso porque solo hemos de leer los manuales (la parte «En combate»).

 

Primero hay que decir que existen 2 principales regímenes de vuelo:

 

1. Régimen optimo (económico);

2. Régimen de combate.

 

En régimen óptimo el funcionamiento del motor se ajusta de tal manera que el consumo del combustible sea mínimo. Para ello es preferente tener los mandos manuales porque son los que mejor optimizan el consumo. El régimen óptimo nunca se utiliza en un combate aéreo y por tanto el piloto tiene tiempo para realizar estos ajustes. Es decir, los mandos manuales tienen ventaja frente a sistemas automáticos en régimen óptimo.

 

En régimen de combate los sistemas automáticos tienen ventaja frente a mandos manuales. Y esta ventaja no es porque el piloto tiene que mover menos palancas, sino porque los sistemas automáticos optimizan el consumo del combustible. Porque con los sistemas manuales el piloto no tiene tiempo para ajustar el régimen de consumo a niveles óptimos. Por eso en un combate el piloto solo utiliza el mando del gas (moviendo simultáneamente la palanca del paso de hélice o teniendo el mando unificado). Y como que los mandos son manuales pero el piloto no los toca (ver los manuales de vuelo), el consumo de combustible en un combate aumenta porque el motor no funciona en régimen óptimo (cuando el sistema automático optimiza el consumo). Por ejemplo, si el piloto no ajusta la mezcla, el motor consume en exceso. Si tiene tiempo pues la ajusta.

 

En dos palabras, un sistema manual:

 

- permite tener menores consumos en régimen óptimo (ventaja);

- causa mayor consumo en régimen de combate (desventaja).

 

Un sistema automático es todo lo contrario.

 

La otra desventaja de un sistema manual es que el piloto debe controlar las temperaturas periódicamente (según las instrucciones que vienen en el manual), pero en la práctica muchos no lo hacían.

 

En cuanto a temperaturas, las restricciones impuestas tienen su lógica: si los pilotos se salen de los límites de manera sistemática, la vida útil de los motores se reduce. Supongamos que se reduce a mitad. Entonces, la industria debería incrementar la producción de motores en doble, lo cual no era posible a corto plazo. Por eso había que cuidar los motores, pero en un combate de los motores se sacaba lo máximo.

 

II) Mandos del control de temperatura:

 

Como se puede ver en el manual, estos tres mandos se ajustan antes de entrar en combate. En el manual vienen los márgenes de temperaturas y estos márgenes son amplios, igual que el tiempo de funcionamiento a temperaturas máximas. El piloto solo tenía que controlar de vez en cuando la temperatura del aceite y de las cabezas de los cilindros y abrir/cerrar las tapas de refrigeración si era necesario.

 

Hablando en general, en la URSS se desarrollaron muchos sistemas automáticos y se produjeron en serie pero estaban repartidos entre diversos modelos de motores. Había el regulador automático de temperatura (como el ART-41) en los Yaks, el supercompresor automático en los MiG y IL-2, el control de la mezcla automático en los La-5FN y La-7. El mando del paso de la hélice o era unificado con el mando del gas, o se ponía en paso fino y no se tocaba. Pero en la URSS no le daban mucha importancia porque en realidad no era un asunto crítico.

 

El mando del paso de hélice separado en ocasiones tenía ventajas. Citando a Alekseyev (link):

 

«Aunque en picado también existía la posibilidad de alcanzarlo. Cuando el alemán se pone a picar y tu le estas siguiendo, hay que actuar de forma correcta. Hay que meter a tope la palanca de gases, y a la vez poner durante varios segundos el paso de hélice en posición del paso grueso al máximo. Y durante estos segundos el “Lávochkin” literalmente hacía un salto. Este salto daba la oportunidad de acercarte al alemán a una distancia de abrir el fuego. Es así como les alcanzábamos y les derribábamos. Pero si pierdes esa oportunidad, ya no tendrás otra, y el alemán se escapará».

 

El mando unificado del gas y del paso de hélice no lo permitiría.

 

En cuanto a la necesidad de mover todas las palanquitas, otra cita (link):

 

«A.S. ¿La duración máxima de funcionamiento del motor en los regímenes más duros (en pocas palabras, cuando “todas las palancas están a tope”) era limitada de alguna forma?

 

D.A. Todo se limitaba por la temperatura de las cabezas de los cilindros: 220oC (nota rkka: 240-250oC). Si sabes mantener la temperatura de los cilindros dentro de los márgenes permitidos, es decir, no sobrecalentar el motor, entonces “con las palancas a tope” puedes volar todo lo que te da la gana, durante todo el vuelo si quieres, no le pasará nada.

 

Yo tuve dos combates aéreos durísimos, en los cuales estuve todo el tiempo con las “palancas a tope”: la palanca de gas “a tope”, con las tapas del radiador completamente abiertas, con la hélice aligerada al máximo, y con ambas manos puestas en la palanca del avión, todo el rato haciendo las figuras de alto pilotaje. Y hasta el final del combate no quité ni un solo instante la segunda mano del mando del avión. Y el avión no tuvo ningún problema, al motor no le pasó nada. Y no me derribaron en aquellos combates en gran medida gracias a que yo no me distraía en el panel de instrumentos. Toda mi atención estaba puesta en el combate aéreo. Recuerdo que en uno de los combates estuve unos 10-12 minutos con la palanca de gas a tope, y no llegué a “quemar” el motor».

 

En cuanto a los motores M-82 y M-82F, el control de la mezcla era manual pero de nuevo, antes de entrar en combate el control se cerraba y no se tocaba más. El inconveniente era que al ascender a gran altitud incrementaba el consumo de combustible.

 

El mando manual del radiador de aceite permitía ganar unos km/h adicionales en un combate aéreo a costa de recalentar el aceite (el regulador automático ART-41 tenía la opción de ser desconectado para pasar al modo manual). Porque el radiador abierto reduce la velocidad significativamente.

 

Resumiendo: en un combate aéreo básicamente se tocaba el gas y en menor medida el paso de hélice y no había que mover todas estas 7 palanquitas (en caso de M-82 y M-82F) o 6 (en caso de ASh-82FN y M-82FN) todo el rato (lo mismo aplica a los Yaks).

 

 
 

HR_Crash / HR_Torero

 

 

 

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