Con
Timoféy Panteléevich Puniov nos hemos conocido de casualidad. Una
compañera mía una vez me comento que conoce a la mujer de un piloto
militar, que luchó en la guerra. “Un tipo duro”, me dijo, con un gran
temperamento. Ya lo veras”.
Así
es como conseguí su teléfono. No tarde ni un minuto en llamarle. Punióv
aceptó enseguida mi petición de encontrarnos. Por teléfono pregunte:
“Que tipo de avión piloto Usted?”, y el me contesto: “Peshka”, el
“Pe-2”.
Desde el primer momento de nuestro encuentro Punióv
tomó la iniciativa. Me dijo: “que te voy a contar, aquí lo pone todo” –
y me dio la fotocopia del artículo de un periódico. Por cortesía leí
este artículo enseguida. El artículo me había parecido bastante
mediocre. Estaba escrito para la conmemoración de alguna fecha, y
hablaba sobre los pilotos del 36-o Regimiento de bombarderos de la
Guardia, condecorado por las órdenes de Suvórov y de Kutúzov. Era un
regimiento que estuvo emplazado en Berlín. El articulo estaba repleto de
frases como: “mostrando heroísmo ejemplar”, “con los corazones llenos de
odio hacia el enemigo”, “nada podía haber parado a la Guardia” y otras
frases típicas utilizadas los comisarios políticos.
Me
preguntó: “Que te ha parecido?”. Le dije de forma diplomática que el
artículo es bastante regular. “Una autentica mierda”, me contesto Punióv
- “Lo único bueno que tiene ese articulo es que habla de nuestros
muchachos. Dentro de poco nadie ya se acordará de nosotros. Veo que eres
listo, no te lo has tragado. Venga, pregúntame lo que quieras. Pero lo
único que te pido es que tus preguntas sean sinceras.”
La
conversación con Puniov me atrajo enseguida. Esto suele pasar cuando
hablas con una persona inteligente, que conoce mucho y que sabe llevar
muy bien una conversación. Y con un gran Temperamento, en mayúscula.
También hemos hablado de cómo su temperamento había influido en su
carrera militar. Cuando hemos empezado hablar de las condecoraciones,
Puniov me dijo: “Sabes, no tengo ninguna condecoración por los vuelos de
combate. Todas mis condecoraciones me entregaron por los “resultados del
periodo de combates”: es cuando el escuadrón se estaba reformando o
cuando llegaban nuevos pilotos - condecoraban a los “veteranos” que
quedaban vivos. Nunca me quedaba callado cuando oía una mentira y me
daba igual el rango, le podía decir de todo incluso al jefe del Estado
Mayor
del Ejército, al comisario político, o al miembro del Consejo Militar.
Yo era muy conflictivo, con un comportamiento así no se puede ni pensar
en las condecoraciones. Pero no luchaba por las condecoraciones. Ahora
pienso que luchaba de forma incorrecta”.
Nos
hemos reunido varias veces más, y esta entrevista es el resultado de
estos encuentros.
Biografía: Timoféy Panteléevich Puniov. Nació el día 2 de agosto del
1922, en la ciudad de Kugulta (actualmente la región de Stávropol). Su
padre era un cirujano, su madre – una enfermera. En el año 1940, al
acabar la escuela secundaria en la ciudad de Kugulta, ingresó en la
escuela militar de vuelo de la ciudad de Krasnodar. Luchó en frente a
partir del 1942. Estuvo en el 11-o escuadrón especial de bombarderos
veloces (en el Frente de Karelia) y en el 36-o Escuadrón de Bombarderos
de la Guardia, condecorado por las órdenes de Suvórov y Kutúzov, un
regimiento de bombarderos que estuvo
emplazado en Berlín (1-r Frente
Ucraniano).
Al
terminar la guerra, ocupó varios cargos en los regimientos del cuerpo de
bombarderos N4 de la Guardia y en la 164-a división aérea de la Guardia.
En tiempos de posguerra pilotó de forma activa el bombardero IL-28. Fue
condecorado por numerosas órdenes militares y medallas. El ultimo cargo
ocupado
fue del Jefe de Prácticas de Tiro Aéreo del regimiento. En el año 1960
se retiró del Ejército con rango de coronel. Actualmente vive en la
ciudad de Stavropol.
He
procurado mantener al máximo la forma de hablar de Timofey Panteleevich,
piloto militar, soldado de la Gran Guerra Patria, que luchó
CORRECTAMENTE.
Andrei Sujorukov