A finales
del mes de abril de 1945 el 2º Frente Ucraniano desarrollaba la
ofensiva de forma exitosa en Checoslovaquia. Los alemanes
retrocedían en todo el frente.
Solamente
en el sector Brno-Vyschkov el enemigo oponía una feroz resistencia.
Las
unidades de nuestra división de asalto recibieron la orden de
efectuar la siguiente misión: eliminar a la infantería y el
armamento pesado enemigo en el sector Brno-Vyschkov. Al mando de la
operación estaba el comandante del Cuerpo. El tenia que dirigir el
ataque de los Shturmovik desde el puesto de mando de las tropas
terrestres.
El
Comandante del Regimiento nos ordenó: en grupo formado por 6 IL-2 y
con una escolta de 4 Yak-9 eliminar la infantería enemiga en la
estación ferroviaria y en la población Lulets.
Los cazas
de escolta se encontraban en nuestro aeródromo. Nosotros teníamos
mucha experiencia de operaciones conjuntas con los pilotos de estos
cazas.
El
comandante del Escuadrón me asignó como su Segundo comandante del
grupo. Cada piloto tenía definido en la formación su puesto concreto
y tenia asignadas tareas especificas. El piloto cuyo avión cerraba
la formación era un fotógrafo aéreo experto, por lo cual el
comandante le ordenó fotografiar los resultados del ataque efectuado
por nuestro grupo.
Despegamos, nos pusimos en formación escalonada y tomamos rumbo
hacia el objetivo.
Mi punto
y yo probamos el funcionamiento de los radiotransmisores entre
nosotros y entre el resto de los pilotos. Cuando nos estábamos
acercando al sector del puesto de mando, el líder no pudo establecer
la comunicación con el radiotransmisor del puesto y me ordenó
hacerlo a mí. Me puse en contacto con el puesto de mando y recibí la
confirmación para proceder con el objetivo de la misión establecido
previamente. Lo transmití al líder.
Cuando
estábamos a punto de llegar a Lulets, el comandante del escuadrón
tomo la decisión de atacar la población, en la cual se encontraban
de 6 a 8 vehículos. Evidentemente, el objetivo no tenía ninguna
importancia. Pero cuando el comandante puso en planeo su avión para
atacar a los vehículos, yo vi que en la estación Lulets se
encontraba un convoy ferroviario compuesto por vagones cubiertos. La
locomotora estaba en funcionamiento, por lo cual no podíamos perder
tiempo, dado que el convoy se nos podía escapar. Transmití al líder
la información sobre la localización del nuevo objetivo y comencé la
maniobra para tomar el rumbo hacia la estación.
El líder
me ordenó atacar el convoy. Yo me encontraba en una posición muy
beneficiosa para realizar el ataque, así que de inmediato puse el
avión en planeo desde 900 m de altitud. Los demás aviones me estaban
siguiendo también.
Realizando el planeo a 30°, abrimos el fuego con los cañones y
ametralladoras sobre el convoy, y cuando estábamos saliendo del
planeo a 250-300m de altitud, lanzábamos las bombas. Yo y el resto
de las tripulaciones logramos éxito en el primer ataque. La mayor
parte de las bombas acertaron en el convoy, otras bombas explotaron
en los edificios de la estación. Comenzaron a detonar las municiones
que se encontraban en los vagones. Nos pusimos en formación de
“circulo” y realizamos otros 3 ataques más.
La
locomotora abandonó el convoy e intentó escapar, pero fue reventada
por los cañones de uno de nuestros IL-2. Mientras tanto, las 2
parejas de nuestros cazas de escolta estaban patrullando el espacio
aéreo, volando en círculo, inverso al nuestro. No hubo oposición por
parte de los antiaéreos. Los cazas enemigos estaban ocupados en el
sector vecino, donde se estaba produciendo un combate aéreo.
El piloto
que cerraba la formación fotografió los resultados de nuestro
ataque. Posteriormente nos pusimos en formación de combate y tomamos
el rumbo hacia la base. Cuando estábamos cerca del puesto de mando,
transmití por radio la decisión tomada y los resultados del ataque.
El comandante del Cuerpo aprobó mi decisión y nos ordenó volver a la
base. El grupo regresó sin sufrir ninguna baja.
Los
resultados del ataque fueron confirmados por las películas de
fotocontrol.
Gracias a
la iniciativa del líder y a la utilización de todos los medios de
comunicación disponibles, nuestro grupo eliminó un objetivo más
importante: voló por los aires un convoy ferroviario cargado de
municiones.
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