En la
fecha en que se produjo el combate, la situación en el frente era la
siguiente: tras la exitosa ofensiva de las tropas soviéticas en la
región de Belgorod, el enemigo se retiró rápidamente a las nuevas
posiciones defensivas preparadas por él previamente en la orilla sur
del río Dnieper. Allí es donde los alemanes pasaron a la defensiva.
Tras una pausa operativa, nuestras tropas comenzaron la ofensiva,
cruzando el río Dnieper en la región Uspenskoe – Mishurin Rog.
El
enemigo lanzó contra nuestras tropas todo su potencial destructivo,
contraatacando con carros de combate e infantería, para impedir que
nuestro ejército explotara el éxito en el campo de operaciones tras
el Dnieper.
La
aviacion enemiga actuaba en grandes grupos de Ju-87 y He-111,
atacando nuestras tropas terrestres en un intento de frenar muestro
avance.
Nuestro
Lvovskiy, Krasnodarskiy, de la Orden de Aleksandr Nevskiy GShAP
actuaba en la misma región, atacando a las tropas terrestres
alemanas.
El día 8
de septiembre de 1943 el Comandante de la División ordenó a nuestro
regimiento la siguiente misión: bombardear y asaltar a los carros de
combate y la infantería enemiga en la zona suroeste de las afueras
de Mishurin-Rog.
Hasta el
momento de despegue quedaban 20 minutos. El comandante del
regimiento antes de despegar nos dio las siguientes instrucciones
adicionales:
- Los 12
IL-2 despegan para atacar a los carros de combate alemanes, para
frenar su contraofensiva, y serán escoltados por 8 Yak-1;
- El
líder del grupo será el Capitán Begeldínov;
- La
reunión del grupo sobre el aeródromo, girando a 160-170°;
- Formación de combate: “escalón derecho de escuadrillas”;
- Llegada
al objetivo sobre 1.000m de altitud;
- En la
zona del objetivo efectuar maniobras de desorientación de
antiaéreos, variando velocidad, altitud y desviando el rumbo a
15-20° en ambas direcciones;
- Los
ataques se efectuarán a un ángulo de picado de 25-30°, la salida del
ataque se efectuará mediante giro a izquierdas y en dirección a
nuestro territorio.
El
despegue fue efectuado en parejas. El grupo fue reunido rápidamente
y sin incidencias. Posteriormente nos pusimos en la formación de
combate prevista y tomamos rumbo hacia el aeródromo de los cazas de
escolta, los cuales ya nos estaban esperando, con lo cual tomamos
rumbo hacia el objetivo sin ninguna demora.
Cuando
hasta el objetivo faltaban 10km, me puse en contacto por radio con
el puesto de mando del Comandante, le solicité la confirmación para
proceder con el plan de la misión. La respuesta fue la siguiente:
“Le he recibido. Atacad a los bombarderos enemigos para evitar que
se acerquen al lugar de desembarco de nuestras tropas”.
Repetí la
orden para confirmar. Comprendí que me encargaron una importante
tarea. Decidí atacar sobre la marcha a la formación de los
bombarderos alemanes, efectuando el ataque con todo el grupo, en
formación estrecha, atacando desde la semiesfera delantera y a un
escorzo de 2/4 (30°), efectuando posteriormente un giro a
izquierdas y saliendo del ataque en dirección a nuestro territorio.
El objetivo de nuestro primer ataque seria desorganizar al enemigo y
romper su formación de combate. Para conseguirlo, transmití al resto
del grupo la siguiente orden: “¡estrechad la formación!”
Cuando
nos acercamos a la línea del frente, detecté en el aire hasta 30
bombarderos Ju-87 escoltados por 6 cazas Me-109. Los habíamos
encontrado justo en el sector donde nosotros teníamos que realizar
el ataque contra los carros de combate. Mientas nos estábamos
acercando a los bombarderos, yo iba eligiendo minuciosamente el
ángulo de ataque para encontrar el más adecuado.
Cuando
nos encontrábamos a unos 600m de la formación de los bombarderos,
todo mi grupo abrió fuego a un escorzo de 2/4 (30°). Yo concentré
mis ráfagas sobre el líder de la formación. El líder quedó dañado y
comenzó el descenso, desprendiéndose de sus bombas sobre las
posiciones de sus propias tropas. La formación de los bombarderos
alemanes fue rota. Nuestros Shturmovik penetraron dentro de la
formación enemiga.
Nuestros
cazas de escolta entraron en combate con los cazas de escolta
alemanes. Yo y mi grupo llevábamos el combate aéreo sin haberse
desprendido de nuestras bombas. Observar la evolución del combate
aéreo no era fácil. Pero pude ver cómo una parte de los bombarderos
alemanes, siguiendo el ejemplo de su líder, se desprendió de sus
bombas y se retiró a la izquierda, mientras que la segunda parte
seguía hacia su objetivo.
Al salir
del ataque, volví a reunir en formación estrecha a mis IL-2 y
comenzamos a realizar el segundo ataque. A una distancia de 600-400m
y a un escorzo de 3/4 (50°) abrí fuego. Tras nuestro segundo
ataque, el grupo restante de bombarderos alemanes también se
desprendió de sus bombas, giró a la izquierda y se retiró hacia su
territorio.
Como
resultado de este combate aéreo, los Shturmovik y los cazas de
escolta derribamos a 6 aviones enemigos. Pero no logramos
identificar a cuantos derribó personalmente cada uno de nosotros,
dada la elevada concentración de aviones.
Tras
finalizar el combate, me puse en contacto con el puesto de mando e
informé sobre el cumplimiento de la misión secundaria. El Comandante
me agradeció por el cumplimiento de la misión y ordenó a seguir con
la misión principal.
Tras
recibir las últimas instrucciones, comenzamos a bombardear y asaltar
a los carros de combate y la infantería enemiga. Realizamos 6
ataques a suelo, efectuados desde la formación “circulo de
escuadrillas”. Tras finalizar los ataques, tomamos el rumbo a la
base. Todos han vuelto sin incidencias, si no tomamos en
consideración algunos daños poco significativos, recibidos en alguno
de los aviones.
He de
mencionar que en la región de Tylyava, Vish-Svednik, yo había
realizado un combate similar con 4 IL-2 escoltados por 2 Yak-1
contra 6 FW-190, que también lanzaron sus bombas sobre sus propias
tropas y se escondieron en las nubes para evitar entrar en combate
con nosotros.
En base a
mi experiencia en combate, llegué a la conclusión de que Shturmovik
IL-2 es apto para llevar a cabo un combate aéreo contra los
bombarderos y cazas, dado que yo mismo realicé 15 combates aéreos en
un IL-2, derribando personalmente a 5 aviones enemigos (1 ME-109, 1
FW-190 y 3 Ju-87).
Para
romper la formación de un grupo de bombarderos, es necesario atacar
primero al líder de dicho grupo.
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