Manual de recopilación de
materiales para el análisis de la experiencia bélica.
Edición
¹ 10, enero-febrero
de
1944
EFICACIA DE LAS ACCIONES
DE LA AVIACIÓN SOBRE TROPAS Y MATERIAL BÉLICO ENEMIGO
Edición militar del Comisariado
Popular de Defensa de la URSS
Moscú -
1944
Las acciones contra tropas y material bélico en el
campo de batalla, en los accesos al mismo, así como en los lugares de
concentración son las tareas más comunes para la aviación. En este
contexto, los objetivos más típicos suelen ser:
-
soldados y personal, en los refugios y fuera de los mismos;
-
artillería y morteros en posiciones de combate y en ruta;
-
carros de combate y cañones autopropulsados en formación de
combate, en las posiciones de inicio del ataque, en lugares de repostaje
de combustible y en movimiento hacia el campo de batalla;
-
vehículos con tropas y cargas en los lugares de concentración y
en movimiento.
La magnitud de la destrucción causada por la
aviación a los objetivos anteriormente indicados, es diferente para cada
caso concreto. El grado de destrucción depende de una serie de
condiciones, una de las cuales es especialmente importante: son los
medios de destrucción empleados por los aviones y la posición
en la que se encuentran las tropas atacadas.
Esta demostrado que muy a menudo, cuando la
aviación actúa con bombas de propósito general (FAB) de gran calibre
sobre tropas dispersas o bien atrincheradas en tierra, estos ataques no
causan bajas significativas a las tropas y al material bélico. Estos
ataques de aviación normalmente sólo causan a las tropas de tierra un
efecto psicológico, especialmente cuando se atacan tropas novatas o con
poca experiencia bélica. Las unidades y agrupaciones con experiencia y
con un buen nivel de preparación, al ser atacadas por la aviación, no
sólo utilizan ampliamente medios de defensa pasiva, sino también emplean
medios de defensa activa, usando todo su armamento disponible para
rechazar el ataque aéreo, conservando al mismo tiempo prácticamente
intacta su capacidad combativa.
Como demuestra la experiencia bélica, las tropas,
su armamento y material sufren bajas mayores cuando se emplean las
bombas de fragmentación; la ventaja de las bombas de fragmentación (AO)
frente a las bombas de propósito general (FAB) consiste en que la misma
cantidad de aviones puede emplear una cantidad de bombas de
fragmentación mucho mayor (debido a su reducido tamaño), y en
consecuencia, cubrir el área atacado con mayor densidad y facilidad,
incrementando la probabilidad del impacto directo.
Sin embargo, la eficacia y el poder destructivo de
las bombas de fragmentación resulta ser insuficiente, cuando la aviación
actúa sobre los carros de combate y sobre las tropas enemigas que se
encuentran refugiadas en fortificaciones.
En estos casos la aviación se ve obligada a emplear
otros medios de destrucción más acordes a la vulnerabilidad de los
objetivos atacados.
El objetivo del presente documento es mostrar, en
base a ejemplos reales, la eficacia de diversos medios de destrucción,
utilizados por la aviación a la hora de atacar a tropas y material, y de
esta manera ayudar a los comandantes de las Fuerzas Aéreas a seleccionar
adecuadamente los medios de destrucción a emplear en misiones concretas,
así como ayudar a nuestras tropas de tierra a tomar medidas adecuadas
para reducir sus bajas al mínimo durante los ataques de la aviación
enemiga.
1. EFICACIA DE LA
AVIACIÓN ATACANDO A LA INFANTERIA
Los resultados de los ataques aéreos sobre los
soldados enemigos dependen del grado de dispersión de dichas tropas y de
los refugios en los cuales se esconden.
1.1. ACCIONES SOBRE LAS TROPAS ESCONDIDAS EN LOS
REFUGIOS.
Los simples fosos de tirador para disparar de
rodilla, así como desniveles naturales del terreno, empleados como
refugios, reducen considerablemente las bajas entre los soldados,
causadas por la aviación, en comparación con las bajas que sufren las
tropas que se encuentran fuera de cualquier tipo de refugio.
La experiencia bélica muestra que los soldados y
los vehículos ligeros blindados cuando se encuentran en el campo de
batalla sufren a causa de la aviación las principales bajas como
consecuencia de los impactos de los fragmentos de las bombas, dado que
el radio de destrucción de la onda expansiva es muy inferior al radio de
destrucción de dichos fragmentos; el fuego de los cañones y
ametralladoras es eficaz sólo cuando se dispara a distancias cortas
sobre una concentración densa de tropas. Pero los fragmentos de las
bombas son retenidos por los obstáculos naturales y por las
fortificaciones construidas por los ingenieros. Por eso, las tropas que
se encuentran escondidas en los refugios ligeros son eliminadas por las
bombas de fragmentación solamente con un impacto directo o con la
explosión de la bomba en las inmediaciones del refugio.
Las bombas de propósito general (FAB) lanzadas
sobre las fortificaciones ligeras, como norma general, destruyen estas
fortificaciones y causan daño a los soldados refugiados en ellas. Pero
el radio de destrucción de las trincheras y de otras fortificaciones
ligeras, causada por las FAB, no supera el 1.5-2 veces el radio del
cráter, es decir, es varias veces inferior al radio de destrucción de
los fragmentos de la bomba que explota sobre la superficie de la tierra.
En casos particulares, la destrucción de las fortificaciones y
eliminación de los soldados que se refugian en ellas se produce en
aquellos casos cuando el extremo del cráter llega a tocar el extremo de
la trinchera o de otra fortificación ligera.
Más abajo se presentan unos ejemplos que
caracterizan el grado de destrucción de las fortificaciones como
consecuencia de la explosión de diversos tipos de proyectiles aéreos y
de bombas.
1.1.1. Las bombas de fragmentación AO-2.5 y los
similares por su eficacia cohetes RS-82
causan bajas a los soldados que se encuentran refugiados en las
trincheras, pasos de enlace, fosos de tirador individuales y refugios
similares solamente con el impacto directo. La explosión de la bomba (o
del RS-82) a 0.5m del refugio, como norma general, no causa bajas a las
tropas que se encuentran refugiadas.
Durante un asalto efectuado por los aviones IL-2
sobre la primera línea de las defensas alemanas a 2km al oeste de Mal.
Pesochnya (región de Kírov), un proyectil RS-82 impactó en el parapeto
del paso de comunicación a 0.5m de su escarpa. Como resultado de la
explosión del proyectil, en el parapeto se formó un cráter de aprox.
1.0m de diámetro y de 0.2m de profundidad.
La explosión del proyectil no causó ningún otro
daño al paso de comunicación. Otro proyectil RS-82 explotó en el
parapeto del paso de comunicación, hecho en un terreno de barro duro, a
0.3m de su escarpa. La explosión del proyectil no logró destruir el paso
ni tampoco hundir sus paredes.
1.1.2. Las bombas de fragmentación AO-10
causan bajas a las tropas que se refugian en las trincheras cuando
impactan en el parapeto de la trinchera, explotando a 0.5m de su escarpa
o con un impacto directo en la barrera antifragmentos ligera. Por
ejemplo, durante el ataque de la aviación alemana sobre el aeródromo de
Orel, efectuado el 25 de agosto de 1943, una de las bombas AO-10 explotó
en el parapeto del refugio a 0.3-0.4m de su extremo. El refugio era
construido en un terreno de tierra negra y no estaba reforzado en las
paredes ni estaba dotado de barrera antifragmentos. Como resultado de la
explosión de la bomba, en el parapeto se formó un cráter de 0.7m de
diámetro y de 0.3m de profundidad; la pared del refugio por la parte de
la explosión se ha venido abajo en un tramo de 1.2m.
La forma de la destrucción del refugio demuestra
claramente que si en ella se hubieran encontrado soldados, las bajas
serian inevitables.
En otro caso, una bomba de fragmentación alemana de
10kg impactó en la cueva antifragmentos hecha de tierra, preparada para
alojar a 4-5 personas. El recubrimiento de la cueva estaba formado por
tablas de 20mm y una capa de tierra de 20-30cm de grosor; las paredes
estaban hechas de las mismas tablas. La bomba perforó el recubrimiento y
explotó en el momento de impactar sobre el suelo, recubierto de tablas.
La mayoría de los fragmentos de la bomba perforaron el recubrimiento de
las paredes, hecho de tablas, y solamente una pequeña parte penetró en
ellas 1.5cm y se quedó atascada en el cuerpo de las tablas. La bomba no
pudo causar la destrucción completa de la cueva.
1.1.3. Bombas de propósito general FAB-50
con espoletas de acción instantánea, cuando son usadas contra soldados
refugiados en las trincheras, causan bajas solamente cuando explotan en
las cercanías inmediatas del refugio. Por ejemplo, en la zona de Mal.
Pesochnya una FAB-50 dotada de espoleta de acción instantánea detonó a
0.8m del paso de comunicación. La explosión de la bomba creó un cráter
de 1.6m de diámetro y 0.3 de profundidad. Los fragmentos de la bomba
dañaron el parapeto en la parte opuesta del paso de comunicación; la
explosión de la bomba no causó ningún otro daño significativo (en
particular, hundimiento de las paredes).
Un foso individual para el fusilero, que se
encontraba en la zanja del borde del camino que formaba parte del
sistema de las fortificaciones alemanas en la estación ferroviaria de
Jotynets fue destruida por un impacto directo de una FAB-50 dotada de
espoleta de acción instantánea. El radio de destrucción continua era de
0.8-0.9m. La fosa individual colindante que se encontraba en la misma
zanja a 1.4m de la primera, no sufrió ningún daño.
Las bombas FAB-50 con espoletas de acción retardada
presentan resultados algo mejores. Por ejemplo, durante el ataque aéreo
sobre el aeródromo de Orel ocurrido el 25 de agosto de 1943 ya
mencionado anteriormente, una bomba de 50kg SC-50 explotó a 2m de la
hendidura del refugio, dotado de una barrera antifragmentos hecha de
pértigas de 10 cm y una capa de tierra de 30 a 50 cm de grosor. Como
resultado de la explosión, se hundió la pared de la hendidura más
cercana, y la tarima del recubrimiento descendió 0.5m en el lugar del
hundimiento. Otra bomba SC-50 explotó a 3m de la hendidura del refugio,
hecha en un terreno suave; el refugio no estaba dotado de paredes
revestidas ni de recubrimiento. Como resultado de la acción de la onda
expansiva, la pared de la hendidura por la parte de la explosión se ha
hundido en un tramo de 0.6 – 0.7m.
Un DZOT de ametralladora (refugio de tierra y
madera), que formaba parte de la franja defensiva alemana en la zona de
Mcensk, dotado de recubrimiento de paredes hecho de tablas y
recubrimiento superior de troncos de 20cm puestos en dos capas, fue
destruido por un impacto directo de FAB-50. No se pudieron determinar
bajas humanas, pero el carácter de la destrucción permite deducir que la
dotación del DZOT fue eliminada en el acto.
En el aeródromo de Orel, durante el ataque de la
aviación alemana, por un impacto directo de SC-50 con espoleta de acción
retardada fue destruida una cueva, dotada de recubrimiento de paredes y
recubrimiento superior de tablas de 20mm de dos filas, sobre las cuales
había una capa de tierra de 0.4m de grosor.
Los ejemplos anteriores muestran que con un impacto
directo de FAB-50 no solamente se destruyen las trincheras, pasos de
comunicación, hendiduras y refugios con recubrimiento antifragmentos,
sino también se puede destruir un DZOT, dotado de recubrimiento más
potente (dos filas de troncos de 20cm).
En aquellos casos, cuando FAB-50 explota cerca de
una trinchera u otra fortificación ligera sin el revestimiento de las
escarpas, el radio de destrucción de la explosión no supera el 1.5 veces
de radio del cráter, la magnitud del cual, en su lugar, depende del tipo
del terreno y del retardo de la espoleta.
En base al estudio del efecto causado por las
bombas de propósito general (FAB) en una serie de casos se puede afirmar
que la conclusión anterior respecto al radio de destrucción de la FAB-50
es valida también para la bomba FAB-100.
1.1.4. Bombas de propósito general
(FAB) de grandes calibres. El radio de destrucción derivado de la
explosión de estas bombas cerca de fortificaciones ligeras supera el
radio del cráter en más de 1.5 veces; para la FAB-500 y FAB-1000 el
radio de destrucción equivale aproximadamente a dos veces el radio del
cráter.
Por ejemplo, a causa de la explosión, seguramente
de una FAB-1000, lanzada con espoleta de acción retardada, impactada en
una zona de refugios ligeros, dotados solamente de recubrimiento
antifragmentos de tablas de 20-30mm y una capa de tierra de 0.3-0.4m de
grosor, hechos en un terreno arenoso, se formó un cráter de 5.5m de
profundidad y de 22m de diámetro. Los daños
causados fueron los siguientes:
a) las hendiduras, alejadas a 16m del epicentro de
la explosión, fueron destruidas por completo; parte del personal que se
encontraba allí fue muerta en el acto, parte recibió heridas graves;
b) las hendiduras, alejadas a 25m del epicentro de
la explosión, en las escarpas tenían grietas con una anchura de hasta
5cm; la explosión no causó hundimiento de las escarpas u otros daños
significativos.
c) las hendiduras que se encontraban a 31m del
epicentro de la explosión no presentaron daños ningunos.
Estos ejemplos demuestran, que el radio de
destrucción, cuando se trata de las fortificaciones ligeras, incluso
usando las bombas explosivas (FAB) de gran calibre (FAB-500, FAB-1000)
no supera dos veces el radio del cráter. Las fortificaciones más
reforzadas, dotadas de revestimiento en las escarpas o dotadas de
paredes, hechas de los troncos y dotadas de fuertes recubrimientos
superiores, sufren daños sensiblemente menores.
La destrucción de las obras de fortificación, sean
puntuales o sean lineales estrechas, dispersas en grandes áreas,
representa serias dificultades para la aviación, dado que el bombardeo
de precisión sobre una fortificación concreta tiene una probabilidad de
destrucción muy baja, y cuando para destruir un grupo de fortificaciones
dispersas en el área se bombardea sobre el área, la probabilidad de
impacto tampoco es elevada, dado que la mayoría de las bombas caen entre
los objetivos sin haberlos alcanzado.
Como ejemplo, analizaremos los resultados de la
acción de nuestra aviación sobre las fortificaciones alemanas en la zona
de la estación de Jotynets.
Fueron analizados ocho sectores de las defensas
alemanas, de dimensiones entre 300x200m y 150x6m, en los cuales se
encontraban 666 pequeños refugios (fosos individuales para fusileros,
nidos de ametralladora y de mortero, trincheras para baterías de
artillería antiaérea de pequeño calibre y refugios para vehículos). De
estos ocho sectores, seis fueron cubiertos por las explosiones de las
bombas, y en estos seis sectores se encontraban en total 509 pequeños
refugios con una densidad media de 1 refugio por cada 223 metros
cuadrados. Estos sectores fueron cubiertos por las explosiones de 42
bombas FAB-50 y AO-25, de las cuales solamente una con un impacto
directo pudo destruir un foso individual, dado que el resto de las
bombas cayeron entre los refugios, sin causar su destrucción.
Como consecuencia de la dificultad de causar daños
a las fortificaciones puntuales de pequeño tamaño y a los soldados y
material que se refugian en ellas, se requiere un elevado consumo de
bombas para poder crear una suficiente densidad de explosiones, la cual
garantiza que los impactos directos en los refugios no serian casuales
sino sistemáticos. Para causar las máximas bajas al enemigo empleando
mínimos recursos a la hora de bombardear las fortificaciones que no
están dotadas de recubrimientos antifragmentos, es razonable emplear
bombas de calibres pequeños, hasta AO-2.5 inclusive. Como demuestra la
experiencia, en este caso se puede contar con la máxima cantidad de
impactos directos, que al explotar dejan fuera de combate al personal y
al armamento que se encuentra refugiado.
Según el informe sobre el interrogatorio del
prisionero enemigo Ludwig Majczevski de la 292 división alemana de
infantería, en el primer día de la ofensiva alemana en la dirección de
Orel-Kursk, unos 50 bombarderos soviéticos atacaron a las tropas y el
armamento enemigo, concentrados para el ataque en las trincheras y pasos
de comunicación que formaban parte de la línea defensiva alemana dotada
de todos los refugios necesarios y de calidad. El lanzamiento fue
efectuado desde 900m y fueron empleadas bombas de fragmentación (AO),
efectuando la pasada a lo largo de la primera línea de las defensas. La
banda de las explosiones de las bombas cubrió la primera trinchera de
las defensas alemanas en un tramo de 2km de longitud. Muchas bombas
impactaron directamente en las trincheras, el resto explotaron sobre los
parapetos, causando con sus fragmentos daños a los soldados, refugiados
en las trincheras y en los pasos de comunicación.
Como resultado del bombardeo, solamente en uno de
los batallones que ocupaba la franja frontal de unos 600-700m, fueron
muertos 23 soldados y heridos otros 57; daños similares fueron sufridos
por los batallones vecinos.
En verano de 1943 la aviación enemiga también
empleaba ampliamente bombas de fragmentación pequeñas (2kg) y minas de
55mm, lanzándolas sobre las formaciones de combate de nuestras tropas y
sobre las posiciones de nuestra artillería.
Los oficiales de las tropas terrestres de manera
unánime declaraban, que las bombas de fragmentación de pequeño calibre
eran más eficaces que las bombas explosivas (FAB), dado que las primeras
se lanzaban en grandes cantidades y como norma general causaban daños
con sus impactos directos en las fortificaciones.
Por ejemplo, el 17 de agosto de 1943 en la zona de
la aldea Krivaya Versta (Frente de Bryansk) una de las baterías de
artillería antiaérea fue atacada por Ju-87, que lanzaron en picado
bombas de propósito general y bombas de fragmentación de 2 kg. En la
posición de la batería, que ocupaba un área de 120x80m, cayeron 2
FAB-250 con espoletas de acción retardada, 6 FAB-250 con espoletas de
acción instantánea, y unas 300 bombas de fragmentación de 2kg. Como
resultado del ataque, fueron puestos completamente fuera de servicio las
dotaciones de dos cañones, 8 de los cuales murieron y 12 fueron heridos;
los fragmentos de las bombas dañaron el PUAZO-3 (PUAZO = puesto de
dirección del fuego de artillería antiaérea) y los equipos receptores de
dos cañones; las bombas de propósito general dañaron dos cables de la
instalación eléctrica. Todas las bajas sufridas por el personal y por el
equipo y armamento fueron causados por las bombas de fragmentación, que
explotaron sobre el parapeto y en los fosos de dos de los cañones.
En los casos cuando el personal se ubica en DZOT
(refugio de tierra y madera) y en otras fortificaciones, reforzadas por
recubrimientos antifragmentos, la eficacia de la aviación se reduce
sensiblemente. En estos casos, es inútil emplear las bombas de
fragmentación. Solo se puede conseguir resultados reales lanzando una
gran cantidad de bombas de propósito general (FAB) de calibre 50kg y
superiores, lo que exige asignar una gran cantidad de bombarderos y de
Shturmovík IL-2.
Las tropas que se defienden en los poblados
aprovechando para su defensa fuertes edificios de piedra, adaptando su
planta baja para colocar todo tipo de armamento, y los sótanos como
refugios para el personal, sufren pocas bajas a causa de la aviación. La
destrucción de estos refugios solo es posible con un impacto directo de
bombas de propósito general (FAB) de calibre 250kg por lo menos.
A pesar de que la eliminación de soldados y de sus
medios técnicos, refugiados en los fuertes edificios dentro las
ciudades, exige realizar una gran cantidad de vuelos, las acciones de la
aviación sobre estos objetivos debe ser considerada como razonable, dado
que estas acciones, a pesar de causar poco daño físico y material a las
tropas, causan un enorme efecto psicológico.
Este efecto psicológico, en comparación con el
efecto causado por la aviación cuando ésta ataca a las fortificaciones
de campo, se incrementa de manera significativa a causa de los derrumbe
de grandes edificios, derrumbamiento y obstrucción de los sótanos y
refugios, y de sus respectivas salidas.
Un ejemplo característico de la acción de la
aviación sobre las tropas refugiadas en la ciudad seria el ataque
efectuado por los aviones del 1er Cuerpo Aéreo de Bombarderos sobre la
fortaleza de Velíkie Lúki, efectuado el día 15 de enero de 1943.
Justo antes de comenzar el asalto a la fortaleza
por nuestras tropas, 12 aviones Pe-2 escoltados por cazas efectuaron un
bombardeo simultaneo sobre los puntos de resistencia mas importantes,
empleando bombas FAB-250. A pesar de que la cantidad de aviones
empleados en el ataque no fue importante, el bombardeo jugó un papel
crucial en el éxito del asalto a la fortaleza. El comandante del grupo
de artillería alemana que formaba parte de la guarnición de Velikie
Luki, hecho prisionero, mayor Heinrich Ulrico, durante el interrogatorio
declaró que el bombardeo de la fortaleza no causó daño material
significativo, pero si causó un fuerte daño psicológico a la guarnición
de la fortaleza, y como resultado, la capacidad de resistencia del
personal se redujo drásticamente.
1.2. ACCIÓN SOBRE LAS TROPAS QUE SE ENCUENTRAN
FUERA DE LOS REFUGIOS.
Los daños causados por la aviación a las tropas son
muchísimo mayores, cuando éstas se encuentran fuera de los refugios, en
las entradas a la zona de acción, en los lugares de concentración de las
reservas, en los convoyes o durante su descarga, en las estaciones
ferroviarias, en los cruces de río y en lugares de acantonamiento.
La eficacia de los bombardeos y los asaltos hechos
por la aviación en estos casos también depende de la posibilidad por
parte de las tropas atacadas de utilizar los refugios naturales, las
irregularidades del terreno, los cráteres de las bombas y etc. Si el
ataque es perpetrado por sorpresa, cuando las tropas no tienen tiempo
para dispersarse y refugiarse, los resultados del ataque se incrementan.
El medio mas eficaz para eliminar al personal
enemigo que se encuentra fuera de los refugios son las bombas de
fragmentación, sobre todo las AO-2.5; cuando se ataca a las columnas
mixtas o a grupos de tropas, compuestos por vehículos, artillería,
vehículos de transporte especial y etc., se debe usar las AO-8 y AO-10.
Veamos algunos ejemplos que demuestran la eficacia de los ataques aéreos
sobre el enemigo empleando dichas bombas.
Cuando nuestras tropas rompieron las defensas
alemanas en la zona de Sevsk, el enemigo concentró en el bosque al norte
de la aldea Shvedchikovy (9km al noreste de Sevsk) grandes fuerzas, y
aprovechando la ventaja en el terreno, reforzado por potentes
fortificaciones, prestaba a nuestras tropas una fuerte resistencia.
Según los testimonios de los habitantes locales, el enemigo disponía en
esta zona 5.000 soldados.
El 16º Ejercito del Aire, el día 27 de agosto de
1943 recibió la orden de apoyar el avance de nuestras tropas, efectuando
un potente ataque para eliminar al personal y armamento enemigo en la
zona de Shvedchikovy. El ataque concentrado, en el cual participó una
gran cantidad de aviones de todos los tipos, causó al enemigo daños
exclusivamente elevados en personal y en armamento. Como resultado, la
zona fue ocupada por nuestras tropas.
La comisión del Estado Mayor del 16º Ejercito del
Aire, creada especialmente para verificar la eficacia del ataque de la
aviación, determinó que tras el ataque aéreo solamente en las aldeas más
cercanas el enemigo enterró hasta 500 cadáveres; según los testimonios
de los civiles de la zona, la cantidad de los heridos fue mucho mayor.
Además, una gran cantidad de cadáveres fue
abandonada por las tropas enemigas sin enterrar.
El 17 de enero de 1943 tres aviones Pe-2 del 3er
SAK efectuaron un ataque sobre la concentración de tropas en las calles
de Belovodsk. Cuando esta ciudad posteriormente fue tomada por nuestras
tropas, durante la verificación de los resultados del ataque aéreo se
determinó que fallecieron 7 oficiales, 108 soldados y 23 caballos;
además, fueron destruidos 19 vehículos y 12 remolques, y además fue
dañado un campamento militar ocupado por tropas italianas y alemanas.
Las bajas en personal especialmente graves las
sufren las columnas de tropas enemigas que se retiran o las
concentraciones de tropas en los poblados y en los pasos de ríos.
Por ejemplo, según los testimonios, como resultado
de los ataques efectuados por nuestros Shturmovík IL-2 realizados el día
15 y 16 de septiembre de 1943 en la zona del poblado Slavyánka (a 35km
al oeste de Krasnoarméyskoe) fueron eliminados 12 carros de combate y
vehículos con soldados; las bajas enemigas en personal eran de 500
muertos, sin contar los heridos.
El pánico que se levantó en las filas enemigas
durante el ataque de nuestros Shturmovík favoreció el incremento de las
bajas causadas: nuestros IL-2 realizaban varias pasadas sobre el
objetivo hasta agotar por completo su munición y sin ninguna oposición
por parte del enemigo.
Cuando los bombarderos y los IL-2 actúan sobre
concentraciones de tropas en las carreteras, en los poblados y en los
barrancos, es razonable emplear bombas de fragmentación, desde AO-2.5
hasta AO-10. El lanzamiento de bombas de calibres mayores, sobre todo
bombas de propósito general (FAB) cuando el grupo de aviones es
reducido, no logra alcanzar el suficiente número de impactos directos en
los objetivos.
CONCLUSIONES:
1. Las acciones de la aviación sobre las tropas
atrincheradas en tierra les causan daños despreciables. Sobre todo las
bajas causadas son mínimas cuando se ataca a gran altitud, cuando el
lanzamiento de bombas sobre las obras de fortificación es efectuado
bombardeando “sobre el área”. La causa de las pequeñas bajas es el
reducido radio de destrucción de las bombas, incluyendo las bombas de
gran calibre.
2. La eficacia de la acción de la aviación sobre
los soldados atrincherados en tierra se incrementa por el uso de bombas
de fragmentación de pequeño calibre, cuando éstas son lanzadas en gran
cantidad, lo que asegura una cantidad significativa de impactos
directos.
3. Para acatar a las obras de fortificación dotadas
de recubrimiento antifragmentos, el mayor efecto es causado por las
bombas FAB-50 y FAB-100 con espoletas de acción retardada; en este caso,
la destrucción de estas fortificaciones se produce solamente en caso del
impacto directo o de la explosión en las cercanías inmediatas del
refugio, no más de la mitad del radio del cráter.
4. Las mayores bajas a causa de la aviación son
sufridas por la infantería que se encuentra fuera de los refugios, en
los lugares de concentración, en lugares de entrada al campo de batalla,
en los cruces de ríos y etc. En estos casos, el mayor éxito se logra
empleando cañones, ametralladoras y bombas de fragmentación de pequeño
calibre, las cuales incluso lanzadas por un pequeño grupo de bombarderos
o de IL-2 causan bajas significativas por el elevado numero de focos de
destrucción.
5. En todos los casos de la actividad bélica, las
tropas terrestres deben emplear ampliamente todos los medios de defensa
pasiva contra ataques de la aviación (dispersión y refugio), y siempre
estar en alerta para emplear de forma masiva sus medios de fuego
(defensa activa) para rechazar los ataques de la aviación, que actúa a
bajas altitudes.
2. EFICACIA DE LA
AVIACIÓN ACTUANDO SOBRE LA ARTILLERÍA
La acción de la aviación sobre la artillería
enemiga tiene por objetivo neutralizar su fuego o eliminar los cañones y
otro material.
Es relativamente fácil neutralizar el fuego de la
artillería, sobre todo cuando hay que lograrlo por un breve periodo de
tiempo. En este caso, un fuerte fuego de cañones y ametralladoras
abierto por los aviones atacantes, junto al lanzamiento de bombas sobre
las posiciones de artillería, como norma general, obliga a que las
dotaciones de personal de las baterías dejen de disparar y se refugien
en trincheras durante el ataque aéreo.
Para neutralizar a la artillería por un tiempo mas
prolongado, hay que causar bajas al personal y dejar fuera de servicio
las piezas de artillería.
El nivel de las bajas de la artillería en personal
y en material bélico a causa de la aviación también depende en gran
medida de cómo los últimos están refugiados en las fortificaciones. Las
piezas de artillería y otro material, refugiados correctamente en
tierra, ubicados en sus respectivas posiciones de combate, solamente
sufren bajas cuando las bombas impactan en los fosos de artillería.
Además:
- las bombas de fragmentación de pequeño calibre
tipo AO-2.5 causan daño a los colimadores y sus mecanismos, y en algunos
casos a los mecanismos antiretroceso de los cañones;
- las bombas de fragmentación del calibre 8-10kg
normalmente dejan fuera de servicio a la pieza de artillería, perforando
con sus fragmentos los cilindros del compresor, los frenos hidráulicos,
los muelles del recuperador, los cañones, los colimadores y sus
mecanismos;
- las bombas de propósito general (FAB) con la
espoleta de acción instantánea, mediante un impacto directo eliminan
completamente el material bélico; el impacto directo de bombas de
fragmentación de gran calibre (20-25kg) o de fragmentación/explosivas
(tipo FAB-50-M9) directamente en los fosos de artillería también causa
daños difícilmente reparables o incluso destruyen completamente el
cañón. Por ejemplo, la explosión de una bomba de fragmentación/explosiva
de 50kg en un foso de artillería a 3m del cañón antiaéreo del calibre
medio formó un cráter de 2.5m de diámetro y de 0.6m de profundidad; la
bomba mató a toda la dotación de personal, y el cañón estuvo fuera de
servicio por mucho tiempo.
El día 22 de julio de 1943 en la zona de Zolotarevo
(Frente de Bryansk) una de las baterías de artillería antiaérea fue
atacada en picado desde 1.500m de altitud por tres Ju-87, que lanzaron
bombas de propósito general de 50kg SD con la espoleta fijada a un
retardo corto. Durante el ataque la batería disparaba contra los aviones
que entraron en picado, y derribó a 2 Ju-87. En total sobre la batería
fueron lanzadas 7 bombas SD-50, de las cuales 3 explotaron sobre la
posición de la batería y 4 explotaron alejadas a unos 100m. La batería
tenia el refugio del perfil normal, con una profundidad en tierra de
1.10 – 1.20m. De las 3 bombas que cayeron sobre la posición de
artillería antiaérea, una explotó a 4, otra a 5, y la otra a 7 metros de
los cañones antiaéreos de 88mm. Como resultado de la explosión de las
bombas, fueron puestos fuera de servicio 3 cañones, el telémetro, el
PUAZO-3 (puesto de dirección de fuego de artillería antiaérea) y la
dotación de personal. Todo el material, a excepción de una pieza de
artillería que recibió una perforación en el tubo del cañón, recibió
daños fácilmente reparables. La explosión de las bombas de
fragmentación, así como de las bombas explosivas con la espoleta de
acción instantánea en la cercanía directa del refugio solamente pudo
causar daño al material que sobresale del refugio (cañones de las piezas
de artillería, partes superiores de los equipos y etc.)
La explosión de una bomba de propósito general
(FAB) con la espoleta de retardo normal tiene pequeño radio de acción,
dado que los fragmentos y la onda expansiva de la bomba que explota en
la tierra se dirigen hacia arriba y solo son capaces de causar daño
dentro del espacio formado por el cono de destrucción con la cúspide en
el centro de la explosión y la abertura del ángulo a partir del eje
central a unos 45-60º. Por eso la explosión de las FAB, incluso de gran
calibre causa daños poco significativos a las piezas de artillería y a
otro material
Por ejemplo, en las posiciones de artillería de
campo cayó una bomba explosiva (FAB) de 250kg a 7m del cañón, cuya
dotación de personal estaba presente en sus respectivos puestos de
combate. Como resultado de la explosión, se formó un cráter de 1.8m de
profundidad y de 6m de diámetro. Por los fragmentos de la bomba fue
herido solo un operario de la dotación del cañón, y en algunas partes
del propio cañón se detectaron rayones que no influyeron en el correcto
funcionamiento del cañón.
La acción de la onda expansiva tiene un
efecto aun menor sobre las propias piezas de artillería y sobre los
equipos. Incluso los instrumentos más frágiles en una serie de casos
recibían solamente daños reparables, a pesar de que las bombas de
propósito general (FAB) detonaban a distancias cortas. Por ejemplo,
durante un ataque de la aviación alemana sobre el nudo ferroviario de
Kursk, realizado el día 2 de junio de 1943, dos bombas FAB de 250kg
detonaron a 7 metros del foso donde estaba ubicado el PUAZO. Se formaron
cráteres de 8m de diámetro y de 2.5m de profundidad. El PUAZO sobresalía
sobre el nivel de la tierra a 0.3m. El equipo fue volcado por la onda
expansiva y recibió daños que solamente requerían una reparación en
fábrica.
Dicho lo anterior, igual que en caso de la
infantería, las mayores bajas son sufridas por la artillería a causa de
las bombas de fragmentación, dado que la eliminación de las piezas de
artillería por impactos directos de las bombas de propósito general
(FAB) es poco probable debido a la reducida cantidad de focos de
destrucción. La probabilidad del impacto de una bomba en las posiciones
de la batería de artillería y en sus fosos es algo superior, si lo
comparamos con las trincheras de infantería, pero esta probabilidad no
es tan elevada para poder eliminar la artillería lanzando una pequeña
cantidad de bombas; por eso, como muestra la practica, a menudo sucede
que las series de bombas impactan en las posiciones de artillería,
explotando fuera de los fosos, y neutralizando temporalmente el fuego de
estas baterías de artillería, pero aun así no llegan a causar daño al
material y al personal que se encuentra en los refugios.
En este aspecto son representativas las acciones de
3 grupos de aviones IL-2, que atacaron una batería de artillería de
calibre mediano en la zona de Novosil el día 12 de noviembre de 1943.
Sobre dicho objetivo 37 aviones lanzaron bombas FAB-100. Posteriormente
la batería fue atacada con cañones y con cohetes RS. 7 bombas FAB-100
impactaron directamente sobre las posiciones de artillería, pero ni el
material ni la dotación de personal sufrieron bajas.
Los resultados de las acciones de la aviación sobre
las baterías de artillería que se encuentran en las posiciones de
combate se reducen considerablemente, cuando los objetivos del ataque
son bien cubiertos por el fuego antiaéreo. Por ejemplo, en la zona de
Zolotarevo (Frente de Bryansk), cuatro baterías nuestras de artillería
antiaérea fueron atacadas 9 veces por los aviones enemigos. Ellos
actuaron en grupos de desde 3 a 27 aviones del modelo Ju-87. En todos
los casos, el bombardeo fue realizado en picado. De los 9 ataques
realizados, solamente en un caso la aviación alemana pudo neutralizar a
una de las 4 baterías; en todos los demás casos, todas las baterías
disparaban contra los aviones y no sufrieron ni una sola baja.
La artillería que se encuentra fuera de los
refugios (en los lugares de concentración o en las entradas) sufre bajas
incomparablemente superiores, dado que en estos casos los fragmentos de
las bombas alcanzan su objetivo a un radio de hasta 20-30m a partir del
foco de la explosión. Además, la artillería que se encuentra fuera de
los refugios es vulnerable al fuego de cañones y ametralladoras de los
aviones que la atacan. Por ejemplo, el 3 de agosto de 1943, 8 aviones
Pe-2 realizaron un ataque sobre la batería enemiga en la zona del
poblado Berezov.
El bombardeo fue efectuado en vuelo horizontal
desde 3.000m de altitud, empleando bombas de propósito general (FAB) y
de fragmentación (AO). En total se habían lanzado 44 bombas FAB-100, 8
FAB-50 y 42 AO-10. A la batería no le dio tiempo a preparar los
refugios, representando un objetivo fácil de eliminar. Cuando nuestras
tropas tomaron el poblado de Berezov, se pudo comprobar que las series
de bombas alcanzaron con precisión la posición de la batería. Un cañón
fue destruido por un impacto directo; las explosiones de otras bombas
volcaron otro cañón y dos cajas con munición, así como fueron puestos
fuera de servicio el resto de cañones de la batería, fue destruido el
puesto de mando y eliminado el personal enemigo.
El 25 de julio de 1943 dos grupos de aviones
enemigos (33 y 22 Ju-87, respectivamente) en la zona de la estación
ferroviaria de Mojovoe (Frente de Bryansk) realizaron el ataque sobre
dos regimientos de artillería, uno de los cuales era un regimiento de
artillería pesada, al que le dio tiempo a ponerse en posición de combate
ocupando sus respectivas posiciones pero no le dio tiempo a preparar los
refugios en tierra para los cañones y el personal; el otro regimiento de
cañones de 76mm acababa de llegar a las posiciones y en el momento del
ataque ni siquiera pudo dispersarse.
En el ataque fueron empleadas bombas de propósito
general y bombas de fragmentación, lanzadas en picado. No hubo oposición
por nuestra parte, ni desde tierra ni desde el aire. Como resultado del
ataque, los regimientos sufrieron grandes bajas en material: en el
regimiento de artillería pesada quedaron fuera de servicio 6 piezas de
artillería, 4 tractores remolcadores y varios vehículos; el regimiento
de cañones de 76mm perdió todo su material. El personal de las baterías
también sufrió bajas, sobre todo el regimiento de cañones de 76mm.
CONCLUSIONES:
1. La artillería que se encuentra en sus
respectivas posiciones de combate, colocada en los refugios debidamente
preparados, solamente sufre bajas a causa de la aviación como resultado
de los impactos directos de las bombas que explotan dentro de los
refugios o en las cercanías inmediatas de los refugios. En estos casos,
lo más frecuente es que quedan dañados los equipos de dirección de
fuego, los telémetros y los dispositivos colimadores, los cuales quedan
dañados no solamente por los fragmentos de las bombas sino también por
la onda expansiva de las bombas de propósito general (FAB).
2. Las piezas de artillería quedan fuera de
servicio como resultado de la detonación de las bombas de propósito
general (FAB) directamente en los fosos o cuando impactan en los
parapetos. Cuando explotan las bombas de fragmentación de calibre 8-35kg
en las mismas condiciones que las FAB, las piezas de artillería quedan
fuera de servicio a causa de los impactos de los fragmentos en los
dispositivos colimadores y sistemas antiretroceso, así como en los
cañones de las piezas de artillería.
3. La dotación de personal sufre bajas a causa de
los impactos directos de las bombas en los fosos de artillería, así como
en aquellos casos, cuando la batería permanece activa durante el ataque
aéreo.
4. Fuera de los refugios (en los lugares de
concentración o en las entradas) la artillería representa un excelente
objetivo y sufre grandes bajas, tanto en material como en personal
propio, a causa de las bombas de fragmentación y el fuego de los cañones
y ametralladoras aéreas.
5. Para destruir el material de una batería de
artillería alojada en sus posiciones de combate y refugiada en los
fosos, el mejor resultado se consigue con las bombas de fragmentación de
8-25kg. Las bombas de calibres mayores solamente pueden ser empleados
cuando se trata de atacar a la artillería pesada.
3. LA EFICACIA DE LA
AVIACIÓN SOBRE LOS CARROS DE COMBATE
Para destruir a los carros de combate, la aviación
utiliza bombas de fragmentación de 20-25kg, bombas de
fragmentación/explosivas de 50kg (proyectiles de artillería
transformados), bombas FAB-50 y FAB-100, bombas especiales anticarro
PTAB-2.5-1.5, así como el fuego de los cañones de 23mm “VYa” y los
cañones de 37mm del sistema OKB-16.
De todos los medios de destrucción mencionados
anteriormente, solamente la PTAB-2.5-1.5 es considerada como una bomba
universal: esta bomba tiene suficiente potencia para destruir carros de
combate de cualquier tipo, así como cualquier otro objetivo móvil
blindado que suele encontrarse en el campo de batalla (cañones
autopropulsados, vehículos blindados, transportadores blindados). El
resto de las bombas destruyen primordialmente solo a los carros de
combate ligeros y en parte a los carros medios; los carros pesados
pueden ser eliminados con las bombas de propósito general (FAB)
solamente con un impacto directo, y con las bombas de
fragmentación/explosivas (OFAB) cuando impactan en las partes más
vulnerables del carro.
3.1. Bombas de fragmentación AO-20 y AO-25
destruyen los carros de combate ligeros cuando estallan a 2.0-3.0m; en
caso de los carros medios, la bomba debe estallar a 0.3-0.5m. En este
escenario, para eliminar con seguridad a un carro de combate medio, la
bomba debe impactar directamente en el techo del carro o en las orugas.
Los carros pesados en ocasiones quedan fuera de servicio por las bombas
de fragmentación como resultado de un impacto directo en las orugas o en
algunas partes del techo.
De todas formas, la probabilidad de impacto en
estas zonas es despreciablemente baja a causa del reducido tamaño del
área vulnerable del objetivo.
3.2. Las bombas de fragmentación/explosivas
(OFAB) de 50kg dañan carros ligeros al
explotar a una distancia de 3-4m; en caso de los carros medios, a una
distancia de 2.0-2.5m. Los carros medios y pesados se eliminan con
seguridad cuando estas bombas impactan en el techo o en el chasis del
carro.
3.3. Las bombas de propósito general FAB-50 y
FAB-100 con la espoleta de acción
instantánea destruyen con sus fragmentos a los carros ligeros cuando la
explosión se produce a una distancia no mayor de 3m y 5m
respectivamente. En caso de los carros medios, la distancia es de
1.5-2.0m y 2.5-3.0m respectivamente. El carro pesado se destruye con el
impacto directo o cuando la bomba explota como mucho a 0.5m de la oruga.
Cuando una bomba (FAB) estalla cerca de la oruga de un carro pesado,
solo queda dañado el chasis del carro. La onda expansiva de las FAB-50 y
FAB-100 destruye la coraza del carro solamente en caso de un impacto
directo.
Cuando explota una FAB-100 con la espoleta de
acción retardada en las cercanías inmediatas de un carro ligero, el
último es volcado por la onda expansiva. En estos casos, como norma
general, se destruye el chasis y se arranca la torre; el casco del carro
pocas veces queda destruido por la onda expansiva. Por ejemplo, en la
zona de la aldea Grachiki, uno de nuestros carros T-70 fue volcado por
la popa a causa de la explosión de una bomba del calibre 50-100kg, que
estalló a 0.5m del carro. Como resultado de la explosión, fue arrancada
la oruga derecha y en algunas partes fue perforada la coraza del casco
por los fragmentos de la bomba.
3.4. Bombas de propósito general (FAB) de gran
calibre con la espoleta de acción
instantánea eliminan los carros ligeros y medios cuando explotan en la
cercanía inmediata del carro y les causan daños a una distancia de
aproximadamente 5m.
Las FAB de gran calibre con la espoleta de acción
retardada eliminan o dejan fuera de servicio a carros medios y pesados
solamente en aquellos casos cuando el foco de la explosión y el cráter
acaban por debajo del carro.
En la zona de la aldea Grachiki, una bomba alemana
explosiva de 1000kg dotada de la espoleta de acción retardada cayó cerca
de un carro medio T-34. La explosión de la bomba formó un cráter de 18m
de diámetro y de 5.5m de profundidad.
El carro fue destruido por completo, su torre acabó
en el extremo del cráter, el resto de piezas dañadas y sistemas enteros
eran esparcidos alrededor del cráter a una distancia de hasta 15m de sus
extremos.
Las pequeñas dimensiones y la gran resistencia de
los carros de combate hacen que para su destrucción sea necesario un
impacto directo o que la explosión de la bomba se produzca en las
cercanías inmediatas del carro, con lo cual la probabilidad del impacto
es baja y en consecuencia la eficacia de los bombardeos aéreos es
escasa. En la mayoría de los casos, las acciones de la aviación sobre
los carros de combate, cuando se emplean bombas de fragmentación y
bombas explosivas, consigue un efecto psicológico y una desorganización
temporal de las formaciones de combate de los carros; se causan bajas a
la infantería de apoyo de los carros, se eliminan las retaguardias que
alimentan a las unidades blindadas así como las bases de reparaciones;
al mismo tiempo se interrumpe la dirección del combate como consecuencia
de puesta fuera de servicio de los medios de comunicación
(radiotransmisores). El material bélico, sobre todo carros pesados y
medios, sufren bajas despreciablemente bajas.
El uso de los cañones aéreos para luchar contra
carros de combate aumenta la eficacia de la aviación, pero las
posibilidades de este tipo de armamento tampoco son grandes.
El tiro con los cañones de 23mm “VYa” es eficaz
solamente contra los carros ligeros y vehículos blindados con el grosor
de la coraza de hasta 20mm. Los carros medios, como norma general, no
son destruidos por estos cañones. Los cañones de 37mm del sistema OKB-16
destruyen con éxito los carros medios; los pilotos con un excelente
nivel de tiro aéreo y una gran maestría de pilotaje, los que saben abrir
fuego a cortas distancias y disparar en las partes vulnerables, pueden
destruir con estos cañones a carros pesados tipo P-V (“Pantera”).
A pesar de ello, las posibilidades de los aviones
para luchar con sus cañones de 37mm contra carros son limitadas, dado
que solo llevan 30-80 proyectiles, cuando la probabilidad de impactar en
un carro de combate que representa un objetivo puntual, incluso
disparando con un cañón reductor y en condiciones de polígono de tiro,
no supera un 6% de media.
La eficacia de tiro con un cañón de 37mm instalado
en un Shturmovík IL-2 es sensiblemente inferior en comparación con el
tiro efectuado con el mismo cañón instalado en un caza, dado que la gran
fuerza de retroceso de los cañones, instalados en las alas, incrementa
la dispersión de los proyectiles.
Por tanto, el medio más eficaz para luchar contra
carros de combate son las bombas especiales anticarro.
La bomba PTAB-2.5-1.5 fue empleada por primera vez
por nuestra aviación durante las operaciones del verano de 1943. A pesar
de su reducido peso (1.5 – 1.6kg) esta bomba con un impacto directo a un
ángulo de 0º perfora la coraza de hasta 60mm de grosor. Al mismo tiempo,
al impactar en el casco del carro, la bomba provoca el incendio de los
depósitos de gasolina, elimina con su onda expansiva y con los
fragmentos de la coraza a la tripulación del carro, y en algunos casos
hace detonar la munición del carro.
La elevada eficacia de esta bomba viene explicada
por su funcionamiento: la onda expansiva es concentrada en un punto y su
velocidad alcanza 11.000 m/seg. El uso bélico de las PTAB demostró su
elevada eficacia a la hora de atacar a los carros de combate y a los
cañones autopropulsados, así como a los vehículos de transporte, trenes
blindados y otros objetivos.
El estudio de la eficacia de la acción de las PTAB
sobre los carros de combate y cañones autopropulsados, eliminados por
nuestros aviones de asalto y abandonados por el enemigo durante su
retirada demuestra que con un impacto directo en un carro de combate
(cañón autopropulsado), el último es eliminado por completo o deja de
ser operativo.
El impacto de una PTAB en la torre o en el casco
del carro provoca el incendio o la explosión de su munición, con lo que
finalmente el carro es eliminado por completo. Además, la PTAB-2.5-1.5
elimina con éxito tanto a los carros ligeros como a los carros pesados.
Por ejemplo, en el campo de batalla en la zona de Ponyri se había
localizado un cañón autopropulsado “Ferdinand”, eliminado por una PTAB.
La bomba impactó en la tapa blindada del depósito de combustible
izquierdo, perforó la coraza de 20mm, destruyó por la onda expansiva el
depósito e incendió la gasolina. El incendio eliminó todo el equipo del
carro e hizo estallar la munición.
En la zona de la estación Jotynets se había
encontrado un carro pesado P-V (“Pantera”), destruido por los impactos
directos de 3 PTAB. Las bombas impactaron en el cinturón blindado
inclinado del casco del carro bajo la base de la torre, perforaron la
coraza de 45mm y provocaron el incendio del carro.
En la zona de la aldea Dragunskaya (a 10km al norte
de Tomarovka) el enemigo abandonó en el campo de batalla a 6 carros P-V,
destruidos por las bombas PTAB-2.5-1.5. Todos ellos se quemaron, y en
los 4 de ellos detonó la munición.
El uso de las PTAB elevó la eficacia de nuestra
aviación contra carros de combate enemigos. El uso de las PTAB-2.5-1.5
incrementó muchas veces la probabilidad de un impacto directo en un
carro de combate, dado que una gran cantidad de bombas, lanzadas desde
un solo avión, cubre un gran área, al mismo tiempo creando dentro de
esta área una suficiente densidad de explosiones. La banda de la
dispersión de las bombas lanzadas desde un solo avión en muchas
ocasiones cubre a 2-3 carros a la vez, alejados a 60-75m unos de otros.
Por eso, como resultado de las acciones de nuestra aviación, incluso las
formaciones de combate y columnas de carros dispersas, como norma
general, sufren grandes bajas. Esto se confirma por los siguientes
ejemplos.
El 15 de julio de 1943 cuatro IL-2 del 614 ShAP
atacaron en la zona de Podmaslovo (Frente de Bryansk) a un grupo de
carros de combate que avanzaban en una formación formada por 25
unidades, entre los cuales había hasta 10 “Tigres”. El lanzamiento fue
efectuado en vuelo horizontal a una altitud de 130-150m. Las
tripulaciones lanzaron 1.190 bombas PTAB-2.5-1.5. Como resultado, se
incendiaron 7 carros, de los cuales 4 fueron carros pesados.
El 16 de julio de 1943 23 aviones IL-2 del 810 ShAP
atacaron la concentración de carros de combate y de vehículos en la zona
de Podmaslovo, Fedorovka, Filatovo. Fueron lanzadas 2.700 bombas PTAB.
Como resultado del ataque, fueron eliminados, según observaciones de las
tripulaciones, 17 carros de combate y hasta 40 vehículos.
El 7 de julio de 1943 dos octetos de IL-2 de la 291
ShAD atacaron a una columna enemiga, que contaba aproximadamente con 40
carros de combate. Se dirigían desde Tomarovka hacia Cherkasskoe. Cada
grupo de los IL-2 realizó 2 pasadas sobre el objetivo, lanzando las
bombas anticarro desde 300-200m del altitud. Como resultado del ataque,
fueron incendiados hasta 20 carros de combate. El movimiento de la
columna fue frustrado, dado que el enemigo se retiró de la carretera y
se apresuró en dispersarse en los bosques y cañadas cercanas.
La experiencia que se obtuvo usando las
PTAB-2.5-1.5 demuestra que los mejores resultados se consiguen cuando
las bombas se lanzan desde una altitud de 400-300m en la salida del
planeo, o bien desde 120-150m de altitud en vuelo horizontal. El
lanzamiento desde altitudes de 500m o superiores provoca una gran
dispersión de las bombas, con lo que la densidad de los focos de
destrucción es insuficiente, dado que las bombas caen a una distancia de
30-40m una de la otra. Hubo casos sueltos cuando las bombas PTAB eran
empleadas contra carros de combate escondidos en los bosques, lo que
tampoco daba el efecto esperado, porque las PTAB detonaban al chocar
contra las ramas de los árboles y no llegaban alcanzar a los carros.
CONCLUSIONES:
1. La eficacia de la aviación contra los carros de
combate usando bombas de fragmentación, bombas explosivas y los cañones,
es baja. Las unidades y agrupaciones de carros de combate que usan
ampliamente medios de camuflaje y se dispersan, como norma general
sufren bajas insignificantes.
2. El medio más eficaz para luchar contra carros de
combate son las bombas especiales anticarro PTAB-2.5-1.5, que con un
impacto directo en el carro de combate o cañón autopropulsado de
cualquier tipo, como regla general, lo dejan fuera de servicio o lo
destruyen por completo a causa del incendio provocado y por la
detonación de su munición que lleva dentro.
3. El uso de las PTAB incrementa muy
considerablemente la probabilidad de un impacto directo en los objetivos
blindados de reducido tamaño, dado que las bombas lanzadas por un solo
avión cubren una gran área, creando una densidad de explosiones
suficiente para destruir un objetivo de pequeñas dimensiones.
4. La eficacia de las PTAB se reduce
considerablemente cuando se ataca a los carros de combate que se
refugian en un bosque denso, dado que la explosión se produce arriba y
no llega a dañar a los carros. En estos casos para luchar contra carros
hay que emplear bombas explosivas FAB-100, y en épocas secas del año,
lanzar AZh-2 (ampollas incendiarias) con KS (liquido autoincendiario)
con el objetivo de provocar un incendio en el bosque y expulsar al
enemigo hacia fuera del mismo.
* * * * *
La eficacia de los ataques de la aviación contra la
infantería y el armamento depende en gran medida de los medios de
destrucción empleados para el ataque. El medio de destrucción más eficaz
para eliminar a la infantería y el armamento, principalmente, son las
bombas de fragmentación de diversos tipos. Como excepción podemos
considerar los ataques sobre <<texto ilegible en el documento>> y nudos
de resistencia enemigos, compuestos por sistemas de DZOT (fortificación
de madera y tierra) o DOT (fortificación permanente) del modelo de
campo, para destruir a los cuales normalmente se necesita un impacto
directo de las bombas explosivas (FAB) de los calibres entre 50 y 500kg.
Los ejemplos prácticos de la actividad bélica de
las tropas terrestres demuestran claramente que la eficacia de la
aviación sobre la infantería y el armamento no solo depende del nivel de
preparación del personal de vuelo y de los medios de destrucción
empleados, sino también de la posición que ocupan las tropas de tierra
en el momento del ataque aéreo. Como regla general, las tropas
terrestres que emplean ampliamente medidas de defensa pasiva contra
ataques aéreos (dispersión, refugio, camuflaje), sufren bajas poco
significativas incluso cuando se encuentran en un terreno no preparado
sin donde poder refugiarse. Pero cuando las tropas se refugian en obras
de fortificación (hendiduras, trincheras, blindajes y etc.), las bajas
sufridas a causa de la aviación son totalmente insignificantes. |