En los
últimos días del mes de mayo de 1943, antes del comienzo de la
Operación de Belgorod, a nuestro Regimiento nos encargaron la
siguiente misión: realizar el ataque sobre el aeródromo Sokólniki (las
afueras del norte de la ciudad de Kharkov). El ataque tenia que ser
efectuado por dos grupos de IL-2, actuando de forma independiente,
pero manteniendo el contacto visual entre ambos grupos.
En las
fotografías obtenidas por el avión de reconocimiento aéreo se
detectó hasta 270 aviones enemigos, concentrados en el aeródromo.
Se
decidió realizar el despegue temprano, por la mañana, antes de la
salida del sol.
En la
tarde del día anterior analizamos la misión. Mediante las
fotografías aéreas fijamos los objetivos, las posiciones de la
artillería antiaérea de gran y pequeño calibre, las referencias
terrestres alrededor del aeródromo. Cada tripulación tenía asignado
un objetivo concreto.
Dos
parejas (las que cerraban la formación, una de cada sexteto) se
encargaban de neutralizar la artillería antiaérea.
La carga
bélica era: bombas FAB-100, AO-25 y cohetes RS.
Despegamos al amanecer, antes de la salida del sol.
Cruzamos
la línea del frente y nos acercamos al objetivo a 1150 metros de
altitud. La ruta fue configurada con la condición de garantizar el
factor sorpresa.
Dado que
despegamos muy temprano, el enemigo no esperaba nuestro ataque, por
lo cual durante la ruta hacia el objetivo prácticamente no
encontramos ninguna oposición por parte de la artillería antiaérea
de pequeño y mediano calibre.
Entramos
al objetivo por sorpresa, por lo cual los antiaéreos abrieron fuego
solamente justo antes de nuestro ataque.
Atacamos
de entrada, directamente en la primera pasada. El ataque fue
efectuado en planeo, con rumbo de ataque de 270°, pasando de 1150 a
350 metros de altitud. Mientras bajábamos, disparábamos con los
cañones, ametralladoras y cohetes RS. Una vez alcanzada la altitud
de 350 metros, lanzamos las bombas. Dos parejas asignadas para
neutralizar la artillería antiaérea atacaron las baterías antiaéreas.
El primer
grupo de Shturmovik tras el ataque se retiró hacia nuestro
territorio. Por el contrario, mi grupo se retiró en un descenso en
dirección a la retaguardia enemiga. Pasamos a vuelo rasante. Cuando
nos alejamos unos 7-10 kilómetros, giramos y nos dirigimos en vuelo
rasante hacia el aeródromo otra vez.
Entramos
al objetivo con un rumbo de 45-50°. Todos los aviones, volando en
vuelo rasante, abrieron fuego de precisión con su armamento frontal.
La artillería antiaérea enemiga no podía abrir fuego de precisión
debido a las elevadas velocidades angulares.
Desde los
aeródromos vecinos despegaron los cazas enemigos. Ellos entablaron
combate con nuestros cazas de escolta y comenzaron a efectuar
ataques sobre nuestro grupo de IL-2, persiguiéndonos prácticamente
hasta la línea del frente. Pero nuestro grupo fue preparado para
rechazar los ataques de los cazas, manteníamos la formación estrecha
e íbamos en vuelo rasante. Como resultado, todos los ataques de los
cazas alemanes fueron inútiles.
Todo
nuestro grupo volvió a la base sin sufrir bajas.
Como
resultado del ataque, nuestro grupo eliminó 12 aviones enemigos y
hasta 15 vehículos.
El éxito de nuestro
ataque y la ausencia de bajas se deben a los siguientes factores:
- el odio
hacia el enemigo y a la alta moral del personal para cumplir el
objetivo de la misión de la mejor forma posible;
- el
despegue de nuestro grupo fue realizado antes de la salida del sol,
casi en la oscuridad;
- el
ataque fue efectuado directamente desde la primera pasada, sin
realizar maniobras adicionales, lo que nos ha garantizado un ataque
por sorpresa y nos ha permitido reducir el tiempo de permanencia en
la zona de fuego de los antiaéreos;
- la
correcta realización de maniobras en la zona de fuego de los
antiaéreos;
- la
correcta realización del combate aéreo defensivo.
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